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Ver la Versión Completa : Estética Marxista Leninista en la Unión Soviética (1922 - 1956)



ANGELCAIDOP4
09-jun.-2012, 16:54
Introducción
La estética marxista leninista surge como expresión artística del régimen soviético implantado por Lenin, perdura en el período de Stalin y se flexibiliza durante el período de desestalinización, y que permite la entrada de otros elementos artísticos. En mi trabajo me refiero al período de 1922 a 1956, desde la fundación de la Unión de Repúblicas hasta el período de desestalinización, que inicia con la muerte de Stalin en 1953 y finaliza en 1956. Para explicar el concepto de belleza aceptado en la Unión Soviética durante dicho espacio temporal, me auxilio del manual de filosofía de Afanásiev, extractos de Lenin y de Zhdánov, este último el brazo estalinista que define las políticas culturales en la URSS.
Debido a que los soviéticos retoman el realismo para formular la estética que promueven, pongo particular atención a la explicación que proporciona, el historiador marxista del arte, Harold Hauser para el realismo literario pues coincide, en varios de sus puntos, con los planteamientos de los principales exponentes mencionados anteriormente.
Debido a mi formación histórica, pues no estudio filosofía, no ahondo en detalles e intento ser breve y conciso.

El realismo literario

“¿Qué hay más inverosímil que la realidad?”[3]
Fiódor Dostoievski

Hablar del realismo literario nos remite a sus tres representantes más conocidos, en el caso inglés a Dickens, a Balzac en Francia y a Dostoievski en Rusia. Dichos autores en sus obras integran a un elemento muy importante: las ciudades, pues estas participan dando un contexto particular a cada una de sus obras, donde el autor lleva por medio de su pluma a las barriadas, casas lujosas, tabernas y banquetes, por medio de una descripción, en ocasiones excesivamente detallada, nos permite conocer texturas, sabores y olores. Otro elemento primordial del realismo literario es el personaje principal, que se enfrenta a su realidad, con toda convicción y energía, pero aún cumpliendo sus objetivos y bebiendo de la copa de la victoria, se sabe derrotado y prisionero de la necia realidad.
El realismo literario es en sí mismo una ruptura ante el romanticismo, intenta reflejar una realidad cotidiana alejándose de la grandilocuencia.
Sin embargo lo anterior queda en una descripción superficial, Arnold Hauser nos ofrece una explicación más detallada, y en mi opinión más sólida. Los autores del realismo literario son esencialmente críticos de su realidad, son burgueses y al mismo tiempo la reacción ante la dominación burguesa, es ahí donde aparece la crítica al avaro padre de Eugenia Grandet, o la corrupción moral de un libertino Fiódor Karamázov. Sin embargo su crítica está tan ligada a los sentimientos que pierde racionalidad y desprecia a la máquina, sientiendo nostalgia por la producción artesanal, entonces “La novela social moderna surge en Inglaterra, como en Francia, en el período de alrededor de 1830, y alcanza su punto más alto en los turbulentos años de 1840 a 1850, cuando el país está al borde de la revolución. Ahí también se convierte la novela en la forma literaria más importante en la generación que ha puesto en tela de juicio los objetivos y criterios de la sociedad burguesa…” (A. Hauser, 1983:140). Se destaca, según Hauser, su naturaleza netamente reaccionaria que va a contracorriente de las nuevas ideas y concepciones del mundo, derivadas de nuevas formas de relacionarse tanto económicamente como socialmente, en el caso de Rusia “… acentúan frente al cosmopolitismo y el librepensamiento ateo de los occidentalistas, el valor de las tradiciones nacionales y religiosas y proclaman su fe mística en el campesino ruso y su fidelidad a la iglesia ortodoxa. Se declaran en oposición al racionalismo y positivismo… defienden a la vieja Rusia, con su “autentico cristianismo” y su libertad, frente al individualismo occidental como el ideal de salvación de Rusia…” (A. Hauser, 1983:140).
Otro elemento interesante que se enuncia es el carácter pequeño burgués de los autores, pues identifican como pueblo, esencialmente a la clase media, pues si bien no miran con benevolencia a la nobleza, vigilan con desconfianza al populacho que puede levantarse en cualquier momento, característica observable en los personajes principales: comerciantes, estudiantes, pequeños propietarios.
En el caso específico de Rusia del siglo XIX, el despotismo no ofrece muchas opciones para la expresión entonces “… la censura encauza la crítica social en las formas literarias como único canal de desagüe” (A. Hauser, 1983:167) por ello también la libertad y sus límites es un tema recurrente para sus autores y en el caso particular de “… los héroes de Dostoievsky son pensadores apasionados, imperturbables, maniáticos, que luchan desesperadamente por sus propias ideas, como los héroes de las novelas caballerescas con gigantes y vestiglos. Padecen, asesinan, mueren por ideas; la vida para ellos es una misión filosófica, y su única función vital, el único contenido de su vida, es el pensar” (A. Hauser, 1983:176).
Hauser exalta a los escritores rusos y enuncia “El milagro de la novela rusa consiste en que, a pesar de su juventud, alcanza no sólo la altura de la novela francesa e inglesa, sino que arrebata a éstas la dirección y representa la forma literaria más progresista y vital de la época. Junto a las obras de Dostoievski y Tolstoi, toda la literatura occidental de la segunda mitad del siglo aparece como agotada y estancada” (A. Hauser, 1983:178).

