El nene del piano
13-dic.-2011, 23:17
Muchas veces me pregunté a mi mismo cuando comenzó todo este asunto, donde arrancó este extraño camino de insensibilización al uno se debe entregar para llegar a donde a donde está.
Uno cuando es niño desconoce de limitaciones, piensa que con un mínimo esfuerzo, el mundo le tirará las pautas a seguir para que el progrese en un camino recto donde los obstáculos no son mas que meras molestias que desaparecerán una vez que aparezcan nuevas prioridades.
Sin embargo, en este camino, el ego se ve sometido a una serie golpes muy punzantes, llega un momento en el que tocamos tierra, miramos sorprendidos a nuestro alrededor y llegamos a la conclusión de que no nos gusta lo que vemos, claro, es evidente, estamos incompletos.
Buscamos algo que nos distraiga, que nos rellene los huecos, cosas con las que podamos vivir con una pequeña motivación, un objetivo donde fijar la cabeza, en mi caso, fueron las mujeres. Muy mala decisión, por que teniendo en cuenta que yo no tenía ningún tipo de atractivo (o muy escaso tal vez) y además cargar con una humildad y timidez enormes, probablemente ese no era un objetivo que yo pudiese manejar. Y como todo objetivo imposible, me obsesioné con el, lo que hizo las cosas aún mas difíciles. Ha habido días donde la amargura me tapaba la respiración y yo me sorprendía al sentir como el dolor de un corazón podía manifestarse físicamente de una manera tan poderosa.
Recuerdo que muchas veces me planteé quitarme la vida, lo veía como algo sencillo e indoloro, me parecía un acto natural y espontaneo pegarme un tiro, otras veces fantaseé con volarme los cesos dentro de un bus repleto solo para darle un susto al la gente, o colgarme de un árbol de navidad, como alegoría al incidente que tubo mi madre con antidepresivos y la champaña el 25 de diciembre de un año que ya creo haber olvidado.
Pensé que encontraría el amor, me equivoqué
Pensé que encontraría alivio en la lástima ajena, me equivoqué
Pensé que encontraría distracciones en los deportes u otras actividades, me equivoqué
Pensé que encontraría alivio en las drogas, me equivoqué
Pensé que encontraría ese ‘’amor perdido’’ en los brazos de mi madre, me equivoqué
Pensé que encontraría solución con terapia, me equivoqué
Recuerdo que en momentos de profunda depresión le preguntaba a mi padre si enrealidad, no es un error de el destino que los humanos lleguemos aquí y si vale la pena vivir estas cosas, siendo que la muerte parece una opción tan tentadora, la que nos seduce con su interminable anestesia. El se secó las lagrimas de sus ojos y mi confesó_ Yo a tu abuela le pregunté lo mismo una vez… que si no es mucho mas agradable no haber nacido antes que tener que enfrentarse a un mundo que a veces es tan negro… ella nunca supo responderme, y ahora lamento haberle hecho sentir lo que vos me estas haciendo sentir ahora. Primero lo tomé a mal, ya que se trataba de mí, de mí dolor y necesitaba alguien que absorbiera un poco de el. Pero luego me dí cuenta de que no era justo para el, y aprendí un arte que de apoco fui perfeccionando, el arte de tragar lágrimas, de gritar con las sabanas en la boca, de hundir penas en noches interminables.
Este camino tan duro, sin embargo me ha enseñado muchas cosas
Pude adquirir y desarrollar un gran sentido de la empatía
Aprendí que esperar ‘’justicia’’ del amor, es un concepto falso que solo sirve como excusa a la obsesión, el amor no es justo, la vida menos y esperar que así sea es solo para ilusos
Aprendí a olvidarme de las esperanzas, las cuales no son más que pequeñas luces en el firmamento que solo sirven para verlas caer
Aprendí que tengo que dejar de pretender ser feliz, hay gente que sobrevive con mucho menos yo no tendría por que ser la excepción
Por lo pronto, los tiempos han mejorado algo… si bien ya no sonrío ni lloro como antes, siento que encontré una especie de equilibrio, una forma de mantenerme erguido a pesar de todos los estacazos que llevo encima, una estabilidad emocional que estaba esperando hace mucho.
Por eso creo que mi adolescencia ya de apoco se está desvaneciendo, creo que aprendí un poco de lo que es crecer, aunque tal vez este aún muy lejos de madurar. Aún tengo miedo, tengo miedo de que nada cambie, pero al menos se que me puedo mantener en pié.
En parte estoy hasta orgulloso de mí, y por eso quería compartirlo, es mas, tal vez que yo piense que este escrito les importa, es una prueba de que mi ego ya no esta tan por el piso
La vida puede romperte el corazón, quebrarte la voluntad, quemarte el cerebro, quitarte las ilusiones y el valor de soñar. Pero mientras tengas un par de piernas y una columna firme, siempre podrás aparentar que estás bien...
