Lucian
28-abr.-2012, 15:19
I
Aquí estoy. Regreso nuevamente
al hogar que una vez me ofreciste
para reposar en tus brazos tranquilamente.
La luz, el calor, tu corazón, todo persiste.
Luego te cuento como es del otro lado.
Cómo es estar sin tu presencia.
Ahora abrígame, hace frío, estoy mojado.
Secame con tu piel esta ausencia.
Encierrame en tu boca el sentimiento,
quítale las manchas de la soledad.
Antes de quedarme dormido, en un momento,
hazme saber de nuevo que soy tu necesidad.
II
A tu lado no sé de otras cosas
más de las que veo en tus manos.
Un conjunto de piedras preciosas
de las minas de mundos lejanos.
Se borra de mi alma lo conocido
y el espacio que queda es únicamente
para todo aquello que tengas escondido.
Lo que guardas secretamente.
Entonces recién empiezo a existir.
Todo cobra por fin un sentido.
Comprendo que así es realmente vivir
y que antes todo lo demás me ha mentido.
III
Paso de nuevo por el otro lado,
aprecio desde afuera los jardines.
El sol, el cristal, los jazmines,
todo está como lo he dejado.
Entre las ramas del árbol endulzado
cantan todavía los querubines.
Me encierra el recuerdo en los confines
que son marcados por el enrejado.
Muchas veces te he observado,
trato siempre que no me adivines.
Pronto, cuando al lago te inclines
junto a ti me verás reflejado.
Aquí estoy. Regreso nuevamente
al hogar que una vez me ofreciste
para reposar en tus brazos tranquilamente.
La luz, el calor, tu corazón, todo persiste.
Luego te cuento como es del otro lado.
Cómo es estar sin tu presencia.
Ahora abrígame, hace frío, estoy mojado.
Secame con tu piel esta ausencia.
Encierrame en tu boca el sentimiento,
quítale las manchas de la soledad.
Antes de quedarme dormido, en un momento,
hazme saber de nuevo que soy tu necesidad.
II
A tu lado no sé de otras cosas
más de las que veo en tus manos.
Un conjunto de piedras preciosas
de las minas de mundos lejanos.
Se borra de mi alma lo conocido
y el espacio que queda es únicamente
para todo aquello que tengas escondido.
Lo que guardas secretamente.
Entonces recién empiezo a existir.
Todo cobra por fin un sentido.
Comprendo que así es realmente vivir
y que antes todo lo demás me ha mentido.
III
Paso de nuevo por el otro lado,
aprecio desde afuera los jardines.
El sol, el cristal, los jazmines,
todo está como lo he dejado.
Entre las ramas del árbol endulzado
cantan todavía los querubines.
Me encierra el recuerdo en los confines
que son marcados por el enrejado.
Muchas veces te he observado,
trato siempre que no me adivines.
Pronto, cuando al lago te inclines
junto a ti me verás reflejado.