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Lucian
04-ene.-2011, 11:44
La predisposición de los días de verano a pasar
desapercibidos es completamente nula y por ende,
me veo obligado a tomar medidas al respecto.
No puedo pasar tres meses viendo como mis sentidos
van perdiendo agudeza. Voy a mi cuarto, busco toda
la ropa de abrigo que tengo, elijo unos cuántos libros,
no importa cuales siempre y cuando sean de literatura.
Armado ya con todo mi equipaje subo las escaleras hasta
la terraza pero, justo cuando estoy por llegar me sorprende
el guardia del edificio. Sentado en el último escalón,
acomodando unos papeles en una carpeta puesta dos
escalones abajo. El encuentro inesperado me provoca un
sobresalto y dejo caer algunas de mis pertenencias que
ruedan escaleras abajo pero esto no parece afectar en lo
más mínimo la tranquilidad de este hombre y sin dirigirme
la mirada y con voz serena me pregunta:
-¿Escapandote del verano otra vez, intento de ser humano?
-Mis asuntos no le interesan- Respondí.
-Realmente no. No deberían pero hay que detenerse a
pensar por un momento en esto: Las tiendas están llenas
de artículos de la temporada, los lugares destinados al descanso
ya abrieron sus puertas ¿realmente defraudarás a todas esas
personas huyendo como en cada verano para regresar otra
vez en invierno, oculto entre la bufanda y el sobretodo, la gorra
y los guantes, en silencio, como llega un esposo después de asquearse
de la bebida y la música fuerte?
-Sí- Le respondí sin más ni menos.
-¡Pero quien te crees! ¿Cómo desprecias así la felicidad que
te ofrece tu gente?
-De estar en el lugar que le corresponde, con mucho gusto respondería
a su pregunta pero, resulta que está del lado equivocado que
requiere su función -y continué- ¿Cómo se atrave usted, más bien,
a abusar de la confianza que genera en su función y venirse tan arriba?
El hombre se rascó la cabeza algo confundido. Miré hacia los costados
buscando la forma de aturdirlo más y proseguí:
-¡Si hubiera estado ahí abajo para ayudar a la mujer que fue asaltada
yo le habría respondido eso y más, a usted, a la ciudad, al mundo!
-Está bien. Ya sé qué quiere decirme -me respondió- ¿Pero, qué puedo
hacer?
-Darme lugar para que me vaya.
-Claro.
Y haciendose a un costado para darme paso me preguntó:
-¿Hacia dónde se va esta vez?
-Bueno, cuando llegue hasta el círculo polar ártico me voy
a decidir.
Llegué a la terraza y di inicio a mi viaje. Me estaba elevando
cuando la puerta se abrió violentamente. Era el guardia que
traía algo entre las manos. No sé qué era, quizás algo que se me
había caído por las escaleras al encontrarme con él pero ya estaba
muy alto como para oirlo, solo podía verlo gesticular con desesperación
y a los pocos segundos no lo vi más y me hice a las nubes

Am@nda
04-ene.-2011, 11:53
http://farm3.static.flickr.com/2210/1505976877_4f74f6baba.jpg

Puedes escapar de todo menos de ti mismo.

Lucian
04-ene.-2011, 11:55
No me mates la ilusión. No esta vez.

Am@nda
04-ene.-2011, 12:00
No me mates la ilusión. No esta vez.

Mentiras piadosas?

OK

Lucian
04-ene.-2011, 12:02
¿Qué te la das de dura ahora?

Dejame existir.

Voy a poner una cinta para que no crucen tus verdades.

U.U

Am@nda
04-ene.-2011, 12:04
¿Qué te la das de dura ahora?

Dejame existir.

Voy a poner una cinta para que no crucen tus verdades.

U.U

Durito tú como los caracoles, que bueno que avisas, dejo de leerte en lo que pones tu cintita.

Infantiles a mi.

Lucian
04-ene.-2011, 12:12
Si deja de leer y ayudame. Estira del otro extremo.