ANGELCAIDOP4
09-jun.-2012, 16:54
La belleza según los soviéticos
La concepción marxista leninista de la estética encuentra sus raíces en la discusión entre idealistas y materialistas, que se puede notar en La ideología alemana de Marx, y que Lenin continúa en Materialismo y Empiriocriticismo y se puede resumir espero en esta frase: “…materialismo es el reconocimiento del mundo exterior, de la existencia de las cosas fuera de nuestra conciencia e independientemente de ella…” (Lenin, 1975:308). Es decir, que el mundo o lo que percibimos como tal tiene existencia por sí misma, podemos comprenderla y actuar en consecuencia. Lenin en dicha obra se apoya en la ciencia para contradecir a los idealistas, quienes consideran que los pensamientos modifican la realidad, y en el mejor de los casos, la realidad es inasible para nuestros sentidos y el revolucionario ruso concluye: “El sofisma de la filosofía idealista consiste en considerarla sensación, no como vínculo de la conciencia en el mundo exterior; no como la imagen de un fenómeno exterior correspondiente a la sensación, sino como lo único existente” (Lenin, 1975:49). Esta posición Lenin la traslada al campo de la estética considerando como bella, aquella obra de arte que refleja la realidad al pueblo, y también lo llame a la revolución dentro de la lucha de clases, elementos que podemos encontrar en La Madre de Máximo Gorki. De esta forma partiendo de hechos objetivos y no de abstracciones, el artista forma parte como “rueda y tornillo de un solo y gran mecanismo” (Lenin, 1969:101), dicha maquinaría es el partido que encabeza al proletariado en la lucha obrera, convirtiéndose así la obra de arte en un panfleto de la revolución.
En 1924 a la muerte de Lenin, Stalin da caza a Trotski y se hace del poder, poniendo al frente a A. Zdhánov de las políticas culturales de la Unión Soviética, etiquetando al arte oficial de la URSS como estética marxista leninista, la cual considera que:
“El carácter popular del arte socialista se compagina orgánicamente como espíritu de partido. El arte soviético sirve abierta y directamente a la clase obrera, a todos los trabajadores, ha ligado su destino con la política del Partido Comunista, con la concepción marxista leninista del mundo” (Afanásiev: (S/F) 405).
Lo anterior en contraposición a lo que ellos opinaban era el arte burgués, donde alejados de la política sus “… literatos y artistas insensiblemente se ven orillados a estrechar el radio de sus observaciones; algunos renuncian al estudio de los problemas sociales, encerrándose en la “inmensa soledad de sus almas”, y se detienen frente al estéril “conocimiento de sí mismos”, se pierden en el vuelo caprichoso del autoanálisis y de la imaginación al margen completamente de la vida” (M. Gorki, 1968:28-29), consideran irrelevante al artista y sus sensaciones, ven como una frivolidad a la persona, siendo para ellos más importante la obra… mientras ésta vaya de acuerdo a los dictámenes del Partido, es decir, Stalin.
En este punto la estética soviética se vuelca sobre el culto a la personalidad, talentosos artistas se ven limitados, con gran pericia, a retratar a Lenin, Stalin o bien, los triunfos que en el momento quisiera proyectar el zar rojo al mundo, o a los países que giraban en torno a la orbita soviética, particularmente en Europa del este, en los cuáles las obras se utilizaban como “… una glorificación poco menos que servil de la Unión Soviética y de sus “logros” y de una idolatría a Stalin, el “gran caudillo”, que servía para consolidar la hegemonía soviética también en el terreno cultural” (W. Benz, 1982:251). Los manuales de la Academia de Bellas Artes destacan el realismo del siglo XIX, a Balzac, Dickens, Tolstoi, Dostoievski, incluso se hacen menciones afortunadas a los muralistas mexicanos, tales como Rivera y Siqueiros.
Al artista del realismo soviético sólo se le permite ser individualista en la medida, que su creación sea una reivindicación de la colectividad, dentro de los límites que imponía la autoridad soviética altamente centralizada, Zdhánov en su discurso en el primer Congreso de Escritores Soviéticos en 1934 nos lo explica: “La literatura no solo está llamada a marchar al ritmo de las exigencias del pueblo, sino más aún: está obligada a desarrollar los gustos del pueblo, a levantar mas alto sus exigencias, a enriquecerlo con nuevas ideas, a impulsar al pueblo hacia adelante” (A. Zdhánov,1968:89).
Aparentemente esta tendencia artística, convertida en política de Estado, con un discurso de bienestar común también sirvió en buena medida para amordazar a los artistas, un sector contestatario tradicionalmente, y así tener bajo control a un sector que también sirve para propaganda, que legitima al régimen soviético.
Tomando en cuenta que el período estudiado podemos enmarcarlo dentro de la guerra fría, considerándolo como un enfrentamiento principalmente ideológico, entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, el arte se convirtió también en un terreno de disputa que busca proyectar el éxito de una ideología, por lo cual sus críticas hacia las obras de la contraparte son severas.
Considera a tendencias artísticas de vanguardia, tales como el surrealismo, únicamente como delirios pequeño burgueses, es decir, artistas que se aíslan de la realidad perdiéndose en fantasías personales, ven absurda la cuestión del arte por el arte, ellos consideran que los artistas burgueses ven al arte como un ente con existencia propia, en una atmósfera superior a los asuntos humanos, cuando los realistas soviéticos lo ven sencillamente, como uno de los tantos sectores de la división del trabajo, que por sus características puede ser utilizado para educar, refinar… o manipular pueblos.

