chica_fortuna
21-may.-2010, 12:49
Euforia. Tormento. Noches en vela.
Me dicen algo y al segundo se me olvida. Hablo sola conduciendo... y en casa. Planeo lo que le diré, o debería decirle cuando le vea.
"Yo no quiero enamorarme" me repito ante el espejo.
Pero ya es demasiado tarde. Me hago la dura ante todos. Digo que no me importa si desaparece, pero en el fondo sí que me importa. Demasiado.
Tengo una foto suya de fondo en la pantalla de mi ordenador.
Tengo una melodía en mi móvil asociada a él, para que si suena, saber que es él aunque no tenga el móvil delante. Para no salir corriendo a cogerle pensando que es él y que no sea.
Miro una y otra vez el móvil. Y el reloj. No los pierdo nunca de vista. Estoy deseosa de que el móvil suene y aparezca su nombre en la pantalla. Esa llamada abre automáticamente las puertas del cielo. De mi propio cielo.
Esta tarde he dicho basta. Hacía sol y no he querido irme del trabajo a casa, a esperar su llamada como si fuera lo único que tengo.
"Yo no quier enamorarme" Pero ya es demasiado tarde.
Yo quería estar sola, no tener que esperar una llamada que nunca sé cuando va a ser, a qué hora. Miro en el registro de llamadas de mi móvil buscando una pista, las horas a las que suele llamarme.... pero nunca coinciden. Unas veces a las 5:00 de la tarde, otras a las 7:00, a las 8:00, a las 8:30, incluso a las 9:00. A las 9:10 de la noche me impaciento, no puedo más, ¿qué pasa? ¿Por qué no llama? ¿Debería llamarle yo?...
Y esta tarde decidí marcar 9 dígitos en mi móvil. Estaba tirada en la playa y no dejaba de pensar en cómo era yo hace unos años, y cómo era esa persona con la que compartía mi vida... no fue lo mejor del mundo, lo mejor fue cómo era yo, y que lo sabía todo de él, sabía dónde encontrarle, donde buscarle, dónde encontrar pistas si él no me llamaba un día...
Y a él le llamé, porque hace siglos que no hablamos, que no quedamos... y necesitaba hablar con alguien que no conociese el nombre ni la existencia de ese hombre que me quita el sueño. Más que nada para no hablar de él.
Y me he sentido culpable de estar allí... me ha parecido tan...inmoral... porque a nadie puedo contarle con quién he pasado la tarde.
Porque me ha entrado el miedo a que sonara el teléfono, y me he ido a casa antes de tiempo, a esperar su llamada...
Y esa llamada no llega... y me he fumado media cajetilla de seguido... y no dejo de pensar en qué haré, que diré si al final esa llamada no llega hoy...
Quizá no merezca la pena pagar tanto por tan poco... quizá deberia ir a un médico aver si me explica si es normal que yo esté así por una persona a la que no hace ni un mes que "conozco"... y si es normal que esa persona me haya dicho que me quiere y se comporte como si fuéramos una pareja formal, de esas de toda la vida, aunque en el fondo no seamos más que dos almas jugando al correquetepillo....
"Yo no quiero enamorarme" pero es demasiado tarde.
Quiero que las puertas de mi cielo se abran de una vez....
Me dicen algo y al segundo se me olvida. Hablo sola conduciendo... y en casa. Planeo lo que le diré, o debería decirle cuando le vea.
"Yo no quiero enamorarme" me repito ante el espejo.
Pero ya es demasiado tarde. Me hago la dura ante todos. Digo que no me importa si desaparece, pero en el fondo sí que me importa. Demasiado.
Tengo una foto suya de fondo en la pantalla de mi ordenador.
Tengo una melodía en mi móvil asociada a él, para que si suena, saber que es él aunque no tenga el móvil delante. Para no salir corriendo a cogerle pensando que es él y que no sea.
Miro una y otra vez el móvil. Y el reloj. No los pierdo nunca de vista. Estoy deseosa de que el móvil suene y aparezca su nombre en la pantalla. Esa llamada abre automáticamente las puertas del cielo. De mi propio cielo.
Esta tarde he dicho basta. Hacía sol y no he querido irme del trabajo a casa, a esperar su llamada como si fuera lo único que tengo.
"Yo no quier enamorarme" Pero ya es demasiado tarde.
Yo quería estar sola, no tener que esperar una llamada que nunca sé cuando va a ser, a qué hora. Miro en el registro de llamadas de mi móvil buscando una pista, las horas a las que suele llamarme.... pero nunca coinciden. Unas veces a las 5:00 de la tarde, otras a las 7:00, a las 8:00, a las 8:30, incluso a las 9:00. A las 9:10 de la noche me impaciento, no puedo más, ¿qué pasa? ¿Por qué no llama? ¿Debería llamarle yo?...
Y esta tarde decidí marcar 9 dígitos en mi móvil. Estaba tirada en la playa y no dejaba de pensar en cómo era yo hace unos años, y cómo era esa persona con la que compartía mi vida... no fue lo mejor del mundo, lo mejor fue cómo era yo, y que lo sabía todo de él, sabía dónde encontrarle, donde buscarle, dónde encontrar pistas si él no me llamaba un día...
Y a él le llamé, porque hace siglos que no hablamos, que no quedamos... y necesitaba hablar con alguien que no conociese el nombre ni la existencia de ese hombre que me quita el sueño. Más que nada para no hablar de él.
Y me he sentido culpable de estar allí... me ha parecido tan...inmoral... porque a nadie puedo contarle con quién he pasado la tarde.
Porque me ha entrado el miedo a que sonara el teléfono, y me he ido a casa antes de tiempo, a esperar su llamada...
Y esa llamada no llega... y me he fumado media cajetilla de seguido... y no dejo de pensar en qué haré, que diré si al final esa llamada no llega hoy...
Quizá no merezca la pena pagar tanto por tan poco... quizá deberia ir a un médico aver si me explica si es normal que yo esté así por una persona a la que no hace ni un mes que "conozco"... y si es normal que esa persona me haya dicho que me quiere y se comporte como si fuéramos una pareja formal, de esas de toda la vida, aunque en el fondo no seamos más que dos almas jugando al correquetepillo....
"Yo no quiero enamorarme" pero es demasiado tarde.
Quiero que las puertas de mi cielo se abran de una vez....