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Ver la Versión Completa : Extranjeros traducidos.



Quintiliano
21-abr.-2010, 16:34
Y llamo extranjeros a los que no hablan castellano.
Hace no muchos años descubrí que también tenían algo que decir. Y mucho.
Yo tenía un coto cerrado: la poesía en español e hispano-hablante, nada más.
Ahora corrijo mi error. Lo extranjero (otro idioma) dice mucho también.
Dice cuanto. Y ahora me arrepiento, porque hay tanto por descubrir.

Y a las pruebas me remito.:001_smile:

-----------------------------------------------

ARBOLEDA

Las palabras no saben de sí mismas por qué están
hechas – y lo mismo pasa con todo el mundo
nada sabe por qué está ahí
y nosotros tampoco lo sabemos

miro por la ventana a la arboleda y veo cómo
las palabras para aves, árboles, hierba, lo que allí hay
allí nada significan como también la propia arboleda
carece de significado

en mi cabeza alguien busca las palabras para
algo que aún no es sensación ni pensamiento

y poco a poco empiezo a sentir y a pensar
que también la arboleda lo está buscando – que nosotros
estamos buscando lo mismo, la arboleda

RUTGER KOPLAN, holandés, nacido en 1934.

Quintiliano
21-abr.-2010, 16:36
EL DIOS EN MI CEREBRO


Cuando casi estaba despierto recordé
que esa noche había vivido en el pasado
y sin el menor asombro había vuelto
a creer que Dios existía

quería por fin hablar con él
es un hombre muy amable me dijeron
le puedes llamar por teléfono

llamé y escuché una voz, una voz muy dulce
así que me imaginé una dulce mujer alada
como las que se ven en tarjetas de felicitación

si quiere hablar con dios, dijo, pulse uno
si no lo quiere, no pulse
pulsé uno

y la misma mujer alada dijo: todavía hay
una persona a la espera y esa persona es usted

recordé que tuve que meditar sobre esto
infinitivamente hasta que desperté y Dios había vuelto
a desaparecer, por ahí en mi cerebro


RUTGER KOPLAN

Hayra
21-abr.-2010, 23:31
Excelente recopilación!!!

Quintiliano
21-abr.-2010, 23:53
Excelente recopilación!!!

Menos flores y más aportes.:)

Hayra
22-abr.-2010, 00:10
Normalmente no publico poemas de alguien mas, aunque disfruto mucho leyendolos..
Publico, eso si, mis propios escritos, puedes encontrar varios en este sub foro....

Te dejo este de Emily Dickinson (Escritora norteamericana nacida en el siglo XVIII) ; su version original es en ingles, la traducción al español la realizó Roberto Fazzeti

No era la Muerte, pues yo estaba de pie...

No era la Muerte, pues yo estaba de pie
Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
Agitaban sus badajos a mediodía.

No había helada, pues en mi piel
Sentí sirocos reptar,
Ni había fuego, pues mis pies de mármol
Podían helar un santuario.

Y, sin embargo, se parecían a todas
Las figuras que yo había visto
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mío.

Como si mi vida fuera recortada
Y calzada en un marco
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche

Cuando todo lo que late se detiene
Y el espacio mira a su alrededor
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.

Pero todo como el caos,
Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.
Emily Dickinson

Quintiliano
22-abr.-2010, 00:15
Normalmente no publico poemas de alguien mas, aunque disfruto mucho leyendolos..
Publico, eso si, mis propios escritos, puedes encontrar varios en este sub foro....
Te dejo este de Emily Dickinson (Escritora norteamericana nacida en el siglo XVIII) ; su version original es en ingles, la traducción al español la realizó Roberto Fazzeti

No era la Muerte, pues yo estaba de pie...

No era la Muerte, pues yo estaba de pie
Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
Agitaban sus badajos a mediodía.

No había helada, pues en mi piel
Sentí sirocos reptar,
Ni había fuego, pues mis pies de mármol
Podían helar un santuario.

Y, sin embargo, se parecían a todas
Las figuras que yo había visto
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mío.

Como si mi vida fuera recortada
Y calzada en un marco
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche

Cuando todo lo que late se detiene
Y el espacio mira a su alrededor
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.

Pero todo como el caos,
Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.
Emily Dickinson

Oh!! gracias.

(Eso haré)

Dªriªnª
22-abr.-2010, 14:13
Lucero vespertino

Ocurrió una medianoche
a mediados de verano;
lucían pálidas estrellas
tras el potente halo
de una luna clara y fría
que iluminaba las olas
rodeada de planetas,
esclavos de su señora.
Detuve mi mirada
en su sonrisa helada
-demasiado helada para mí-;
una nube le puso un velo
de lanudo terciopelo
y entonces me fijé en ti.
Lucero orgulloso,
remoto, glorioso,
yo siempre tu brillo preferí;
pues mi alma jalea
la orgullosa tarea
que cumples de la noche a la mañana,
y admiro más, desde luego,
tu lejanísimo fuego
que esa otra luz, más fría, más cercana.

Edgar Allan Poe.

Versión de Andrés Ehrenhaus

Quintiliano
22-abr.-2010, 21:03
SUEÑO INSOMNE


Esta vez la medianoche no trajo el sueño:
conmina a conversar con las estrellas.
Un mosquito se embriaga con mi sangre
y gime al oído necias verdades.
En una noche así no existe la metafísica:
existe sólo el obtuso dolor de la existencia.
La luna: el pequeño disco de un viejo vinilo
que nadie hubiese cambiado en mucho tiempo.
Deambulo por mi casa como por el interior de un vaso
y bebo una taza tras otra de un té falto de cordura.
Con su fino grito, el mosquito me perfora los tímpanos:
a lo lejos, sobre mi cabeza, se mantiene en guardia.
Es difícil rezar en una noche como ésta;
y Tú mejor que nadie lo sabes, Señor.
De ahí que sólo quepa salir al umbral
en el instante en que se levantan las auroras.