Conclusiones
Considero haber explicado la concepción estética de la Unión Soviética de 1922, correspondiente a los primeros años del gobierno de Lenin, hasta la desestalinización. También explico como la como la filosofía de Lenin redunda en la concepción estética a la que llevará aparejado su nombre, convirtiéndose eventualmente en un instrumento del Estado soviético, estará paralizada por la inflexibilidad de sus autoridades.
Para los soviéticos la utilidad del arte como estandarte ideológico, es muy importante por las condiciones en que se desarrolla la disidencia rusa en el siglo XIX, dado que el soviético tiene una visión progresiva de la historia, es decir, ven el progreso como algo inexorable, ven que el realismo dentro de un sistema de producción socialista pierde sus características burguesas, y ahora renovado en la URSS es el frente por el que se educa y mantiene en orden al pueblo.
Este trabajo intenta plantear una visión, sobre la respuesta a la pregunta ¿Qué es lo bello?, esta es la respuesta socialista menospreciada desde la caída del bloque soviético, y que se desvanece en medio del entretenimiento industrial. Los textos que se pueden consultar de la temática estudiada son en extremo estrictos, sin embargo se contrapone a la más comercial de las tendencias: la edulcoración de la realidad. Si en su momento la estética promovida por Stalin manipula a sus gobernados, las manifestaciones artísticas más comerciales hacen lo mismo, lo que deja al artista con la misión de elegir que elementos reunirá en su obra, sin limitaciones estatales o comerciales, sería lo ideal.
En lo personal prefiero el realismo literario por encima del romanticismo. Dostoievski, Balzac, Martín Luis Guzmán o Vicente Leñero tienen una pluma fuerte a lado de los demás. Considero que la realidad proporciona los mejores elementos para una obra, basta leer a Saramago para ver que sólo hace falta un poco de fantasía para que los personajes se vuelvan cada vez más reales, como los vemos encarnados en extraños en los noticieros.
Sin embargo la genialidad se caracteriza por llevar a la excelencia los elemento menos pensados, cada vez que encuentro algo nuevo que escuchar, leer o ver le doy el beneficio de la duda, aun que siempre hay que tener la mente abierta vigilada por la experiencia previa.