Buenas noches y gracias
Uno cuando es niño desconoce de limitaciones, piensa que con un mínimo esfuerzo, el mundo le tirará las pautas a seguir para que el progrese en un camino recto donde los obstáculos no son mas que meras molestias que desaparecerán una vez que aparezcan nuevas prioridades.
Sin embargo, en este camino, el ego se ve sometido a una serie golpes muy punzantes, llega un momento en el que tocamos tierra, miramos sorprendidos a nuestro alrededor y llegamos a la conclusión de que no nos gusta lo que vemos, claro, es evidente, estamos incompletos.
Buscamos algo que nos distraiga, que nos rellene los huecos, cosas con las que podamos vivir con una pequeña motivación, un objetivo donde fijar la cabeza, en mi caso, fueron las mujeres. Muy mala decisión, por que teniendo en cuenta que yo no tenía ningún tipo de atractivo (o muy escaso tal vez) y además cargar con una humildad y timidez enormes, probablemente ese no era un objetivo que yo pudiese manejar. Y como todo objetivo imposible, me obsesioné con el, lo que hizo las cosas aún mas difíciles. Ha habido días donde la amargura me tapaba la respiración y yo me sorprendía al sentir como el dolor de un corazón podía manifestarse físicamente de una manera tan poderosa.
Recuerdo que muchas veces me planteé quitarme la vida, lo veía como algo sencillo e indoloro, me parecía un acto natural y espontaneo pegarme un tiro, otras veces fantaseé con volarme los cesos dentro de un bus repleto solo para darle un susto al la gente, o colgarme de un árbol de navidad, como alegoría al incidente que tubo mi madre con antidepresivos y la champaña el 25 de diciembre de un año que ya creo haber olvidado.
Pensé que encontraría el amor, me equivoqué
Pensé que encontraría alivio en la lástima ajena, me equivoqué
Pensé que encontraría distracciones en los deportes u otras actividades, me equivoqué
Pensé que encontraría alivio en las drogas, me equivoqué
Pensé que encontraría ese ‘’amor perdido’’ en los brazos de mi madre, me equivoqué
Pensé que encontraría solución con terapia, me equivoqué
Recuerdo que en momentos de profunda depresión le preguntaba a mi padre si enrealidad, no es un error de el destino que los humanos lleguemos aquí y si vale la pena vivir estas cosas, siendo que la muerte parece una opción tan tentadora, la que nos seduce con su interminable anestesia. El se secó las lagrimas de sus ojos y mi confesó_ Yo a tu abuela le pregunté lo mismo una vez… que si no es mucho mas agradable no haber nacido antes que tener que enfrentarse a un mundo que a veces es tan negro… ella nunca supo responderme, y ahora lamento haberle hecho sentir lo que vos me estas haciendo sentir ahora. Primero lo tomé a mal, ya que se trataba de mí, de mí dolor y necesitaba alguien que absorbiera un poco de el. Pero luego me dí cuenta de que no era justo para el, y aprendí un arte que de apoco fui perfeccionando, el arte de tragar lágrimas, de gritar con las sabanas en la boca, de hundir penas en noches interminables.
Este camino tan duro, sin embargo me ha enseñado muchas cosas
Pude adquirir y desarrollar un gran sentido de la empatía
Aprendí que esperar ‘’justicia’’ del amor, es un concepto falso que solo sirve como excusa a la obsesión, el amor no es justo, la vida menos y esperar que así sea es solo para ilusos
Aprendí a olvidarme de las esperanzas, las cuales no son más que pequeñas luces en el firmamento que solo sirven para verlas caer
Aprendí que tengo que dejar de pretender ser feliz, hay gente que sobrevive con mucho menos yo no tendría por que ser la excepción
Por lo pronto, los tiempos han mejorado algo… si bien ya no sonrío ni lloro como antes, siento que encontré una especie de equilibrio, una forma de mantenerme erguido a pesar de todos los estacazos que llevo encima, una estabilidad emocional que estaba esperando hace mucho.
Por eso creo que mi adolescencia ya de apoco se está desvaneciendo, creo que aprendí un poco de lo que es crecer, aunque tal vez este aún muy lejos de madurar. Aún tengo miedo, tengo miedo de que nada cambie, pero al menos se que me puedo mantener en pié.
En parte estoy hasta orgulloso de mí, y por eso quería compartirlo, es mas, tal vez que yo piense que este escrito les importa, es una prueba de que mi ego ya no esta tan por el piso
La vida puede romperte el corazón, quebrarte la voluntad, quemarte el cerebro, quitarte las ilusiones y el valor de soñar. Pero mientras tengas un par de piernas y una columna firme, siempre podrás aparentar que estás bien...
Buenas noches y gracias