ADAM ZIEMIANIN, es polaco y nacido en 1948

Quintiliano
22-abr.-2010, 21:36
abubillas



He soñado esta noche con abubillas

Una pareja de abubillas posada en un árbol

su rosada redondez

el pliegue y despliegue del abanico de su cresta



¿No las ves en el árbol? Abubillas

empapadas de azul

hablando de primaveras que se resisten a acudir

de tiempos más propicios

de ti, y acaso de nosotros, Denise



¿No las ves en el árbol? Son abubillas, te digo

pero tú

hurgando entre las ramas, escarbas la corteza

de árboles oscuros

queriendo sin querer verlas en el esplendor

de su aureola de hojas tiernas

Temiendo, acaso, el fétido chorro

de la abubilla asustada



Y levantas los brazos

tus finos brazos

manoteando en el vacío como una miope

¿No las ves?




Allá arriba en el árbol abubillas, y tú

como si no te dieras cuenta


NIALL BINNS, escocés nacido en 1965.

Quintiliano
23-abr.-2010, 14:53
Testigo de paso

Tengo tantos años como estertores.
Este suicidio abortado por
un nacimiento perseverante,
esta inocencia sin pecado original
sin perspicacia de futuro,
este mar dentro de otro mar,
estos arroyos subiendo a por luz
escalando a Dios por la espalda.
Lo imposible posibilitado en riesgo.
De mis uñas gastadas como el abortado
afán de una piedra tallada a medias
de mis manos sujetando el mundo
contra mi pecho de fuentes y tumbas
entre temblores y estertores abrigados.
¿Por qué tiritan mis pupilas sombreadas
a pincel por esta ceguera asustada?
¿Por qué tiemblan mis manos?
Todo el público aplaude con fervor
en este gran teatro del mundo.
Yo no estoy del todo aquí.

Juan Kruz Igerabide es profesor de filología vasca.

Quintiliano
24-abr.-2010, 15:12
Acerca de Ícaro, de nuevo


Y sin embargo, Ícaro vuela.Pero no allí donde soñaba
Bajo el peso del mar muda sus aletas en alas
Debe aprender los principios de la gravitación
Se abrasó. Se fue al fondo. ¿Y quién sabe cómo sueña?

Se hundió. Nadie oyó donde está, pero él vuela
Muy a ras, porque con alas de topo
deja atrás tantas huellas como la carcoma
¿Más qué es un gusano-carcoma? De momento no es nadie
Con una matraca percute mundos sin causar dolor
Es como el pensamiento. El dolor lo sentimos confusamente,
como en un sueño

Pero la matraca martillea. El topo excava. Y nada
Pez alado en un abismo pétreo.
Bajo el corazón de las gentes...
Como pájaro aparecerá de repente

De pájaro se convertirá en sueño de Ícaro
Y sin embargo, vuela
Como firme es la fe
de unas alas moldeadas con cera
Con plumas.
Con retazos de inmundicia.

ERNEST BRYLL, poeta polaco nacido en 1935.

Quintiliano
02-may.-2010, 04:16
NACIMIENTO DE SUS OJOS


En la posesa roca giratoria
que busca a Sísifo,
sus ojos nacen.

Nacen,
en los ojos perplejos y apagados
que llaman a Ariadna.

Sus ojos van naciendo
en un errar constante,
como sangre fluyendo
del cadáver del tiempo.

En un mundo que viste el rostro de la muerte.
Sin lengua que lo cruce
-sin voz-
nacen sus ojos.


ALI AHMAD SA’ID (ADONIS)
es poeta sirio.

Quintiliano
05-may.-2010, 07:22
Escuchando la veintiocho de John Gage


Un espejo colgado para intersectar

la cortina que tiene

las mismas proporciones que

el espejo.

El espejo tiene

el mismo tamaño y forma que

la foto adyacente de mi padre en 1.945 recuperándose de la malaria en Malaya.

El techo no se ve como mi padre ni tampoco

la llave cuelga del

espejo. Todavía no me parezco a mi padre. No sé cual es

el aspecto de un espejo.


Peter Manson, poeta escocés nacido en 1969

Nietzscheano
05-may.-2010, 09:34
Última voluntad

Morir así,
como un día lo vi morir,
al amigo que relámpagos y miradas
divino lanzó en mi oscura juventud.
Atrevido y profundo,
un bailarín en la batalla;
el más risueño entre los luchadores,
el más serio entre los vencedores,
manteniendo un destino sobre su destino,
duro, meditabundo, premeditante:
estremeciéndose porque vencía,
exultante porque muriendo vencía:
dando ordenes mientras moría
-y ordenaba que se aniquilase...
Morir así,
Como un día lo vi morir
Venciendo, aniquilando...

Friedrich Nietzsche

Quintiliano
07-may.-2010, 11:18
Correspondencia de la momia


Esa carne que ya no se tocará en la vida,
esa lengua que ya no logrará abandonar su corteza,
esa voz que ya no pasará por las rutas del sonido,
esa mano que ha olvidado hasta el ademán de tomar, que ya no logra determinar el espacio
en el que ha de realizar su aprehensión,
ese cerebro en fin cuya capacidad de concebir ya no se determina por sus surcos,
todo eso que constituye mi momia de carne fresca da a dios una idea del vacío en que la compulsión
de haber nacido me ha colocado.
Ni mi vida es completa ni mi muerte ha fracasad0 completamente.
Físicamente no existo, por mi carne destrozada, incompleta, que ya no alcanza a nutrir mi pensamiento.
Espiritualmente me destruyo a mí mismo, ya no me acepto como vivo. Mi sensibilidad está a ras del suelo, y poco falta para que salgan gusanos, la gusanera de las construcciones abandonadas.
Pero esa muerte es mucho más refinada, esa muerte multiplicada de mí mismo reside en una especie de rarefacción de mi carne.
La inteligencia ya no tiene sangre. El calamar de las pesadillas da toda su tinta, la que obstruye las salidas del espíritu; es una sangre que ha perdido hasta sus venas, una carne que ignora el filo del cuchillo.
Pero de arriba a abajo de esta carne agrietada, de esta carne no compacta, circula siempre el fuego virtual. Una lucidez enciende de hora en hora sus ascuas que retornan a la vida y sus flores.
Todo lo que tiene un nombre bajo la bóveda compacta del cielo, todo lo que tiene un frente, lo que es el nudo de un soplo y la cuerda de un estremecimiento, todo eso pasa en las rotaciones de ese fuego en el que se asemejan las olas de la carne misma, de esa carne dura y blanda que un día crece como un diluvio de sangre.
La habéis visto a la momia fijada en la intersección de los fenómenos, esa ignorante, esa momia viviente que lo ignora todo de las fronteras de su vacío, que se espanta de las pulsaciones de su muerte.
La momia voluntaria se halla levantada, y a su alrededor se agita toda realidad. La conciencia como una tea de discordia, recorre el campo entero de su virtualidad obligada.
Hay en esa momia una pérdida de carne, hay en el sombrío lenguaje de su carne intelectual toda una impotencia para conjurar esa carne. Ese sentido que recorre las venas de esa carne mística, en la que cada sobresalto es un modo de mundo y otra especie de engendrar, se pierde y se devora a sí misma en la quemadura de una nada errónea.
¡Ah! ser el padre nutricio de esa sospecha, el multiplicador de ese engendrar y de ese mundo en su devenir, en sus consecuencias de flor.
Pero toda esa carne es sólo comienzos y ausencias y ausencias y ausencia...
Ausencias.