Bibliografía
Afanásiev, A. (S/F), Aspectos fundamentales de filosofía, Moscú, Progreso.
Benz, Wolfang y Hermann Graml (1982), El siglo xx. III. Europa después de la Segunda Guerra Mundial, 1945 – 1982, tomo II, México, Siglo XXI.
Gorki, Máximo y A. Zhdánov (1968), Literatura, filosofía y marxismo, México, Grijalbo.
Hauser, Arnold (1982), Historia social de la literatura y el arte, vol. 3, Barcelona, Labor/Punto Omega.
Lenin, Vladimir Ilich (1975) Materialismo y Empiriocriticismo, Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras.
Lenin, Vladimir Ilich y Mao Tse Tung (1969), Arte, literatura y prensa, México,

pablo ramos
09-jun.-2012, 17:09
Hace unos años, un amigo me contaba un cuento -conste que el amigo era miembro conspicuo del Partido Comunista, a menudo sancionado pero firme como talón de oso-.
Resulta que había un rey que tenía la mitad izquierda de la cara deformada por una quemadura, era cojo, y tenía un brazo que le había quedado tieso como si lo tuviera en cabestrillo fruto de la parálisis infantil. Un buen día decidió que era hora que se hiciera de el un retrato para la posteridad, y mandaron a llamar al mejor artista del reino.
El artista, asustado, lo pintó como si el rey fuera..., no sé..., Alain Delón, para decir uno cualquiera. El Rey, al ver la obra, desesperó, a los gritos, afirmando que él no era semejante tipo, y ordenó que el artista fuera fusilado a flechazos, que en aquella época se fusilaba a la gente a flechazos porque no había fusiles, claro. Y ordenó que se trajera al segundo mejor artista del reino.
Llegado el segundo, más cagado en las patas que el primero, optó por pintar al Rey tal cual era, con su quemadura, su patita corta y su brazo paralizado, y, claro, el Rey se agarró tal desespereta que ordenó fuera inmediatamente flechado, porque ya se habían inventado los fusiles pero no las balas. Y allí cayó el pobre segundo artista, ordenando inmediatamente el rey que se trajera al tercero.
Viendo el tercero los antecedentes, y siendo un individuo pensante, pintó su cuadro. El Rey aparecía en una escena de caza, con un sombrero de ala ancha cuya sombra oscurecía la parte de su cara quemada quedando al sol su parte limpia, montado a caballo con lo cual su piernicorta ni e notaba, y con su brazo paralizado en cabestrillo enfundado en amplio guante sosteniendo un halcón. El Rey, anonadado ante su retrato, hizo traer a la mejor doncella de palacio -cuyo nombre omitiré para no herir susceptibilidades-, doscientos doblones de oro que servían para unas cuantas cervezas con aceitunas rellenas, y espetó al tercer artista:
-Lo felicito, amigo mío -el Rey no se privaba de nada-, acaba usted de inventar el "realismo socialista".
Chau

Dorogoi
10-jun.-2012, 02:54
Como nos tiene acostumbrados Angelcaido, su trabajo es del mejor nivel.

“El sofisma de la filosofía idealista consiste en considerarla sensación, no como vínculo de la conciencia en el mundo exterior; no como la imagen de un fenómeno exterior correspondiente a la sensación, sino como lo único existente” (Lenin, 1975:49)

Respecto a la disputa con el idelismo extremo, que pregonaba que la realidad no existe màs que en nuestra mente, Lenin dijo una frase simpática: “refutar tal idea es difìcil pero le diría que se pongan delante de un tren y veremos si existe sòlo en la mente”

Leer los Hermanos Karamazof influyò en mi vida y, al igual que me sucedió con el depresivo Kafka, me hizo abandonar la lectura antes de terminar el libro. La potencia de las palabras y las descripciones son alucinantes.

