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09-ene.-2008, 11:44
Barron Hilton dará fortuna a la caridad
Getty Images
Desde ahora, Paris y Nicky Hilton dejaron de ser las herederas de la cuantiosa fortuna de su abuelo, Barron Hilton.
EFE
Harto de sus escándalos
La gran fortuna del abuelo
La famosa estrella de la prensa del corazón, Paris Hilton, junto con su hermana Nicky vuelven a ser noticia porque su abuelo, el multimillonario Barron Hilton, donará el 97 por ciento de su fortuna, valorada en $2.300 millones de dólares, a obras de caridad, dejando a sus nietas desheredadas.
Harto de sus escándalos
Barron Hilton, que posee una fortuna de $2.300 millones de dólares, tiene la intención de dejar ese dinero a la Fundación Conrad N. Hilton, encargada de realizar más del 50 por ciento de sus obras de caridad fuera de Estados Unidos, según lo anunció, en un e-mail que envió a la revista Fortune.
El abuelo de Paris y Nicky Hilton está harto de que sus caprichosas nietas protagonicen titulares escandalosos que la mayoría de las veces están relacionados con su vida sentimental y de sus continuas idas y venidas a fiestas nocturnas que acaban en arrestos y posteriores encarcelamientos.
Paris disfruta de una frenética vida social. Entre sus trabajos diarios se encuentra salir de compras, acudir a la peluquería, al salón de belleza y tomar el “brunch” con las amigas. Por la noche cenas, conciertos o largas jornadas en la discoteca.
¿Paris lo resentirá?
Pero, entre los trabajos de esta rubia americana, de 27 años, también se encuentra el de actriz y cantante, oficios en los que no ha destacado por sus aptitudes, sino por el protagonismo de su apellido como se vio en la serie de televisión “The Simple Life”.
Con la decisión de donar casi todo su capital, el patriarca de los Hilton continúa los pasos de su padre, Conrad Hilton, quien creó la fundación en 1944 y que al morir, en 1979, dejó su fortuna también a obras benéficas.
Quizá, a Paris le dé igual no disponer de una gran fortuna, ella ya aprendió a vivir sin prendas de firmas, caviar ni champán durante su estancia entre rejas en el centro regional de Lynwood, al sur de Los Ángeles.
Getty Images
Desde ahora, Paris y Nicky Hilton dejaron de ser las herederas de la cuantiosa fortuna de su abuelo, Barron Hilton.
EFE
Harto de sus escándalos
La gran fortuna del abuelo
La famosa estrella de la prensa del corazón, Paris Hilton, junto con su hermana Nicky vuelven a ser noticia porque su abuelo, el multimillonario Barron Hilton, donará el 97 por ciento de su fortuna, valorada en $2.300 millones de dólares, a obras de caridad, dejando a sus nietas desheredadas.
Harto de sus escándalos
Barron Hilton, que posee una fortuna de $2.300 millones de dólares, tiene la intención de dejar ese dinero a la Fundación Conrad N. Hilton, encargada de realizar más del 50 por ciento de sus obras de caridad fuera de Estados Unidos, según lo anunció, en un e-mail que envió a la revista Fortune.
El abuelo de Paris y Nicky Hilton está harto de que sus caprichosas nietas protagonicen titulares escandalosos que la mayoría de las veces están relacionados con su vida sentimental y de sus continuas idas y venidas a fiestas nocturnas que acaban en arrestos y posteriores encarcelamientos.
Paris disfruta de una frenética vida social. Entre sus trabajos diarios se encuentra salir de compras, acudir a la peluquería, al salón de belleza y tomar el “brunch” con las amigas. Por la noche cenas, conciertos o largas jornadas en la discoteca.
¿Paris lo resentirá?
Pero, entre los trabajos de esta rubia americana, de 27 años, también se encuentra el de actriz y cantante, oficios en los que no ha destacado por sus aptitudes, sino por el protagonismo de su apellido como se vio en la serie de televisión “The Simple Life”.
Con la decisión de donar casi todo su capital, el patriarca de los Hilton continúa los pasos de su padre, Conrad Hilton, quien creó la fundación en 1944 y que al morir, en 1979, dejó su fortuna también a obras benéficas.
Quizá, a Paris le dé igual no disponer de una gran fortuna, ella ya aprendió a vivir sin prendas de firmas, caviar ni champán durante su estancia entre rejas en el centro regional de Lynwood, al sur de Los Ángeles.