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Ver la Versión Completa : El hombre que se enamoraba de las flores.



Juan E
29-ene.-2012, 16:12
Byron Fernández, caminaba por el parque, y como tantas veces antes, sintió que su corazón galopaba desbocado cuando el aroma de su amada comenzó a percibirse en el aire calmo de esa tarde apacible y solitaria de primavera.

Vestido con un sobrio traje claro, parecía un paseante de otros tiempos, con su andar cadencioso y elegante, su camisa blanquísima e impecablemente planchada, su corbata fina, no muy llamativa, y sus anteojos de finos aros metálicos.

Caminando hacia el banco, junto al rosal, pensaba en la manera de declarar su amor. En el bolsillo del traje junto a su pecho, guardaba el presente con que intentaría ganar la atención de quién había conquistado su corazón.

Una vez sentado en el banco solitario, abrió con suavidad extrema una pequeña cajita de color escarlata. Dentro, un fino anillo de oro blanco, brillaba con el sol mortecino de la tarde. Byron sacó la joya de su estuche, y la coloco como en una ofrenda en una de las tantas ramitas de su amada.

El amante caballero, estuvo un buen rato, sentado allí, embelesado, contemplando la belleza frágil y suave de la rosa, a la vez que se dejaba invadir por el aroma dulce y penetrante con que ella le obsequiaba.

Por un instante, decidió abandonar la prudencia, y presa de un impulso irrefrenable, no se contuvo, estiró su mano derecha, y con un gesto calculado pero muy tierno, acarició con el revés de su mano la blanca piel de su amada.

La rosa, al sentir el contacto, se deshizo al instante, dejando caer sus pétalos en la oscura tierra. Byron, desesperado vio como su osada imprudencia destruía en un instante, y para siempre la belleza pura y delicada de su amada.

La noche caía pesadamente sobre el parque, los senderos, árboles, y el alma de Byron, se cubrían ahora con el manto oscuro de la noche. El amante estuvo por un rato pensante, los ojos se llenaron entonces de amarga desilusión, en el fondo, sabía, que la rosa no era para él. Byron tomó el anillo nuevamente, lo guardó en su cajita y pensó, que con la azucena quizás tendría más suerte.

Biby
01-feb.-2012, 10:41
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http://www.oremosjuntos.com/azucenas.gif


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Juan E
01-feb.-2012, 12:08
-


http://www.oremosjuntos.com/azucenas.gif



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Muchas gracias por tu presente Biby.

Biby
16-feb.-2012, 15:50
Es un placer, gracias por compartir estos poemas, continuemos con las flores.


http://www.urbanity.biz/albums/pics/Stradivarius1.jpg

Florecemos, aupados por la lumbre,
con la inocencia de agua que respira
el anónimo olor de los claveles.

Nos embrujan las plantas y los pájaros,
el desuello, las flores invernales,
como una cantinela abovedada
que resurge del polvo de los días.

La noche es una estrella sin raíces
que ampara el canto triste de las horas
en las que se suceden ansia y espejo.

Es la naturaleza de la noche
escuchar el silencio de los búhos,
atesorar el llanto del murciélago.

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Mªndrªg°rª
17-feb.-2012, 14:19
La noche caía pesadamente sobre el parque, los senderos, árboles, y el alma de Byron, se cubrían ahora con el manto oscuro de la noche. El amante estuvo por un rato pensante, los ojos se llenaron entonces de amarga desilusión, en el fondo, sabía, que la rosa no era para él. Byron tomó el anillo nuevamente, lo guardó en su cajita y pensó, que con la azucena quizás tendría más suerte.

Me recordo al ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde... por aquello del sacrificio y el desatino.

Salu2

Juan E
17-feb.-2012, 16:59
Biby ese poema le cae al pelo a Byron.

Mandrágora, tenès razón, a veces nos sacrificamos por locuras, pero son sacrificios hechos con gusto.

parzival
19-feb.-2012, 09:05
Juan, siempre es un placer leerte, me gustan mucho tus relatos por esa imaginación que presentan, por la descripción de los hechos. Ojalá Byron no pretenda enamorar al girasol, que aquella flor solo tiene ojos para uno.

Socorp
19-feb.-2012, 09:18
Me recordo al ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde... por aquello del sacrificio y el desatino.

Salu2Me sacaste las palabras del teclado.

Increible, pero a mi también se me vino a la mente el ruiseñor y la rosa.

