PDA

Ver la Versión Completa : Poetas y peces.



Lucian
13-ago.-2011, 00:23
Una esquina por la que cruzo todas las noches- una esquina
más de esta ciudad que se hace gracias a una casa antigua,
de esas altas del tipo colonial- una esquina por la que paso
siempre tiene a la vista del público un acuario cuyo único
fin no es otro que el de ornamento; condición que se deduce
más fácilmente al entrar en dicho lugar ya que es un negocio
que nada tiene que ver con la vida acuática.
En realidad lo que yo digo, respecto a la utilidad decorativa
del acuario, es, en realidad, lo que creen los demás y es que
nadie tuvo tiempo todavía de pararse frente a esos ventanales
y preguntarse de qué se trata realmente. La vida todo el tiempo
pone ante nuestros ojos su rostro desnudo, deseoso de un
exhaustivo exámen que revelen las líneas que lo surcan y que
son, finalmente, las que lo hacen tan hermosamente complejo.
Pero solo unos cuántos son los que pueden hacer esto y yo me
encuentro entre ellos. No me tomó mucho tiempo, luego de
haber contemplado aquellos acuarios, comprender que así
son los sueños. Los deseos más grandes que puede tener un
ser humano son como un pez. Pude ver todos los anhelos de
paz, de dicha eterna, tallados en las escamas de aquellas
criaturas, en el ondular de sus aletas y en lo intenso de sus ojos.
Se mueven de esa misma forma también. Si uno recuerda
esa sensación en el pecho que luego sube a la garganta y
quiere escapar en forma de suspiro, si uno recuerda esa
sensación que despierta en un momento de intenso bienestar,
se da cuenta de que esa sensación lo recorrió tal y como
recorren de un lado a otro aquellos peces su claustro de cristal.
Con esa misma gracia, con esa velocidad ¡Y esos colores tan vivos!
¿No son acaso los mismos colores que aparecen en ese sueño
ideal? Voy
Voy a pasar una y otra noche por esa esquina y seguiré viendo
a los mismos peces; girando en el mismo lugar; encontrándose
una y otra vez con un trozo de vidrio cruel; sin poder encontrar
ese río que los convierta de un sueño hermoso a una realidad
divina. Y vendrán más y más peces y todos morirán girando.
Solo cuando se comprende que todo aquello a lo que aspiramos
es lo que siempre nos huirá, y nos detenemos por un momento
a apreciar la belleza irónica de esto -porque al estar en nuestras
manos lo ensuciaríamos ocasionando así la pérdida de su pureza-
sólo entonces, decía, podemos pararnos frente a un acuario,
acercar un poco la cara al cristal y dejar ir una sonrisa rápida;
sin mostrar los dientes y que se desvanezca tan rápido como las
burbujas que hacen posible la permanencia de aquellas criaturas
con vida. Luego solo resta volver a casa y sentirnos satisfechos

Mªndrªg°rª
13-ago.-2011, 14:53
Me gusta como escribes eso ya lo sabes sin duda, sin embargo lo último que has publicado se me hace más reflexivo

Si uno recuerda
esa sensación en el pecho que luego sube a la garganta y
quiere escapar en forma de suspiro, si uno recuerda esa
sensación que despierta en un momento de intenso bienestar,
se da cuenta de que esa sensación lo recorrió tal y como
recorren de un lado a otro aquellos peces su claustro de cristal.
Con esa misma gracia, con esa velodad ¡Y esos colores tan vivos!
¿No son acaso los mismos colores que aparecen en ese sueño
ideal? Voy

Me quedo con esta parte.

Saludos