Amigo Nietz, te presento a Antonin Artaud.

Nietzscheano
07-may.-2010, 11:30
Ausencias.

Grande Artaud, ten por seguro que buscaré escritos de él!!

Mientras tanto algo de William Blake:

El viajero mental

He viajado a través de un país de hombres,
un país de hombres y también de mujeres,
y he oído y visto tan horrendas cosas
como nunca los caminantes de la fría Tierra han conocido.

Porque allí nace en la alegría el niño
que en el atroz dolor fue concebido,
tal como en la alegría cosechamos el fruto
que fue sembrado en lágrimas amargas.

Y si el recién nacido es un varón,
es entregado a una mujer anciana
que lo clava tendido en una roca
y en copas de oro coge sus lamentos.

Con espinas de hierro cierne su cabeza,
y agujerea sus pies y sus manos,
corta su corazón y lo desprende
para hacerle sentir calor y frío.

Sus dedos enumeran cada nervio
como un avaro contando su oro,
y de lamentos y gritos se nutre,
y él envejece, y ella se hace joven.

Hasta que convertido en un joven sangriento,
y ella mudada en espléndida virgen,
destroza sus cadenas, y la amarra
a ella a la Tierra para su placer.

Se planta él mismo en lo nervios de ella
como un labriego planta en su terreno,
y ella se convierte en su morada
y en jardín que le rinde setenta veces frutos.

Pronto se torna envejecida sombra
vagando alrededor de una cabaña terrestre,
llena de pedrerías y de oro
que ganó su trabajo.

Y éstas son las pedrerías del alma humana,
los rubíes y las perlas de un ojo enfermo de amor,
el oro innumerable del corazón que sufre,
el gemido del mártir y el suspiro del enamorado.

Son su alimento y su bebida,
mantiene a los mendigos y a lo pobres,
y para el caminante en viaje siempre
su puerta permanece abierta.

Su pena es alegría eterna en ellos;
hacen resonar los techos y los muros
hasta que de la lumbre del hogar
una pequeñuela emerge de pronto.

De fuego sólido ella es,
y pedrerías y oro, en tal manera
que nadie osa tocar su infantil forma
o envolverla en pañales.

Pero ella llega donde el que ama,
joven o viejo o rico o pobre;
muy pronto expulsan al anciano huésped
que se va mendigando por puertas ajenas.

Va llorando errante, muy lejos,
hasta que alguien admita hospedarle,
a menudo ciego por la edad, desesperado,
hasta que puede ganar una doncella.

Y para consolar su edad helada
en sus brazos la toma el pobre hombre.
La cabaña desaparece de su vista
y también el jardín con sus dulces encantos.

Los huéspedes están esparcidos por toda la región,
porque el ojo alterado altera todo.
Los sentidos se enrollan en sí mismos, con miedo,
y la Tierra plana se convierte en una pelota.

Las estrellas, el Sol, la Luna, todo huye.
Un vasto desierto sin límites,
y no queda nada de comer o beber,
y alrededor sólo el desierto oscuro.

La miel de sus labios de niña,
el pan y el vino de su dulce sonrisa,
el juego desordenado de su ojo vagabundo
a una ilusoria infancia le conducen.

Porque a medida que come y bebe se transforma
haciéndose más joven cada día,
y ambos, en el salvaje desierto
van errantes llenos de terror y congoja.

Ella huye como cierva salvaje,
su temor planta muchos matorrales salvajes,
mientras él la persigue de noche y de día,
por artificios de amor conducido.

Por artificios de amor y de odio
hasta que el salvaje desierto entero está plantado
con laberintos de díscolo amor
donde vagan el león, el lobo y el oso,

hasta que él se convierte en un díscolo niño
y ella en una llorosa mujer envejecida.
Van a vagar allí, entonces, muchos enamorados.
El Sol y las estrellas aproximan su curso.

Dulce éxtasis los árboles producen
para todos los que vagan en el desierto,
hasta que más de una ciudad allí es alzada
y más de una agradable cabaña de pastor.

Pero cuando hallan al colérico niño
el terror cunde en la extensa región:
gritan ¡El niño, el niño ha nacido!
y huyen en todas direcciones.

Porque hasta la raíz se seca el brazo
de aquel que osó tocar la colérica forma:
osos, leones, lobos, todos huyen aullando,
y todo árbol arroja sus frutos.

Y nadie puede tocar esa forma colérica
a menos que lo haga una mujer anciana.
Ella al niño tendido clava sobre la Tierra
y todo pasa como ya lo he dicho.

Quintiliano
07-may.-2010, 12:04
Uff, con Blake.

"La muerte continúa revolviéndose entre los cadáveres."

Artaud es para leerlo un rato nada más.


Junto a mí, el dios-perro




Junto a mí, el dios-perro, y su lengua

atravesando como una flecha la costra

del doble cráneo abovedado

de la tierra que lo escuece.



He aquí el triángulo de agua

caminando con su paso de chinche,

pero que bajo la chinche ardiente

se da vuelta como un cuchillo.



Bajo los senos de la tierra odiosa

la perra-dios se ha retirado,

senos de tierra y de agua helada

que hacen pudrir su lengua hueca.



He aquí la virgen-del-martillo,

para moler los sótanos de tierra

cuyo horrible nivel el cráneo

del perro estelar siente subir.



