Porcia
04-dic.-2007, 06:22
La propuesta del presidente francés, Nicolás Sarkozy, de administrar a los pederastas fármacos para reducir su apetito sexual o realizarles una "castración química" ha suscitado un amplio debate entre los especialistas y en la comunidad en general.
La presidenta de la Asociación Estatal de Profesionales de Sexología de España, Ana Fernández Alonso, se ha opuesto a generalizar la castración química como medida para combatir la pederastia o evitar que lo violadores reincidan. La profesional considera que es más efectivo hacer una terapia individualizada que responda a las características y necesidades del paciente, de este modo se puede inhibir la agresividad del delincuente. La presidenta de la asociación ha matizado que este tipo de "problemas" responden a "conductas sexuales" por lo que las autoridades deberían tener en cuenta la figura del sexólogo a la hora de tratar a un pederasta.
El tratamiento de la castración química se basa en la administración al paciente de compuestos que reducen los niveles de testosterona, la hormona que regula el deseo sexual. La castración química no es irreversible, a diferencia de la castración física, y será aplicada a los delincuentes franceses reincidentes, con su aceptación voluntaria expresa.
Los expertos alertan de que la castración química no es del todo efectiva pues no se obtiene un bloqueo completo de la erección porque ésta no depende al 100% de la testosterona.
Los médicos consideran, además, que de ser obligatorio "podría plantear problemas éticos a la medicina porque se trata de un tratamiento que cambia la personalidad de las personas y reduce su masculinidad".
Los pioneros en la materia son los estadounidenses. En septiembre de 1996 California se convirtió en el primer estado norteamericano en aprobar la castración química como requisito obligatorio para que algunos reos pederastas pudieran tener acceso a la libertad condicional. La castración es opcional para los pederastas primerizos y obligatoria para los reincidentes. En ambos casos, los condenados pueden escoger entre la castración permanente (extirpación quirúrgica de los testículos) y la temporal (inyecciones semanales de Depo- Provera). Un año después, en 1997, Florida aprobó su ley de castración de delincuentes sexuales reincidentes que quieren acceder a la libertad condicional.
(por Ivana Fischer
Técnica en Comunicación Social, Universidad Nacional de Entre Ríos, Arg)
La presidenta de la Asociación Estatal de Profesionales de Sexología de España, Ana Fernández Alonso, se ha opuesto a generalizar la castración química como medida para combatir la pederastia o evitar que lo violadores reincidan. La profesional considera que es más efectivo hacer una terapia individualizada que responda a las características y necesidades del paciente, de este modo se puede inhibir la agresividad del delincuente. La presidenta de la asociación ha matizado que este tipo de "problemas" responden a "conductas sexuales" por lo que las autoridades deberían tener en cuenta la figura del sexólogo a la hora de tratar a un pederasta.
El tratamiento de la castración química se basa en la administración al paciente de compuestos que reducen los niveles de testosterona, la hormona que regula el deseo sexual. La castración química no es irreversible, a diferencia de la castración física, y será aplicada a los delincuentes franceses reincidentes, con su aceptación voluntaria expresa.
Los expertos alertan de que la castración química no es del todo efectiva pues no se obtiene un bloqueo completo de la erección porque ésta no depende al 100% de la testosterona.
Los médicos consideran, además, que de ser obligatorio "podría plantear problemas éticos a la medicina porque se trata de un tratamiento que cambia la personalidad de las personas y reduce su masculinidad".
Los pioneros en la materia son los estadounidenses. En septiembre de 1996 California se convirtió en el primer estado norteamericano en aprobar la castración química como requisito obligatorio para que algunos reos pederastas pudieran tener acceso a la libertad condicional. La castración es opcional para los pederastas primerizos y obligatoria para los reincidentes. En ambos casos, los condenados pueden escoger entre la castración permanente (extirpación quirúrgica de los testículos) y la temporal (inyecciones semanales de Depo- Provera). Un año después, en 1997, Florida aprobó su ley de castración de delincuentes sexuales reincidentes que quieren acceder a la libertad condicional.
(por Ivana Fischer
Técnica en Comunicación Social, Universidad Nacional de Entre Ríos, Arg)