El miembro conspicuo del Partido Comunista amigo de Pablo trajo una anécdota muy acertada para definir el “realismo socialista” que, por otra parte, es la definiciòn del todo realismo partidario.

Edito:
El realismo socialista es siempre relativo. El primer ensayo comunista lo hizo Dios con Adàn y Eva; no tenìan que ponerse de ropa, no tenìan para comer màs que una manzana pero le decìan que estaban en el "Paraiso". :001_unsure:

Zampabol
11-jun.-2012, 01:35
Había por el foro, hace tiempo ya, alguien que hablaba de "los grandes" mucho mejor de lo que hablan los de ahora. ¡Aquel si que era bueno! Era tan bueno que a veces me hizo pensar que quizá algo de razón pudiera llevar...a los diez minutos cambiaba de cara y ya me quedaba todo claro.

Al menoS ahora, la gente del foro viene de cara.

¿Estética del marxismo-Leninismo? Ustedes se preguntarán ¿Eso qué es lo que es? Intentaré explicarlo lo mejor y más resumidamente posible.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras...pues empecemos por ellas...


http://1.bp.blogspot.com/-7JPb-cBOYsQ/T8MrKhEu_tI/AAAAAAAAC1Y/85WYacg0Mvo/s400/hitler_stalin_nazismo_comunismo_marxismo_ultraizqu ierda.jpg

La imagen del comunismo, primero leninista continuado por Stalin, no es más que la imagen de todos y cada uno de los regímenes totalitarios y cercenadores de la libertad, que en el mundo han venido de la mano del marxismo. Da lo mismo que hablemos de Rusia, que de Cuba, que de Corea del norte, que de Venezuela que del que ustedes quieran. ¡¡¡Todos son lo mismo!!

Si no me creen echemos un vistazo a la propaganda de la "cartelería"

El "Super-hombre" ya sea Ario, Bolchevique o "Achinado" invade toda la estética marxista. Siempre me he preguntado si ese infantil sometimiento a la idea de un súper-hombre a modo de "Superman" no es reflejo de la paupérrima capacidad intelectual que suelen mostrar los adoradores de ideologías totalitarias.


Veamos.

http://www.elforo.com/attachment.php?attachmentid=2051&stc=1&d=1339398124

Pero claro...Ya se logró "desligar" el nazismo de comunismo. ¿Tiene sentido real hacer esta distinción entre estética nazi y estética marxista?
Con fijarnos un poco en el detalle, podemos ver las similitudes entre los símbolos de ambós regímenes guiados por el marxismo.
¿Cómo han logrado los marxistas hacer ver el régimen nazi como lo que no es? Es una muy buena pregunta, tan buena como es el aparato de propaganda comunista basado en materialismo dialéctico y en la introducción en la sociedad de "lo políticamente correcto"


http://www.elforo.com/attachment.php?attachmentid=2053&stc=1&d=1339399214


Hay quien dirá que es pura casualidad y hay quien dirá que es fruto del estilo de su tiempo...¡NO, no es nada de eso! Es la estética de una ideología que ha traído a este mundo más desgracia que cualquier otra en la historia de la humanidad.


UN saludo y disculpen los GRANDES.

ANGELCAIDOP4
01-jul.-2012, 11:58
Tanto en Alemania como en la Unión Soviética se buscaba proyectar como el orden que defendían construía hombres nuevos, cada uno con sus caraterísticas propias. Todo régimen busca legitimarse proyectando que sus ciudadanos son los mejores. Mucha palabrería que nos "zampamos", busca conspiraciones en otras partes.

Zampabol
02-jul.-2012, 04:23
Tanto en Alemania como en la Unión Soviética se buscaba proyectar como el orden que defendían construía hombres nuevos, cada uno con sus caraterísticas propias. Todo régimen busca legitimarse proyectando que sus ciudadanos son los mejores. Mucha palabrería que nos "zampamos", busca conspiraciones en otras partes.