Artaud

Quintiliano
11-may.-2010, 06:56
JAQUE DESCUBIERTO


Aunque conocieras la salida
Una luz -cualquiera-
Te niega movimiento.
Sólo peón de una partida
Abandonada a medio juego.
Ahora la luz es impensablemente fija.
Celadas, sacrificios y traiciones
Certifican que sigues.
Jaque descubierto.

Acaricias la taza de café,
Con una sonrisa
Que juega en la ventana,
Tanteas la puerta. Y te esfumas.
Hamacas el sillón
Y se ilumina la escena de la calle.

Recuerdas vagamente al dios que cae
De modo extraño, sin flores.


Doris Summer, nacido en Estados unidos.

Quintiliano
14-may.-2010, 14:26
(En este caso el traductor es uno de mis predilectos: Ángel Crespo) :)

ADIÓS


Ya hemos gastado las palabras en la calle, amor mío,
y lo que nos ha quedado no basta
para alejar el frío de cuatro paredes.
Lo hemos gastado todo salvo el silencio.
Hemos gastado los ojos con la sal de las lágrimas,
hemos gastado las manos a fuerza de apretárnoslas,
hemos gastado el reloj y las piedras de las esquinas
en esperas inútiles.

Meto las manos en los bolsillos y no me encuentro nada.
Antes teníamos tanto que darnos;
era como si todo fuese mío:
cuanto más te daba más tenía que darte.

A veces decías: tus ojos son unos peces verdes
y yo me lo creía.
Me lo creía
porque a tu lado
todas las cosas eran posibles.

Pero eso era en el tiempo de los secretos,
era en el tiempo en que tu cuerpo era un acuario,
era en el tiempo en que mis ojos
eran realmente peces verdes.
Hoy son sólo mis ojos.
Es poco, pero es la verdad,
unos ojos como los demás.

Ya hemos gastado las palabras.
Cuando ahora te digo amor mío,
ya no pasa absolutamente nada.
Y sin embargo, antes de gastarse las palabras,
estoy seguro de que todo se estremecía
sólo con murmurar tu nombre
en el silencio de mi corazón.

No tenemos ya nada para darnos.
Dentro de ti
no hay nada que me pida agua.
El pasado es inútil como un trapo.
Ya te lo he dicho: las palabras están gastadas.

Adiós.


Eugénio de Andrade, es poeta portugués.

Quintiliano
19-may.-2010, 20:51
Los enfermos y los médicos


La enfermedad es un estado,
la salud no es sino otro,
más desagraciado,
quiero decir más cobarde y más mezquino.
No hay enfermo que no se haya agigantado, no hay sano que un buen día
no haya caído en la traición, por no haber querido estar enfermo,
como algunos médicos que soporté.

He estado enfermo toda mi vida y no pido más que continuar estándolo,
pues los estados de privación de la vida me han dado siempre mejores indicios
sobre la plétora de mi poder que las creencias pequeño burguesas de que:
BASTA LA SALUD

Pues mi ser es bello pero espantoso. Y sólo es bello porque es espantoso.
Espantoso, espanto, formado de espantoso.

Curar una enfermedad es criminal
Significa aplastar la cabeza de un pillete mucho menos codicioso que la vida
Lo feo con-suena . Lo bello se pudre.

Pero, enfermo, no significa estar dopado con opio, cocaína o morfina.
Y es necesario amar el espanto de las fiebres.
la ictericia y su perfidia
mucho más que toda euforia.

Entonces la fiebre, la fiebre ardiente de mi cabeza,
-pues estoy en estado de fiebre ardiente desde hace cincuenta años que tengo de vida-
me dará
mi opio,
-este ser-
éste
cabeza ardiente que llegaré a ser, opio de la cabeza a los pies.
Pues,
la cocaína es un hueso,
la heroína, un superhombre de hueso.

Ca itrá la sará cafena
Ca itrá la sará cafá

y el opio es esta cueva
esta momificación de sangre cava ,
este residuo de esperma de cueva,
esta excrementación de viejo pillete,
esta desintegración de un viejo agujero,
esta excrementación de un pillete,
minúsculo pillete de ano sepultado,
cuyo nombre es:
mierda, pipí,
Con-ciencia de las enfermedades.
Y, opio de padre a higa,
higa, que a su vez, va de padre a hijo,-
es necesario que su polvillo vuelva a ti
cuando tu sufrir sin lecho sea suficiente.

Por eso considero
que es a mí, enfermo perenne,
a quien corresponde curar a todos los médicos,
-que han nacido médicos por insuficiencia de enfermedad-
y no a médicos ignorantes de mis estados espantosos de enfermo,
imponerme su insulinoterapia,
salvación de un mundo postrado.

Artaud

Quintiliano
20-may.-2010, 16:00
EL ROBLE


En la clara distancia siento desde el pecho de una torre
cómo suena el corazón de una campana,
y en los dulces sonidos
se me antoja
que gotas de silencio y no de sangre
son las que corren por mis venas.

¿Por qué, oh roble, en el umbral de la selva,
cuando a tu sombra me acojo
y me acaricias tus trémulas hojas,
por qué me vence con sus alas frágiles tanta paz?
Imposible saberlo. Tal vez con tu tronco
muy pronto han de hacer mi ataúd.
Y es quizá el silencio que me espera
dentro de mi ataúd el que ahora siento.
Gotea en mi alma desde tus hojas y mudo
escucho crecer en tu tronco el ataúd.
Mi ataúd
creciendo en ti a cada instante que pasa,
oh roble en el umbral de la selva…


Lucian Blaga, (1895-1961) fue un poeta, dramaturgo y filósofo rumano.

