Jesús sin Gloria
13-may.-2011, 14:51
No sé qué vale más en una despedida: el abrazo que sin dar consuelo hace recordar los momentos vividos, haciendo del dolor de la partida un sufrimiento más profundo y sincero, o serán las palabras, ese torpe balbuceo de tu pobre intelecto, nublado por la tempestad de la nostalgia amarga, que sin poder entender lo que tu corazón habla, la otra persona, la que te escucha, ese ser que en aquel instante nos parece un tesoro hermoso y de valor inestimable entiende perfectamente lo que queremos decirle pero no podemos por la estúpida vergüenza y la tristeza que embarga la razón de nuestra alma…
No sé qué vale más en una despedida, posiblemente sea la mirada, aquel instante de eternidad que nos deja mirar a través de la cristalería bien labrada, la delicada luz blanca que proviene de nuestra alma; Aquella verdad innata que no miente ni engaña, aquella verdad que habla por sí sola, sin necesidad de palabras; solo un instante basta para enamorarse de la persona indicada, de esa persona que es luz y agua que hace florecer el jardín del alma…
Y ahora que me doy cuenta, siento paz; el soplo de viento que con suaves palabras me anuncia calma… calma y serenidad de saber que a donde vayas, mis sueños y triunfos te alcanzaran… de saber que no te vas, pues tu amor, seguirá en mi corazón y me dará fuerzas para salir adelante. Acéptalo, tú no te vas, pues te llevo conmigo, en mi corazón, por siempre.
Otra cosa, nunca pienses que estás sola, te tienes a ti, tienes el deber de cuidarte y ayudarte a superar tus miedos, enojos y dificultades, pues el ascenso a la montaña es duro y cansado, pero con perseverancia todo es posible. Eres dueña de la mayor parte de tu vida, aprende a dominar el camino, se impetuosa y toma las oportunidades que veas que son mejor.
No tomes el camino fácil, ni tampoco el que veas más difícil, toma el camino correcto, el que tu decidas tomar, no desperdicies tu vida sofriendo, ni en cosas que son inútiles, la vida es solo una y es por eso que debes de tomar el camino que a ti te guste, pues el que hace las cosas que le gustan está condenado al éxito que llegara cuando tenga que llegar, y sin ningún esfuerzo, pues te mueve la corriente natural de la vida.
Te veo después, este adiós no es para siempre, solo es un adiós, un momento de angustia y desesperación, pero si hay algo que eh aprendido, es que tras la tormenta esta el Sol, que con su rayo de luz abate las nubes negras y hace florecer la felicidad; De igual forma el invierno, que por ser duro y extremo, hace morir la vida, pero no del todo, pues quienes resisten y se adaptan, logran sobrevivir, recompensados con el cálido amanecer de la primavera … Adiós amiga y gracias.
No sé qué vale más en una despedida, posiblemente sea la mirada, aquel instante de eternidad que nos deja mirar a través de la cristalería bien labrada, la delicada luz blanca que proviene de nuestra alma; Aquella verdad innata que no miente ni engaña, aquella verdad que habla por sí sola, sin necesidad de palabras; solo un instante basta para enamorarse de la persona indicada, de esa persona que es luz y agua que hace florecer el jardín del alma…
Y ahora que me doy cuenta, siento paz; el soplo de viento que con suaves palabras me anuncia calma… calma y serenidad de saber que a donde vayas, mis sueños y triunfos te alcanzaran… de saber que no te vas, pues tu amor, seguirá en mi corazón y me dará fuerzas para salir adelante. Acéptalo, tú no te vas, pues te llevo conmigo, en mi corazón, por siempre.
Otra cosa, nunca pienses que estás sola, te tienes a ti, tienes el deber de cuidarte y ayudarte a superar tus miedos, enojos y dificultades, pues el ascenso a la montaña es duro y cansado, pero con perseverancia todo es posible. Eres dueña de la mayor parte de tu vida, aprende a dominar el camino, se impetuosa y toma las oportunidades que veas que son mejor.
No tomes el camino fácil, ni tampoco el que veas más difícil, toma el camino correcto, el que tu decidas tomar, no desperdicies tu vida sofriendo, ni en cosas que son inútiles, la vida es solo una y es por eso que debes de tomar el camino que a ti te guste, pues el que hace las cosas que le gustan está condenado al éxito que llegara cuando tenga que llegar, y sin ningún esfuerzo, pues te mueve la corriente natural de la vida.
Te veo después, este adiós no es para siempre, solo es un adiós, un momento de angustia y desesperación, pero si hay algo que eh aprendido, es que tras la tormenta esta el Sol, que con su rayo de luz abate las nubes negras y hace florecer la felicidad; De igual forma el invierno, que por ser duro y extremo, hace morir la vida, pero no del todo, pues quienes resisten y se adaptan, logran sobrevivir, recompensados con el cálido amanecer de la primavera … Adiós amiga y gracias.