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Pantera Negra
05-nov.-2010, 20:40
El sindicalismo en México está muerto. Lo que queda es una pantomima, un espejismo; espectros de lo poco que ha habido en la defensa del trabajo y de los trabajadores.
No entiendo el mote de Sindicatos “charros”, pero supongo que querrán decir comparsas, paleros, patiños de los patrones y del gobierno. Una especie de entes que usurpan el lugar de quienes deben velar porque la legislación laboral se aplique con justicia, con equidad, en apego a la constitución y a “las leyes que de ella emanan”. Que usurpan ese lugar, para que nadie mas lo ocupe y cubrir así el trámite; pero lo ocupan con alevosía, premeditadamente para que la ley supuesta se incline hacia un solo lado: el de los patrones abusivos, explotadores; solapados por un gobierno que pasa por alto la aplicación justa de la ley.
Mas o menos desde la época de Carlos Salinas (Salinismo), y luego con los presidentes Panistas, los derechos laborales se han ido restringiendo; el propio Fox derogó la norma que hacía obligatorio para las empresas tener afiliados a algún sindicato a sus trabajadores.
Luego se ha permitido crear sindicatos totalmente patronales, como por ejemplo el de la Coca Cola y cientos así, que son financiados por las empresas mismas, cuyos líderes son gente al servicio de los intereses de los patrones. Y obviamente, la empresa no permite la contratación de personas afiliadas a algún otro sindicato, o desindicalizadas.
Una persona común, al buscar empleo, se topa de tajo con la restricción de que la jornada laboral, el salario, las condiciones de trabajo en general contravienen lo que la ley señala al respecto; pero para esa gente la disyuntiva es simple: o aceptan el trabajo en esas condiciones, o no consiguen el empleo; al fin y al cabo que hay cientos de gentes esperando afuera a ocupar esa plaza, sin importar las condiciones del empleo, pues la necesidad de dinero para sobrevivir los agobia.
Así pues, miles de gentes se ven obligadas (obligadas emocionalmente, económicamente, moralmente, o como haya de decirse) a firmar contratos de trabajo en blanco; a aceptar ser dados de alta con un salario mínimo ante el I.M.S.S. que a la larga perjudicará sus pensiones, sus indemnizaciones o finiquitos. Y sobre todo, a laborar a cambio de salarios paupérrimos, que en nada se apegan a lo que la constitución señala como salarios remuneradores; y obligados (de nuevo) a trabajar “voluntariamente a fuerza” tiempo extraordinario (con una regularidad que nada de extraordinario tiene).
Y los gobiernos, sobre todo los federales porque esa es una facultad de ellos, solapan toda esa injusticia en nombre de “la crisis” tanto nacional como internacional. Haciendo gala de su habitual demagogia, se proclaman luchadores por la justicia y la equidad, por los derechos sociales, por los trabajadores; cuando lo que en realidad están haciendo es omisión de sus obligaciones. Formando comisiones legislativas que promulgan salarios mínimos totalmente ridículos, pero que con su estatus de ”legal” se convierten en irrevocables, inapelables. Es decir que el gobierno se ha encargado, como ya lo dije desde hace décadas, de dar una forma de legalidad a la explotación laboral.
Ninguno de los gobiernos se ha ocupado en señalar y atajar una de las razones principales de la citada “crisis”: la sobrepoblación. Y no lo han hecho porque justo de eso viven, de eso se alimenta la clase explotadora: de una sobrepoblación de mano de obra, que al ahogarse en sus propias necesidades acepta sin otra alternativa posible las migajas que tengan a bien darle para alimentar a su familia.
El trabajador Mexicano (y el de muchos otros países) está desvalido, viviendo explotado y sin defensa justa; engañado por ese teatro sindical y gubernamental; haciendo todo aquello que conviene al capital, al dinero que es quien a fin de cuentas manda.
No hay, no ha habido un verdadero líder sindical justo. Solo ha habido momias vivientes al servicio del poder; la mas añeja de ellas a lo que recuerdo fue Fidel Velázquez, luego “la güera” Rodríguez Alcaine; ahora la disque maestra Elba Esther Gordillo; perfectos ejemplos de momias vivientes (y finadas también).
Por supuesto, hay sindicatos que les dan de cuando en cuando dolor de cabeza a algunos patrones o gobierno, pero ellos son en general grupos mafiosos que velan por sus propios intereses. De hecho, el pecado mayor del sindicalismo es sectorizarse; no entender que los trabajadores son todos los que trabajan, por igual y sin importar en que sector; y no solo aquellos que les pagan cuotas y que obedecen ciegamente su política grupal y conveniente a sus intereses de grupúsculo.
Hace falta, años ha, un verdadero líder que luche por la justicia laboral. Prometo indagar sobre los hermanos Flores Magón, sobre todo sobre Ricardo; pero por lo poco que se de ellos solo fueron legisladores idealistas, cuyas ideas enarbolaron algunos sindicatos y eso es todo. Un verdadero mesías de los trabajadores no lo ha habido, y no se cuanto tiempo ha de pasar para que lo haya, si es que lo permiten “aquellos”.

la lore
05-nov.-2010, 21:32
mis respetos Pantera....
justo la semana pasada estuvimos mi esposo y yo conversando sobre los sindicatos, ya que acudimos a lo que hoy es un museo, que fuera parte de una compañia de fundición enorme, la más grande de A.L. quizá.
esa compañia tenia miles y miles de trabajadores, y se fué a quiebra... por los sindicatos.
que si bien al principio apoyaron honorablemente a los trabajadores, luego fué una hoguera de mañas.
los trabajdores obtuvieron prestaciones, fraccionamientos, escuelas, maternidad, etc.
pero al final, ellos mismos la regaron, ya que solo iban a checar sus entradas y salidas pero no se quedaban a trabajar.
asi que, también los mismos afiliados tienen gran parte de responsabilidad de que su sindicato no funcione como debiera, pues dejan caer tal responsabilidad en sus líderes, no exigíendoles que hagan su labor honestamente.
y pasa lo mismo con los sindicatos que mencionas, el de la educación, el del seguro social, o los de la CTM, CROC, que ya solo están de adorno, para encubrir los intereses propios de sus líderes, olvidando por completo las demandas para las que fueron creados.

y mucha gente cree ingenuamente, que solo quienes están afiliados resultan afectados, pero no es asi... para ejemplo un botón, ahi están las flotillas de taxistas, afiliados a sindicatos, que solo porque los apoyan cuando piden aumentar tarifas (lo cual fecta directamente a los usuarios) ya los ven con buenos ojos, pero a la hora en que algo sale mal, solo les mandan a los porros para amedrentarlos.
ya no existen los diálogos razonables, el abogo por causas benéficas, y mucho menos el interés de implementar soluciones adecuadas.

del sindicato de trabajadores de la educación, uy! creo que es el peor de todos!!! pues tienen en sus manos, el control de quienes imparten la educación del futuro del país, y sin embargo se la pasan con sus estúpidos asuetos, juntas y "premios" que a nadie más que a ellos benefician, no es de gratis que ahora tengamos tan tremendo rezago en cuestión educativa académica. y eso pues... es una de las cosas más graves ahora en nuestro pais.