Quintiliano
23-may.-2010, 15:57
Baile


En el West Indian Club
a lo largo y profuso de la barra los jamaiquinos beben
botellas de Red Stripe y Dragon Stout.
Descascaran tu ropa con filosos ojos negros.
Se desata la banda y en la pista
las luces nos balean con fuego de metralla
en las paredes que quizá hayan sido blancas.
Rozo apenas tu cuerpo giratorio
y me vuelvo un planeta en torno a tu lado oscuro
y me vuelvo
más aprisa de tanta cercanía
ante los corazones de sórdidos danzantes
cuya humedad agravan sus caderas
cuando el sudor libera
de la tela
y emergemos
en algún otro país
fuera de nuestros cuerpos,
danzantes contra la muerte,
contra la gravedad
al emprender el vuelo.
Giramos hasta que algo me abre el pecho,
un puño cerrado con la fuerza de todos estos años
se abre dedo por dedo.
Bailamos a través del cansancio de los otros,
de sus lívidas cervezas
y el primer parpadeo de la mañana
se inserta en las ventanas
para encender el humo en nuestros cuerpos.
Los viejos encorvados
van danzando también entre nosotros
como si no existiéramos
cuando barren colillas y trozos de botella.
Salimos al Nueva York
de cláxones y mofles, de cuentas por pagar
de un auto que no arranca y caminamos
a cualquier dirección
hacia ningún futuro que sepamos
bajo el sol envolvente
del ahora.


Jonathan Harrington

Quintiliano
02-jun.-2010, 13:44
AVE

Muy alto amor, si acaso yo muriese
Sin saber nunca dónde te encontré,
En qué planeta estaba tu morada
Tu tiempo en qué pasado, en qué hora
Te amaba yo,

Muy alto amor que escapas al recuerdo,
Fuego sin foco que fue todo mi sol,
En qué sino trazabas mi existencia,
En qué sueño tu gloria se veía,
Oh mi aposento

Cuando para mí misma esté perdida
Y dividida en abismo infinito,
Cuando rota ya esté infinitamente,
Cuando sea traidor este presente
Que me reviste,

Quebrada por el mundo en mil fragmentos,
De mil instantes aún no reunidos,
De ceniza cernida hasta la nada,
Para un extraño tiempo harás de nuevo
Sólo un tesoro


De nuevo harás mi imagen y mi nombre
Con mil cuerpos robados por el día,
Viva unidad sin nombre y sin figura,
Centro del alma, raíz del espejismo
Muy alto amor.


Catherine Pozzi, nacida en París, el 13 de julio de 1893.

Quintiliano
05-jun.-2010, 22:04
Sekhmet, cabeza de león, diosa de la guerra, las tormentas violentas, la peste y la curación de la enfermedad, contempla el desierto en el Metropolitan Museum of Art

Fue uno de esos hombres
incapaces de matar a una mosca...
Muchas moscas viven ahora
y él no.
No fue patrón mío, prefería
los graneros repletos; yo, la batalla.
Presagiaban matanza mis rugidos.
Y sin embargo ahora estamos juntos,
en el mismo museo.
Tampoco veo los grupos caprichosos
de niños admirados
que aprenden la lección del olvido
multicultural, sic transit
y etcétera.

Veo el templo donde nací
o me levantaron, donde fui poderosa,
y más allá el desierto, con sus tumbas
calientes en forma de cono, a decir verdad
y a la distancia, muy semejantes
a orejas de burro,
donde se ocultan mis bromas: piel y huesos
resecos, las barcas de madera
donde los muertos navegan
sin rumbo por toda la eternidad.

¿Qué esperábais oír de dioses
con cabeza de animal?
Y sin embargo, si bien se piensa,
los que inventaron luego, completamente humanos,
tampoco se lucieron.
"Ayúdame, hazme rico
destruye a mi enemigo"
parece ser la pauta en general.
Y también : "Sálvame de la muerte",
a cambio de vuestras ofrendas de sangre
y pan, oraciones y flores,
mucha palabrería.

Tal vez se me escape algo, pero si buscáis
amor altruista, os habéis equivocado de diosa...

Me quedo donde estoy,
hecha de piedra e ilusiones,
que la deidad que mata por placer,
también sane;
que en la última pesadilla aparezca
una leona buena con vendas en la boca
y cuerpo suave de mujer,
y que os limpie la fiebre a lametazos,
que os levante el alma con dulzura, por el cuello,
y os abrace hasta la oscuridad, el paraíso.

Margaret Atwood

Quintiliano
09-jun.-2010, 21:36
Vibración
.
Hay un viento que tortura a los murciélagos
y están las plantas chamuscadas de los soles muertos
la ciudad hilada con el mar
donde los abismos de pterodáctilo me llaman
hay una espiral de terror animando mi mente
y el zumbido del esqueleto de la soledad
donde florecen cadáveres furiosos en una botella
y armas rojas se desvanecen en espejos

Miro hacia atrás por la hoja de mi doble
allí vuela -a través de su vista- El Ahorcado
donde una pirámide de agua se asoma entre las oscuras
vituallas de la vida interior



El elemento que amas
.
Puedo verte desde los cascos navegando en la playa bordeada de cemento, indicándome el arco caído de un cometa que colma el río de un halcón, un encuentro inaudito sumergiendo los faroles.

Un vencedor emboscado en su pirámide voladora, ocre es la ventana del espejo salutífero... y un estruendo de puertas elude a un león, por aquí y por allá, señalando displicentemente damas fugaces a punto de desvanecerse en el escudo de armas de la lluvia, donde los deseos civilizados emplumados con inanidades anti-cefálicas ruegan a sus invitados que se prendan.

Nada menos que una chava pulida ametralla la sucia luz de los predicadores que se hunden en los muelles liberados por una mujer y por el agua, peinando un vestido vítreo de donde caen zorras-en-mano y una guacamaya cuyo pico se suaviza hasta volverse su propio sello de poesía líquida.


Philip Lamantia

Quintiliano
11-jun.-2010, 12:54
REQUIEM


Serenamente será como yo moriré,
tal vez para morir sufra conforme
el fin de la vida cuando el fin llegue.

Toda esta calma de sabor a ley
del mundo y la angustia del saber enorme,
ajeno a mí siendo yo tan de él, bien
doliéndome lejos, bien hiriéndome cerca,
susurra al viento como arenal desierto
- moriré de la muerte que fui viendo
serenamente en el terror que la trajo
todos los días (altas horas, noches
de insomnio, carreteras solitarias,
silbidos de tren, perros ladrando,
un niño en una casa llorando,
cristales rotos remendados a diario,
lámparas en una bodega) – todo el mal,
ah no ni mal ni bien: sólo moriré
serenamente si estuviese ya muerto.
¿Y no veré el día de mañana?
¿Y no querré verlo?

(Sobre el cabello
estará posada tu mano.

