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eenriquee
30-nov.-2009, 01:53
LA CABALLERIA ROMANA

Un romano era, básicamente, un peatón, y a pié conquistaron media Europa, el norte de África, y Oriente próximo. Aunque a veces tenían que utilizarlo como medio de transporte, le tenían fobia al barco, como cuando invaden Britania . El caballo tampoco era demasiado de su gusto.

El caballo nunca fue abundante en la península italiana por lo que jamás llegó a tener la importancia y el significado casi religioso que le otorgaban otros pueblos como los celtas o hispanos. También resultaba un animal caro, ya que necesitaba de muchos cuidados y atención, por eso los romanos apenas lo tenían en cuenta en sus ejércitos.

Esto cambia con los descalabros con el cartaginés Anibal, y posteriormente con los germanos. Roma se había convertido en un imperio y sus fronteras no se podían defender exclusivamente a pié, los romanos se dieron cuenta que eso era un error.

Para cambiar la situación se creó en todas las legiones una unidad de caballería de élite. Agrupaba a unos 120 jinetes o caballeros ordenados en cuatro escuadrones o turmas, formada cada una de ellas por unos 30 legionarios.

El entrenamiento era muy duro, se perseguía un manejo sin fallos de la cabalgadura, con la dificultad añadida de que por entonces aún no se conocía el estribo; además, se exigía montar y desmontar al paso, lanzar con soltura la jabalina al galope, soportar interminables patrullas y tener conocimiento sobre la salud y el “mantenimiento” de estos hermosos animales, que por entonces eran un poco más pequeños que los actuales. Estos jinetes tenían un sueldo algo más elevado, pero no mucho más.

Estas unidades de caballería se complementaban con otras, mediante el reclutamiento en aquellos pueblos con más tradición ecuestre ( celtíberos, númidas, tracios, etc). Se formaban alas de caballería que podían alcanzar más de ochocientos jinetes, y que se utilizaban para descargar a los legionarios romanos de las tareas más difíciles. Con la promesa de una futura ciudadanía, estos jinetes “de segunda clase” se enfrentaban con los problemas verdaderamente duros, conduciéndose con una gran eficacia, ya que sus compañeros romanos de armas estaban lejos de su solvencia con el caballo. La caballería propiamente romana en realidad nunca fue un elemento significativo en sus ejércitos.

En una palabra, Roma no estaba preparada para tener una caballería solvente solo con soldados romanos, por eso tuvo que recurrir a foráneos. Comandados por oficiales romanos, con el tiempo acabaron por ser fundamentales para luchar contra los bandidos, y lo más importante, para mantener seguras las fronteras.

Saludos