pablo ramos
25-sep.-2011, 04:03
El jueves 29 es el Día Mundial del Corazón. Ese músculo insomne que se mueve porque tiene ganas, tiene su Día, y no le hacemos regalos. O se los hacemos, como todos los días, con algo lo jodemos un poquito.
Dicen que lo cagamos con tabaco -propio o ajeno-, con alcohol, grasas, esfuerzos indebidos, en fin, todas las cosas que sabemos y las que no sabemos.
Y, normalmente, con el amor, porque no conozco a nadie que alguna vez no haya tenido amores que no salieron como querían.
Los que lo inventaron, supusieron que un anillo en el anular -ese dedito en el que se siente el latido-, "aseguraba" el amor entre los que se lo colocaban, apretando un poquito el pobre corazón. Que en realidad sufría de que lo quisieran tener así apretado toda la vida en lugar de dejarlo libre toda la vida.
Hace unos años, me hicieron una cosa en el corazón, le pusieron no se que trasto adentro para que siga andando, y allí va el muy amigo. Sufriendo, claro, libre pero sufriendo, porque su propietario viene dándole por el culo desde chiquito, no solo con el cigarro,el alcohol, las grasas y toda la pesca, sino con el amor, claro, que siempre hay alguno girando. Yo creo que mi corazón guarda cicatrices de cada uno de los amores correspondidos y no, lo que me hace suponer que ya es en verdad una enorme cicatriz de cicatrices. Y allí está, el bobo, dale que te pego. Ya acostumbrado, espera con cada golpe que dá, una cicatriz nueva. Algún día, cuando ya esté harto, de cicatrices o de mí, me dirá chau, ya me has cansado.
Si puedo, le diré chau y gracias. Si llego hasta el jueves, ese día me fumaré lo de todos los días, me tomaré lo de todos los días, comeré salado y graso, y también, siendo su día, le diré gracias. Porque no se puede vivir sin cicatrices.
Chau
Dicen que lo cagamos con tabaco -propio o ajeno-, con alcohol, grasas, esfuerzos indebidos, en fin, todas las cosas que sabemos y las que no sabemos.
Y, normalmente, con el amor, porque no conozco a nadie que alguna vez no haya tenido amores que no salieron como querían.
Los que lo inventaron, supusieron que un anillo en el anular -ese dedito en el que se siente el latido-, "aseguraba" el amor entre los que se lo colocaban, apretando un poquito el pobre corazón. Que en realidad sufría de que lo quisieran tener así apretado toda la vida en lugar de dejarlo libre toda la vida.
Hace unos años, me hicieron una cosa en el corazón, le pusieron no se que trasto adentro para que siga andando, y allí va el muy amigo. Sufriendo, claro, libre pero sufriendo, porque su propietario viene dándole por el culo desde chiquito, no solo con el cigarro,el alcohol, las grasas y toda la pesca, sino con el amor, claro, que siempre hay alguno girando. Yo creo que mi corazón guarda cicatrices de cada uno de los amores correspondidos y no, lo que me hace suponer que ya es en verdad una enorme cicatriz de cicatrices. Y allí está, el bobo, dale que te pego. Ya acostumbrado, espera con cada golpe que dá, una cicatriz nueva. Algún día, cuando ya esté harto, de cicatrices o de mí, me dirá chau, ya me has cansado.
Si puedo, le diré chau y gracias. Si llego hasta el jueves, ese día me fumaré lo de todos los días, me tomaré lo de todos los días, comeré salado y graso, y también, siendo su día, le diré gracias. Porque no se puede vivir sin cicatrices.
Chau