¡No! ¡No! No puedo: mi amor, tú, no)



Jorge de Sena

Quintiliano
16-jun.-2010, 14:35
DESPUES DE LA MUERTE


Has muerto, esperando algo de la muerte.
Se deshizo el hechizo en una inmensa nada.
¿Cómo no te acuerdas de aquella canción?
Trozo de cielo, ramo de flores, pluma de pájaro.
Vivir es algo a lo que nos habíamos acostumbrado.

Sólo recordamos y lloramos.
El viento ya no agita nuestra ventana.
Los días nos han transmitido las noches.
Si la buscamos, no encontramos nuestra sombra.
Sobre cualquier agua que nos inclinemos
ya no estamos.


CAHIT SITKI TARANCI, poeta turco nacido en 1910.

Quintiliano
19-jun.-2010, 23:19
CONTRIBUCIÓN A LA ESTADÍSTICA


De cada cien personas,
las que todo lo saben mejor:
cincuenta y dos,
las inseguras de cada paso:
casi todo el resto,

las prontas a ayudar,
siempre que no dure mucho:
hasta cuarenta y nueve,
las buenas siempre,
porque no pueden de otra forma:
cuatro, o quizá cinco,

las dispuestas a admirar sin envidia:
dieciocho,
las que viven continuamente angustiadas
por algo o por alguien:
setenta y siete,

las capaces de ser felices:
como mucho, veintitantas,
las inofensivas de una en una,
pero salvajes en grupo:
más de la mitad seguro,

las crueles
cuando las circunstancias obligan:
eso mejor no saberlo
ni siquiera aproximadamente,

las sabias a posteriori:
no muchas más
que las sabias a priori,
las que de la vida no quieren nada más que cosas:
cuarenta,
aunque quisiera equivocarme,

las encorvadas, doloridas
y sin linterna en lo oscuro:
ochenta y tres,
tarde o temprano,

las dignas de compasión:
noventa y nueve,
las mortales:
cien de cien.
Cifra que por ahora no sufre ningún cambio.


WISLAWA SZYMBORSKA

Quintiliano
21-jun.-2010, 21:12
El papel blanco duro espejo


" El papel blanco duro espejo
sólo devuelve eso que fuiste.


El papel blanco habla con tu voz,
tu propia voz,
no aquella que te gusta,
tu música en la vida esa que derrochaste.
Puede que no vuelvas a ganar si lo deseas,
si te clavas a esa cosa indiferente
que te lanza atrás ahí dónde empezaste.


Viajaste, muchas lunas viste muchos soles,
tocaste muertos y vivos,
sentiste el dolor del bravo mozo
y el gemido de la mujer,
la amargura del niño inmaduro,
cuanto has sentido se derrumba sin sustento
si a éste vacío no te fías.


Quizás ahí encuentres cuanto creíste perdido,
el brote de la juventud,
el justo naufragio de la edad.


Tu vida en cuanto diste,
este vacío es cuanto diste,
el blanco papel. "

de Solsticio de verano


Yorgos Seferis

Quintiliano
03-jul.-2010, 02:01
Melancolías múltiples


Recuerdo que a mis quince años,
casi un niño,
pero robusto como un ternero,
trepaba a las copas de los árboles
del patio, en agosto,
al madurar la pera y el dátil.

Ahora, a mi quebrantada edad,
sobrepasados los cincuenta,
prefiero en vez de vertical
mantenerme acostado.

Sin embargo, con forzada sonrisa
recibo a mis amigos burócratas,
que me ayudan con su peculio.

Triste quedo porque me es imposible
superar las múltiples melancolías
que a mi vida rodean.

Mi casa son sólo paredes...

Mi esposa monótonamente carga
la misma tristeza...

Mi hijo, sin urbanidad alguna,
desde la puerta, soez me exige la comida.


Du Fu (712-770) fue poeta chino.

Quintiliano
23-jul.-2010, 23:35
AHORA DA GUSTO POR LA NOCHE



Ahora da gusto por la noche taparse con la sábana
y sentir sobre la piel su tibieza. El otoño
ha llegado pronto este año y se anuncia
lluvioso. Es bonito cerrar las ventanas y oír
amortiguados los ruidos. Golondrinas tardías
hienden el cielo, se retrasan todavía. ¿Por qué?
Las golondrinas están hechas para seguir al sol.
Qué imprudencia quedarse atrás. O quizás
sean las más viejas, incapaces de afrontar
el viaje. Me entristezco por ellas. El pensamiento
de la vejez olvidada y sola me hiere.
Una de estas noches morirán mientras yo
añadiré a mi cama una manta.


María Consolo, es poeta italiana.

Quintiliano
24-sep.-2010, 14:11
METÁFORA DE PRIMAVERA


Cuando los florecientes brotes
rozados por las primeras abejas
besan el aire
inmaculadas nieves
rozan tus ramas
y tiernos pétalos se abandonan
a la lluvia
que concede a la naturaleza
una momentánea tregua.


Ida Di Ianni, poeta italiana, nacida en 1964.

Quintiliano
17-oct.-2010, 03:24
Don't Try


“Como cualquiera podrá deciros, no soy un hombre muy agradable. No conozco esa palabra. Yo siempre he admirado al villano, al fuera de la ley, al hijo de perra. No aguanto al típico chico bien afeitado, con su corbata y un buen trabajo. Me gustan los hombres desesperados, hombres con los dientes rotos y mentes rotas y destinos rotos. Me interesan. Están llenos de sorpresas y explosiones. También me gustan las mujeres viles, las perras borrachas, con las medias caídas y arrugadas y las caras pringosas de maquillaje barato. Me interesan más los pervertidos que los santos. Me encuentro bien entre marginados porque soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, religiones o reglas. No me gusta ser modelado por la sociedad.”