Estamos desvirtuando. Deberías postrarte ante esa bola de tonterías que acabo de decir, como hacen todos. Estoy confundido :S

Am@nda
04-ene.-2011, 12:44
DÍAS COMO NAVAJAS, NOCHES LLENAS DE RATAS

siendo muchacho dividí en partes iguales el tiempo
entre los bares y las bibliotecas; cómo me las arreglaba para proveerme de
mis otras necesidades es un puzzle; bueno, simplemente no
me preocupaba demasiado por eso-
si tenía un libro o un trago entonces no pensaba demasiado
en otras cosas- los tontos crean su propio
paraíso.
en los bares, pensaba que era rudo, quebraba cosas, peleaba
con otros hombres, etc...
en las bibliotecas era otra cosa: estaba callado, iba
de sala en sala, no leía tantos libros enteros
sino partes de ellos: medicina, geología, literatura y
filosofía. Psicología, matemáticas, historia, otras cosas me
aburrían. Con la música estaba más interesado en la música y en
la vida de los compositores que en los aspectos técnicos...
sin embargo, era con los filósofos con los que me sentía en hermandad:
Schopenhauer y Nietzsche, incluso aquel viejo difícil-de-leer Kant;
encontré que Santayana, bastante popular en aquella época,
cojeaba y era aburrido; con Hegel realmente tenías que escarbarlo, sobre todo
con una resaca; hay muchos de los que leí de los que me he olvidado,
quizás con buena razón, pero recuerdo un tipo que escribió un
libro entero en el que probaba que la luna no estaba allí
y tan bien lo hizo que después pensaba, está
absolutamente en lo cierto, la luna no está allí.
¿cómo cresta va un muchacho dignarse a trabajar
8 horas al día cuando la luna ni siquiera está allí?
¿qué otra cosa
estará faltando?
y no me gustaba la literatura tanto como los críticos
literarios; ellos sí que eran verdaderos aguijones, esos tipos usaban
un lenguaje refinado, hermoso a su manera, para llamar a otros
críticos, otros escritores, unos huevones. Me
subían el ánimo
peor eran los filósofos quienes satisfacían
esa necesidad
que acechaba en alguna parte de mi confuso cráneo: vadeando
por sus excesos y su
vocabulario cuajado
aún me asombraban
saltaban hacia mí
brincaban
con una llameante declaración lúdica que aparecía ser
una verdad absoluta o una puta casi
absoluta verdad,
y esta certeza era la que yo buscaba en una vida
diaria que más bien parecía un pedazo de
cartón.
qué grandes tipos eran esos viejos perros, me ayudaron a atravesar
esos días como navajas y noches llenas de ratas; y mujeres
regateando como martilleros del infierno.
mis hermanos, los filósofos, me hablaban como nadie
venido de las calles o alguna otra parte; llenaban
un inmenso vacío.
Qué buenos muchachos, ah, ¡qué buenos muchachos!
sí las bibliotecas ayudaron; en mi otro templo, los bares,
era otra cosa, más simplista, el
lenguaje y el camino era diferente...
días de bibliotecas, noches de bares.
las noches eran todas parecidas,
hay un tipo sentado cerca, quizás no de
mal aspecto, pero a mí no me parece bien,
hay una horrible muerte allí -pienso en mi padre,
en maestros de escuela, en caras, en las monedas y billetes; en sueños
de asesinos de ojos fríos; bueno,
de alguna forma este tipo y yo llegamos a cruzar miradas
una furia lentamente comienza a acumularse: somos enemigos,
gato y perro, cura y ateo, fuego y agua; la tensión crece,
bloque sobre bloque apilado, esperando el choque; nuestras manos
se abren y cierran, cada uno bebe, ahora, finalmente con un propósito:
su cara se torna hacia mí:
"¿alguna cosa te molesta?"
"sí. tú"
"¿quieres algo
para arreglarla?"

"seguro."
terminamos nuestros tragos, no paramos, nos movemos hacia el
fondo del bar, afuera en el callejón; nos
damos vuelta, mirándonos cara a cara.
le digo, "no hay más que aire entre nosotros. ¿algo
para cerrar el hueco?"
él se precipita hacia mí y de alguna forma es una parte de una parte de la parte.

de Charles Bukowsky

Lucian
04-ene.-2011, 12:52
A la puta que llevó mis poemas

Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!

¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones borrachos y enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.

No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía.

Charles Bukowski

Am@nda
04-ene.-2011, 12:56
Todo

Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.

pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.

cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.

O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.

los muertos no me
necesitan.

ni los
vivos.

pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.

En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos

y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
que
es.

probablemente
es
todo

y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo

o moriremos

porque no
lo
conseguimos.

Espero que
cuando yo este muerto
comprendáis

que conseguí
tanto
como
pude.

del mismo autor

Lucian
04-ene.-2011, 13:01
Al menos estos poemas tapan completamente el fracaso del mío :)

Am@nda
04-ene.-2011, 14:10
Al menos estos poemas tapan completamente el fracaso del mío :)

No, de hecho estos poemas son como una bofetada rastrera. Ahorita cito el que origino tal barbarie,

Am@nda
04-ene.-2011, 14:12
La predisposición de los días de verano a pasar
desapercibidos es completamente nula y por ende,
me veo obligado a tomar medidas al respecto.
No puedo pasar tres meses viendo como mis sentidos
van perdiendo agudeza. Voy a mi cuarto, busco toda
la ropa de abrigo que tengo, elijo unos cuántos libros,
no importa cuales siempre y cuando sean de literatura.
Armado ya con todo mi equipaje subo las escaleras hasta
la terraza pero, justo cuando estoy por llegar me sorprende
el guardia del edificio. Sentado en el último escalón,
acomodando unos papeles en una carpeta puesta dos
escalones abajo. El encuentro inesperado me provoca un
sobresalto y dejo caer algunas de mis pertenencias que
ruedan escaleras abajo pero esto no parece afectar en lo
más mínimo la tranquilidad de este hombre y sin dirigirme
la mirada y con voz serena me pregunta:
-¿Escapandote del verano otra vez, intento de ser humano?
-Mis asuntos no le interesan- Respondí.
-Realmente no. No deberían pero hay que detenerse a
pensar por un momento en esto: Las tiendas están llenas
de artículos de la temporada, los lugares destinados al descanso
ya abrieron sus puertas ¿realmente defraudarás a todas esas
personas huyendo como en cada verano para regresar otra
vez en invierno, oculto entre la bufanda y el sobretodo, la gorra
y los guantes, en silencio, como llega un esposo después de asquearse
de la bebida y la música fuerte?
-Sí- Le respondí sin más ni menos.
-¡Pero quien te crees! ¿Cómo desprecias así la felicidad que
te ofrece tu gente?
-De estar en el lugar que le corresponde, con mucho gusto respondería
a su pregunta pero, resulta que está del lado equivocado que
requiere su función -y continué- ¿Cómo se atrave usted, más bien,
a abusar de la confianza que genera en su función y venirse tan arriba?
El hombre se rascó la cabeza algo confundido. Miré hacia los costados
buscando la forma de aturdirlo más y proseguí:
-¡Si hubiera estado ahí abajo para ayudar a la mujer que fue asaltada
yo le habría respondido eso y más, a usted, a la ciudad, al mundo!
-Está bien. Ya sé qué quiere decirme -me respondió- ¿Pero, qué puedo
hacer?
-Darme lugar para que me vaya.
-Claro.
Y haciendose a un costado para darme paso me preguntó:
-¿Hacia dónde se va esta vez?
-Bueno, cuando llegue hasta el círculo polar ártico me voy
a decidir.
Llegué a la terraza y di inicio a mi viaje. Me estaba elevando
cuando la puerta se abrió violentamente. Era el guardia que
traía algo entre las manos. No sé qué era, quizás algo que se me
había caído por las escaleras al encontrarme con él pero ya estaba
muy alto como para oirlo, solo podía verlo gesticular con desesperación
y a los pocos segundos no lo vi más y me hice a las nubes

Es este que me llevo a citar a Charles.

Lucian
04-ene.-2011, 14:21
¡Maldición!

¿pero qué estos escritorzuelos no pueden quedarse en paz?

¡Esto es políticamente incorrecto!

Pido bann para el causante de esta atrocidad!