Conspiraciones no es sinónimo de convergencias o similitudes. Por más que se intente, por más que se apele a aquello de: ¡Reinventemos la realidad! el nazismo no deja de ser un movimiento, una política, una ideología, on concepto HERMANO del marxismo e inspirado en él.

¡¡¡La realidad es tozuda!!!

...y si no sabemos historia...¡no hay más remedio que ponerse a estudiar!

Un saludo

Zampabol
03-jul.-2012, 04:20
Tanto en Alemania como en la Unión Soviética se buscaba proyectar como el orden que defendían construía hombres nuevos, cada uno con sus caraterísticas propias. Todo régimen busca legitimarse proyectando que sus ciudadanos son los mejores. Mucha palabrería que nos "zampamos", busca conspiraciones en otras partes.

No. No es cierto lo que dices. Los sistemas totalitarios no funcionan así, tampoco el desarrollo del marxismo en sus diferentes variantes.

El marxismo considera como necesaria la llegada del “Super-hombre” para la consecución de sus fines, no es por tanto cierto que el super-hombre sea la consecuencia de los sistemas totalitarios. Es fácil caer en la tentación de “vendernos” que la realidad es distinta a la que es y por tanto jugar a ese juego de trasladar la ficción a la realidad. En esto el marxismo es maestro indiscutible.

El marxismo, tanto en su versión nazi como bolchevique, buscó la eliminación sistemática de todo aquello que pudiese hacerle frente. El enemigo estaba tanto en lo religioso como en lo político. La eliminación física de los posibles oponentes era esencial para un exitoso final en el que quedasen únicamente cerebros y conciencias previamente uniformadas o moldeadas desde el criterio del poder. Una vez el “Dictador-Super-hombre” YA en el poder; el culto al líder (Lenin, Hitler, Stalin, Pol Pot, King Jong, Fidel Castro) o cualquiera de ellos, es el efecto secundario que se consigue con facilidad en las mentes “mal” construidas o “deficitarias” en su desarrollo. Una persona inculta, de escasa preparación o inestable emocionalmente, es el perfecto parapeto para líderes que tienen la virtud de arrastrarla con una verborrea deslumbrante y una jerga que les hace sentirse parte de la GRAN idea o integrantes del desarrollo de algo que será revolucionario para la humanidad. Este gran-hombre, del que nos hablaba Nietszche, no es más que el “iluminado” o “visionario loco” que se encumbra a sí mismo apoyándose y pisando a todos los que voluntariamente se niegan a sí mismos la oportunidad de llegar a contar como individuos para quedar sumergidos en un maremágnum de impersonalidad en un sistema totalitario.

La U.R.S.S. y Alemania proyectaban la misma idea: Una sociedad de pensamiento único basada en las tesis marxistas; la dictadura totalitaria que llevara a la humanidad por el camino del terror a un “paraíso” inexistente en virtud de una normas irracionales y fuera del sentido común eliminando los derechos básicos de las personas, cuando no eliminando físicamente a cualquiera que se opusiese a esta concepción de sociedad. En esto, Lenin fue el creador del sistema del terror por el cual se anularían todas las voluntades contrarias a esta barbarie, que más tarde Goebbles perfeccionó con habilidad de “cirujano” propagandístico.

Hay una gran diferencia entre la historia, la palabrería, la tergiversación y la fantasía. Me temo que el marxismo usa mucho de las tres últimas.
Un saludo.

Dorogoi
03-jul.-2012, 04:41
Tanto en Alemania como en la Unión Soviética se buscaba proyectar como el orden que defendían construía hombres nuevos, cada uno con sus caraterísticas propias. Todo régimen busca legitimarse proyectando que sus ciudadanos son los mejores. Mucha palabrería que nos "zampamos", busca conspiraciones en otras partes. Que te sea leve!!!! que Dios te asista en este debate.....:001_tongue:

ANGELCAIDOP4
03-jul.-2012, 16:55
No. No es cierto lo que dices. Los sistemas totalitarios no funcionan así, tampoco el desarrollo del marxismo en sus diferentes variantes.