Charles Bukowski

Quintiliano
19-oct.-2010, 21:00
El gemido mayor de mi obscuridad dos



mira mis cabellos se han erguido

los resortes del cerebro son los dorados saurios que se licúan

a veces

el pendiente

abierto

árbol

el soldado

en las regiones fangosas donde los pájaros se atascan en silencio

caballero astral

tapicerías marchitas

ácido que no quema como esas panteras

enjauladas

el surtidor de agua se escapa y asciende

hacia los otros colores



temblores

sufrimiento de mi hija por nada remoto y azul

mi cabeza está vacía como un armario de hotel

dime lentamente los peces los humildes tiemblan y

se rompen

cuando quieres irte

oscuro

salvoconducto

deseo

y el puente cansado a la tercera resistencia

el espacio

policías

el emperador

pesantez

oscuro

cuál mueble cuál lámpara inventar para tu ánima

septiembre de papel gas

en la imprenta



te amo los limones hinchados bajo el vidrio que nos separa

madre mía

madre mía madre mía tu esperas entre la nieve amontonada electricidad

fabulosa

disciplina

las hojas se agrupan en construcción de alas tranquilizándonos

en una isla y trepan en el orden de los arcángeles

fuego blanco


Tristan Tzara fue poeta rumano.

Quintiliano
10-nov.-2010, 13:59
Pájaro azul


hay un pájaro azul en mi corazón que

quiere salir

pero soy duro con él,

le digo quédate ahí dentro, no voy

a permitir que nadie

te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que

quiere salir

pero yo le echo whisky encima y me trago

el humo de los cigarrillos,

y las putas y los camareros

y los dependientes de ultramarinos

nunca se dan cuenta

de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que

quiere salir

pero soy duro con él,

le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres

hacerme un lío?

¿es que quieres joder

mis obras?

¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros

en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón

que quiere salir

pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir

a veces por la noche

cuando todo el mundo duerme.

le digo ya sé que estás ahí,

no te pongas

triste.

luego lo vuelvo a introducir,

y él canta un poquito

ahí dentro, no le he dejado

morir del todo

y dormimos juntos

así

con nuestro

pacto secreto

y es tan tierno como

para hacer llorar

a un hombre, pero yo no

lloro,

¿lloras tú?


Charles Bukowski

Quintiliano
14-nov.-2010, 03:51
La tumba de Charles Baudelaire


El templo sepultado divulga por la boca
Sepulcral de cloaca babeando barro y rubí
Abominablemente algún ídolo Anubis
con el hocico quemado como ladrido salvaje

Donde el gas reciente tuerce la mecha turbia
Que enjuga ya se sabe los oprobios sufridos
Y alumbra huraño un inmortal pubis
Cuyo vuelo según el reverbero se alza

Cual follaje seco en las ciudades sin noche
Votivo podrá bendecir como ella volver a sentarse
contra el mármol vanamente de Baudelaire

Al velo que ciñe ausente con temblores
Esta su Sombra como un veneno tutelar
Siempre respiraremos aún si nos hace perecer.


Stephane Mallarmé (1842-1898)

Quintiliano
16-nov.-2010, 18:43
LA NOCHE BLANCA



No me resigno
a esta noche blanca.

Blanca pero oscura.

A la vista del puerto
el recuerdo puede ser ofensa.

Una puerta se abre.
Alguien habla.

Reaviva coloreadas estaciones
y murmullos de mar.

Inconsciente escapo del tiempo.

Alguien llama.




Nevio Nigro es poeta italiano.

Quintiliano
21-nov.-2010, 13:11
EL PERFIL DEL ROSA

I


Soy el lobo de todos
gritaba corriendo escaleras abajo
la mañana del día de Navidad,
y en la última bola reflejado
el rostro demasiado cercano
era monstruoso, de par en par la boca
de niño que espera.



II


El grito al alba del cerdo
verticalmente atado
traspasaba los valles,
degollado hasta desangrarse
para el postre de enfermos y puérperas.
El grito al alba en noviembre en febrero
despertaba a las niñas las inducía
a crecer sujetando las alas de la gallina
mientras la abuela le cortaba las patas
para hervirla viva.


III


Puesto en la maceta sin raíces
cortado con la hachuela desprendía
olor a resina y monedas
de chocolate. Después, por San Antonio
amarilleaba en el jardín
en el rincón donde quemaban las hortensias.
Y en el parqué juego de palitos chinos
con las agujas de pino.



IV


Desde un minuto antes del toque del sanctus
tenía validez el precepto, se podía
llegar incluso mediado el sermón
o salir después del padrenuestro,
lo que de veras contaba era el instante
de la transustanciación.
Y debíamos mirar fijo un momento
la hostia y el cáliz y bajar enseguida la vista
abriendo ligeramente las manos, de rodillas.
De pie, al fondo, con los rezagados,
los del barbero en tercera fila,
las manos cruzadas a la espalda,
movían los dedos entre abrigos desabrochados.


V


Quisiera hablarle a esta foto mía junto al piano,
al niño de once años y pómulos rubicundos
decirle que no conviene acalorarse tanto
en los juegos con los primos,
seguirlos y hacer diana con ladrillos
en las dalias de los vecinos
no por diversión
sino para sentirte de veras parte de la panda.
¿De veras parte?
Quisiera decirle, déjalos correr
a ellos y sus blancos,
vuelve tranquilamente a tus dibujos
a los mapas por terminar,
ganarás tú. Deberás sufrir.


Franco Buffoni, es poeta italiano.

Quintiliano
28-nov.-2010, 15:28
SOLEDAD


El dolor es grande.
El engaño sutil.
El rojo tiñe el alma,
el miedo ahoga la vida.
No me espero nada.
Quiero inyectarme el mundo entero.
Mis pensamientos como drogas.
Me arrojo a mí misma en instantes infinitos.

La muerte es fascinación y derrota.

El amor una ficción,
la necesidad de los afligidos.
La desilusión de los creyentes.
Me quedo atónita mirando.
La soledad triunfa.


Beatrice Bressan, es poetisa italiana.

Quintiliano
04-dic.-2010, 08:57
-Crece como un árbol
detrás de mi frente
con hojas rojas, ¡deslumbrantes hojas, azules, blancas!
Un árbol
que aún tiembla en el viento.

Y voy a aplastar
tu casa, y nada
me será ajeno,
ni siquiera
lo humano

Como un árbol desde dentro
rompe hacia fuera
y aplasta
el cráneo

Y luce
como un farol en el bosque
dentro de la oscuridad.