Mªndrªg°rª
19-feb.-2012, 09:26
Me sacaste las palabras del teclado.

Increible, pero a mi también se me vino a la mente el ruiseñor y la rosa.

La parte donde el ruiseñor sacrifica hasta la ùltima gota de sangre a cambio de convertir la rosa blanca en roja, para el capricho de la doncella que al final ni toma en cuenta al pretendiente y este no valora tampoco el sacrificio de la ave.

Saludos Osito :wink:

Socorp
19-feb.-2012, 12:04
La parte donde el ruiseñor sacrifica hasta la ùltima gota de sangre a cambio de convertir la rosa blanca en roja, para el capricho de la doncella que al final ni toma en cuenta al pretendiente y este no valora tampoco el sacrificio de la ave.
No vas a comparar el valor de una joya con una rosa roja....:sneaky2:


Saludos Osito :wink:
:blushing: ¿Tù también?...:001_wub:

Mªndrªg°rª
19-feb.-2012, 15:08
No vas a comparar el valor de una joya con una rosa roja....:sneaky2:


:blushing: ¿Tù también?...:001_wub:

Ja ja ja ja Socorp para algunas vale màs la rosa en su pureza que la joya, pero un brillante siempre ayuda..

Si, usted es un osito...

Caballero Blanco
19-feb.-2012, 15:36
Byron Fernández, caminaba por el parque, y como tantas veces antes, sintió que su corazón galopaba desbocado cuando el aroma de su amada comenzó a percibirse en el aire calmo de esa tarde apacible y solitaria de primavera.

Vestido con un sobrio traje claro, parecía un paseante de otros tiempos, con su andar cadencioso y elegante, su camisa blanquísima e impecablemente planchada, su corbata fina, no muy llamativa, y sus anteojos de finos aros metálicos.

Caminando hacia el banco, junto al rosal, pensaba en la manera de declarar su amor. En el bolsillo del traje junto a su pecho, guardaba el presente con que intentaría ganar la atención de quién había conquistado su corazón.

Una vez sentado en el banco solitario, abrió con suavidad extrema una pequeña cajita de color escarlata. Dentro, un fino anillo de oro blanco, brillaba con el sol mortecino de la tarde. Byron sacó la joya de su estuche, y la coloco como en una ofrenda en una de las tantas ramitas de su amada.

El amante caballero, estuvo un buen rato, sentado allí, embelesado, contemplando la belleza frágil y suave de la rosa, a la vez que se dejaba invadir por el aroma dulce y penetrante con que ella le obsequiaba.

Por un instante, decidió abandonar la prudencia, y presa de un impulso irrefrenable, no se contuvo, estiró su mano derecha, y con un gesto calculado pero muy tierno, acarició con el revés de su mano la blanca piel de su amada.

La rosa, al sentir el contacto, se deshizo al instante, dejando caer sus pétalos en la oscura tierra. Byron, desesperado vio como su osada imprudencia destruía en un instante, y para siempre la belleza pura y delicada de su amada.

La noche caía pesadamente sobre el parque, los senderos, árboles, y el alma de Byron, se cubrían ahora con el manto oscuro de la noche. El amante estuvo por un rato pensante, los ojos se llenaron entonces de amarga desilusión, en el fondo, sabía, que la rosa no era para él. Byron tomó el anillo nuevamente, lo guardó en su cajita y pensó, que con la azucena quizás tendría más suerte.
Que bonito....

Buen día.

Juan E
19-feb.-2012, 15:43
Juan, siempre es un placer leerte, me gustan mucho tus relatos por esa imaginación que presentan, por la descripción de los hechos. Ojalá Byron no pretenda enamorar al girasol, que aquella flor solo tiene ojos para uno.

Pobre girasol, es peor que Byron, por lo menos èste cuando se siente rechazado busca en otro jardin...

Juan E
19-feb.-2012, 15:45
Me sacaste las palabras del teclado.

Increible, pero a mi también se me vino a la mente el ruiseñor y la rosa.

Ahh de los sacrificios no recompensados!!!, cuantos poetas nacieron gracias a ellos.

Juan E
19-feb.-2012, 15:46
Que bonito....

Buen día.

Gracias por tus palabras Caballero Blanco.

Mªndrªg°rª
02-mar.-2012, 14:22
http://2.bp.blogspot.com/_htnc6HAPUu0/TTVQkrSVAYI/AAAAAAAAAOg/J-bQx2Tvgeg/s320/principito.jpg