El marxismo considera como necesaria la llegada del “Super-hombre” para la consecución de sus fines, no es por tanto cierto que el super-hombre sea la consecuencia de los sistemas totalitarios. Es fácil caer en la tentación de “vendernos” que la realidad es distinta a la que es y por tanto jugar a ese juego de trasladar la ficción a la realidad. En esto el marxismo es maestro indiscutible.

El marxismo, tanto en su versión nazi como bolchevique, buscó la eliminación sistemática de todo aquello que pudiese hacerle frente. El enemigo estaba tanto en lo religioso como en lo político. La eliminación física de los posibles oponentes era esencial para un exitoso final en el que quedasen únicamente cerebros y conciencias previamente uniformadas o moldeadas desde el criterio del poder. Una vez el “Dictador-Super-hombre” YA en el poder; el culto al líder (Lenin, Hitler, Stalin, Pol Pot, King Jong, Fidel Castro) o cualquiera de ellos, es el efecto secundario que se consigue con facilidad en las mentes “mal” construidas o “deficitarias” en su desarrollo. Una persona inculta, de escasa preparación o inestable emocionalmente, es el perfecto parapeto para líderes que tienen la virtud de arrastrarla con una verborrea deslumbrante y una jerga que les hace sentirse parte de la GRAN idea o integrantes del desarrollo de algo que será revolucionario para la humanidad. Este gran-hombre, del que nos hablaba Nietszche, no es más que el “iluminado” o “visionario loco” que se encumbra a sí mismo apoyándose y pisando a todos los que voluntariamente se niegan a sí mismos la oportunidad de llegar a contar como individuos para quedar sumergidos en un maremágnum de impersonalidad en un sistema totalitario.

La U.R.S.S. y Alemania proyectaban la misma idea: Una sociedad de pensamiento único basada en las tesis marxistas; la dictadura totalitaria que llevara a la humanidad por el camino del terror a un “paraíso” inexistente en virtud de una normas irracionales y fuera del sentido común eliminando los derechos básicos de las personas, cuando no eliminando físicamente a cualquiera que se opusiese a esta concepción de sociedad. En esto, Lenin fue el creador del sistema del terror por el cual se anularían todas las voluntades contrarias a esta barbarie, que más tarde Goebbles perfeccionó con habilidad de “cirujano” propagandístico.

Hay una gran diferencia entre la historia, la palabrería, la tergiversación y la fantasía. Me temo que el marxismo usa mucho de las tres últimas.
Un saludo.

Acrobacias de estilo, con ello no demuestras nada...

Zampabol
05-jul.-2012, 10:34
Acrobacias de estilo, con ello no demuestras nada...



¡Claro que se demuestra! Tampoco es necesario darle demasiadas vueltas al asunto.
La “estética” oficial del marxismo es por definición TOTALITARIA, anuladora del individuo y al servicio del poder, en este caso el líder. Tanto Hitler como Lenin usaron la misma parafernalia en carteles, reuniones, mítines o congresos. El ojetivo era divinizar al líder y encumbrarlo como “super-hombre” Cualquier manifestación artística fuera de eso no tenía cabida en el sistema del terror.
No se puede hablar de “estética del marxismo” puesto que no la hay, podemos hablar de imposición del mensaje marxista por la fuerza y el esfuerzo propagandístico para aplastar y silenciar a los pueblos.
Hitler usó la cartelería bolchevique, la parafernalia bolchevique y el sistema de terror bolchevique.
Tan eficaz era el sistema de terror marxista, que casi acabada la segunda guerra mundial y sabiendo de las canalladas, el salvajismo, la inhumanidad de las tropas del ejército bolchevique, la población civil y el ejército alemán vencido, buscaban a toda costa no caer en manos de aquellos salvajes comunistas entregándose en masa a los americanos, ingleses o franceses.
No sé qué significa eso de “demostrar nada” La historia es lo que es y sólo hay una. Sólo se puede engañar a los estúpidos o a los incultos.
Un saludo

ANGELCAIDOP4
05-jul.-2012, 16:39
Sólo se puede engañar a los estúpidos o a los incultos.

¿Impotencia?