Göran Sonnevi

Quintiliano
19-dic.-2010, 12:49
Oro


Oro pálido de las paredes, oro
de los centros de margaritas, las rosas amarillas
que brotan de una fuente clara. Todo el día
yacimos en la cama, mi mano
acariciando el oro
profundo de tus muslos y tu espalda.
Dormidos, despertándonos,
entramos juntos en el cuarto dorado,
nos tendimos en él, respirando
violentamente, luego
con calma una vez más,
dormitando y acariciándonos, tu mano perezosa
jugando con mi pelo ahora.

En aquel tiempo abrimos
cuartos idénticos y diminutos en nuestros cuerpos
que los hombres que exhumen nuestras tumbas
hallarán dentro de mil años
brillantes y completos.


Donald Hall

Quintiliano
25-dic.-2010, 20:47
ADICIÓN


No pregunto si soy feliz o no.
Pero hay algo que permanece siempre alegre en mi cabeza:
que en la gran suma -esa suma que aborrezco-
de sus demasiados números, yo no soy uno,
no soy una de esas unidades. Yo no fui contado
en el total. Y eso ya me alegra suficientemente.



VENTANAS


En esas habitaciones oscuras donde vivo
pesados días, con qué anhelo contemplo a veces
las ventanas. -Cuándo se abrirá
una de ellas y qué han de traerme-.
Pero esa ventana no se encuentra, o yo no sé
hallarla. Y quizás mejor sea así.
Quizá esa luz fuese para mí otra tortura.
Quién sabe cuántas cosas nuevas mostraría.


KONSTANDINOS KAVAFIS

Quintiliano
28-dic.-2010, 13:25
Entre las sombras Cleopatra yace muerta.
Llueve.

Abanderaron el barco erróneamente.
Llueve siempre.

¿Para qué miras la ciudad lejana?
Tu alma es la ciudad lejana.
Llueve fríamente.

Y mientras la madre arrulla en su regazo un hijo muerto –
todos nosotros arrullamos un hijo muerto en el regazo.
Llueve, llueve.

La sonrisa triste que sobra en tus labios cansados,
la veo en el gesto con que tus dedos no dejan tus anillos.
¿Por qué llueve?


Fernando Pessoa

Quintiliano
01-ene.-2011, 01:31
Somos los transmisores


Mientras vivimos somos transmisores de vida.
Y cuando no logramos transmitir vida, la vida

ya no logra fluir a través de nosotros.

Es parte del misterio del sexo, es un flujo que avanza.
Las gentes asexuadas jamás transmiten nada.

Y cuando al trabajar logramos transmitir vida a nuestro trabajo,
la vida, ya más vida, corre a nosotros para compensarnos,

para estar preparada
y ondeamos vivientes a través de los días.

Ya sea una mujer haciendo un pastel de manzana

o un hombre un taburete,
si la vida penetra en el pastel, bueno será el pastel
y bueno el taburete,
contenta estará ella, ondeando de vida fresca,
contento estará él.

Da y te será dado,
ésta es aún la verdad de la vida.
Pero dar vida no es tan fácil.
No significa dispensarla a cualquier necio

ni dejar que los muertos vivientes te devoren.
Significa encender el principio de vida allí donde no estaba,
incluso si es tan sólo en la blancura de un pañuelo recién lavado.


D. H Lawrence (1885-1930).

euterpe
20-ago.-2011, 01:37
1. Vienen...

vienen
diferente e iguales
con cada una es diferente y es igual
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es igual

vienen
diferentes e idénticas
con cada una es diferente y es lo mismo
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es la misma

Samuel Beckett

euterpe
26-ago.-2011, 20:08
GORDO Y CALVO



para rosa maria weber y alberto bresciani

a dónde vas, valter hugo mãe, tan sin tener
con quién, tan precipitado en el vacío del
camino en busca de qué

por qué no te quedas en casa, resignadamente solo,
mirando cómo la vida se gasta sin culpa ni gloria

eres un tío raro, valter hugo mãe, ahí metido
en un ningún amor que te hiere y esperas tener
un lugar en el mundo, con lo distraido que es el mundo

deberías morir el día dieciocho de marzo de
mil novecientos noventa y seis, como dices que
ocurrirá, para que se acabe esta
imprecisa sentencia que es la vida

vuelve a cerrar la puerta, no hay nada para ti ahí afuera
y hace frío, tienes reúma, te duele la cabeza, estás
gordo y calvo, no tiene sentido ni siquiera que
intentes llegar a las luces desvaídas de la orilla, ni siquiera
al lado menos frecuentado por los bañistas

vuelve a cerrar la puerta y tal vez te quedes dormido, hay
un silencio agradable en el edificio, estoy seguro de que
ya te has dado cuenta de eso


valter hugo mãe (Saurimo, Angola, 1971-)

[Traducción de Martín López-Vega.]

euterpe
05-sep.-2011, 22:16
Querer morir

Me preguntas pero casi nunca puedo recordar.
Yo camino con mi ropa, impoluta de ese viaje.
Luego, el deseo casi innombrable vuelve.

Incluso entonces nada tengo contra esta vida.
Conozco bien las briznas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto bajo el sol.

Pero los suicidas tienen un lenguaje especial.
Como carpinteros, quieren conocer con qué herramientas.
No preguntarán por qué construir.

Me he afirmado dos veces con facilidad,
he poseído al enemigo, he comido al enemigo,
he aprendido su arte y magia.

De esta forma, densa y reflexiva,
más caliente que el aceite o el agua,
he descansado, baboseando por la boca de la máscara.

No pensaba en mi cuerpo ante la aguja.
Incluso había olvidado la córnea y aquellos restos de orina.
Los suicidas ya han traicionado al cuerpo.

Nacidos muertos, no se matan siempre,
pero deslumbrados, no olvidan una droga dulce,
tan dulce que hasta los chiquillos mirarían y sonreirían.

¡Toda esa vida escondida en tu lengua! -
eso, se convierte en pasión.
La muerte es un triste hueso; magullado, me diríais

y, no obstante, ella me espera, año a año,
para deshacer con sutileza una vieja herida,
para extraer mi aliento de su horrible cárcel.

Allí, en equilibrio, los suicidas se encuentran,
arrasando fruta, una luna hinchada,
dejando el pan que equivocaron por un beso,

dejando abierto el libro por descuido,
algo no hablado, el teléfono descolgado
y el amor, no importa lo que fuera, una infección.



3 de Febrero de 1964


Anne Sexton, poeta norteamericana.