Pantera Negra
19-abr.-2010, 19:26
No estarán ustedes para saberlo, y yo si para contarlo, pero... En un lugar del D.F. de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía Gilberto el valiente... ah no, ese es el corrido del perro negro. Va de nuevo.
Hace ya un año poco mas o menos, dentro de mi ingenua insensatez, busqué en el directorio amarillo tres abogados especializados en pleitos contra el gobierno federal; la idea era promover un juicio contra la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, por su negligencia para realizar su función primordial, que es salvaguardar las condiciones laborales de los Mexicanos; que sean justas, equitativas, legales. Y como la situación laboral en México es un asco; una explotación, una ridiculéz de salarios y una sobreexplotación de jornadas y encomiendas laborales; pues debería de proceder tal demanda.
Tuve ocasión de entrevistarme con dos de los abogados de dos bufetes jurídicos, el tercer bufete no me atendía si no anteponía los respectivos honorario$ en la mesa. En ambos casos sonrieron de mi intrépida, inocente, quijotesca idéa; y se avinieron a explicarme de la mejor manera posible, dado que soy lego en la materia jursiprudencial. Dijeron que definitivamente no prosperaría la demanda, dado que yo no soy un afectado directo de tal negligencia de la STPyS; y que como posible tercer afectado, o afectado indirecto, se me denegaría el derecho de acusar. Que en todo caso, tal demanda solo serviría para hacer ruido mediático; y que aprovechando ese ruido en los medios de comunicación (masiva), bien pordría yo empezar mi camino de luchador social. Pero que ellos (los bufetes jurídicos) no estaban en condiciones de solventar los gastos; que si quería demandar, debía correr yo con los gastos por concepto de sus honorairos.
Evidentemente (esto no lo había dicho, pero dado el comentario, lo hago ahora: soy poco menos que un muerto de hambre) no contaba con los recursos para promover la demanda, así que cogí mis sueños de justicia y la experiencia de haberlo intentado, y regresé a casa a continuar con mi mediocre vida. Y a tomar tiempo y aire, para que ambos ventilasen mejor el suceso.
Ya lo decía don Quijote a Sancho... "Habremos de buscar mejores caminos".
Continuará otro día esta novela de mi vida, en esta misma estación y frecuencia... Como diría Patricia "tengo que irme ya, llevo prisa". Saludos.
Hace ya un año poco mas o menos, dentro de mi ingenua insensatez, busqué en el directorio amarillo tres abogados especializados en pleitos contra el gobierno federal; la idea era promover un juicio contra la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, por su negligencia para realizar su función primordial, que es salvaguardar las condiciones laborales de los Mexicanos; que sean justas, equitativas, legales. Y como la situación laboral en México es un asco; una explotación, una ridiculéz de salarios y una sobreexplotación de jornadas y encomiendas laborales; pues debería de proceder tal demanda.
Tuve ocasión de entrevistarme con dos de los abogados de dos bufetes jurídicos, el tercer bufete no me atendía si no anteponía los respectivos honorario$ en la mesa. En ambos casos sonrieron de mi intrépida, inocente, quijotesca idéa; y se avinieron a explicarme de la mejor manera posible, dado que soy lego en la materia jursiprudencial. Dijeron que definitivamente no prosperaría la demanda, dado que yo no soy un afectado directo de tal negligencia de la STPyS; y que como posible tercer afectado, o afectado indirecto, se me denegaría el derecho de acusar. Que en todo caso, tal demanda solo serviría para hacer ruido mediático; y que aprovechando ese ruido en los medios de comunicación (masiva), bien pordría yo empezar mi camino de luchador social. Pero que ellos (los bufetes jurídicos) no estaban en condiciones de solventar los gastos; que si quería demandar, debía correr yo con los gastos por concepto de sus honorairos.
Evidentemente (esto no lo había dicho, pero dado el comentario, lo hago ahora: soy poco menos que un muerto de hambre) no contaba con los recursos para promover la demanda, así que cogí mis sueños de justicia y la experiencia de haberlo intentado, y regresé a casa a continuar con mi mediocre vida. Y a tomar tiempo y aire, para que ambos ventilasen mejor el suceso.
Ya lo decía don Quijote a Sancho... "Habremos de buscar mejores caminos".
Continuará otro día esta novela de mi vida, en esta misma estación y frecuencia... Como diría Patricia "tengo que irme ya, llevo prisa". Saludos.