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30-nov.-2007, 21:53
Presidentes de Venezuela, Ecuador y Bolivia buscan concentrar poder

Por Redacción Internacional y agencias de noticias AFP, EFE, AP y DPA

Gobiernos de países golpeados por crisis políticas, como Ecuador, Venezuela y Bolivia, han buscado en las asambleas constituyentes el medio para “refundar” sus naciones, al contar con la elevada popularidad de sus mandatarios, pero también enfrentados a los opositores que temen que concentren todos los poderes gracias a una Constitución a la medida.

En Ecuador, la Asamblea Constituyente quedó instalada ayer; en Venezuela, se efectuará el domingo próximo el referendo para votar por reformas impulsadas por el Gobierno, que generan marchas a favor y en contra de los cambios, y en Bolivia, los asambleístas oficialistas acaban de aprobar un texto constitucional en primera instancia, en medio de violentas protestas callejeras.

En los casos ecuatoriano, venezolano y boliviano, las asambleas constituyentes se plantean como “fundacionales o refundacionales, ligadas a una suerte de cambio profundo, con movilización, con actitudes de revolución de nuevo estilo, y generalmente atadas a fuertes liderazgos caudillistas”, señaló el politólogo Luis Verdesoto.

“Da la impresión de que se están formando pequeños emperadores en la América andina, con un excesivo desequilibrio del poder de la función Ejecutiva respecto de las otras (funciones del Estado)”, opinó Verdesoto, profesor del Programa de Estudios Políticos, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), con sede en Quito.

Marta Lagos, directora de la Corporación Latinobarómetro, con sede en Chile, que hace estudios de opinión en la región, consideró que los procesos “refundacionales” suscitan gran expectativa entre los ciudadanos.

Demasiado poder

Cuando la gente pone sus esperanzas en una persona hay riesgo de que “ésta pueda personalizar demasiado el poder y eso, en vez de consolidar la democracia, la debilita”, afirmó Lagos.

En Venezuela, el presidente Hugo Chávez promovió a comienzos de su mandato, en 1999, un proceso constituyente que reformó la Constitución, le permitió extender su período y ser reelecto en el 2006. Luego, sus seguidores coparon la Asamblea Nacional (el Congreso), ya que sus opositores optaron por no participar en los comicios.

En Ecuador, el mandatario Rafael Correa ganó en el 2006 las elecciones, con la oferta de campaña de convocar a una asamblea constituyente que su partido ganó abrumadoramente y fue instalada ayer con 80 asambleístas de Correa, del total de 130 curules.

Entre las primeras decisiones que tomará la Asamblea Constituyente será cesar el Congreso, integrado por opositores al mandatario ecuatoriano.

En Bolivia, la mayoría oficialista de la Asamblea Constituyente aprobó la noche del sábado recién pasado el texto global de la nueva Constitución, en ausencia de la oposición, que será posteriormente discutida artículo por artículo, informó la presidenta del órgano, Silvia Lazarte.

Esta acción “unilateral” desencadenó protestas de la oposición y huelgas en seis de los nueve departamentos de Bolivia, que concluyó con la muerte de tres personas, y convocaron otra huelga para el próximo lunes.

Mientras tanto, el presidente Evo Morales afirmó que con este paso se “refundará” un país socialista.

Ilegítimo

Analistas advierten que dicha aprobación difícilmente superará su déficit de legitimidad, debido a que se ignoró a medio país y fue aprobada “bajo fusiles” y con “sangre en las calles”.

Chávez, Correa y Morales gozan de gran respaldo popular y han mantenido constantes confrontaciones con los opositores que no conforman un frente común, sino que están divididos, en los casos venezolano y ecuatoriano y, con afanes independentistas, en el boliviano. Además, los tres mandatarios han exhibido una permanente retórica anti Estados Unidos.

Los tres presidentes coinciden en afirmar que centran sus esfuerzos en atender a los sectores populares y que buscan conducir a sus países hacia el “socialismo del siglo XXI”, para repartir igualdad y justicia social.

En el ámbito económico, son partidarios de implantar una mayor presencia del Estado en la economía.