Queen
20-oct.-2009, 01:51
Abro este tema porque no sólo estoy aburrida... me encuentro en un momento en el cual estoy cargada de nociones fantásticas sobre el existencialismo divino y natural de las personas.
Cuando era pequeña, "muy pequeña" solía preguntarle a mi abuelita que si las piedras estaban vivas, estas preguntas que a uno le da penita andar contando a extraños dispuestos a leerle...:scared:
Me respondía que no, pero yo tenía mis dudas.. para mi, las piedras eran animalitos timidos y frescos que podian pintarse y adquirir personalidad. Cuando descubrí que las piedras en realidad son producto de las muy antigüas erupciones volcánicas. Supe que mi abuelita no sabía porqué las piedras no eran seres vivos porque no me respondió con fundamentos. Según mi antigüa creencia, la piedra muy fácilmente podría tener pulmones sin que se notaran las contracciones gracias a su fuerte coraza de no sé qué material.
A partir de ese momento, dejé de hacerle preguntas estúpidamente inocentes a la gente... sólo las imaginé sin esperar respuesta.
Era común que me dejara llevar por mis fantasías, empecé poco a poco, en los desayunos intentaba doblar la cuchara con la mente, porque era divertido ver a los psíquicos de la TV hacer eso.
a los 9 años intenté levitar, para eso tenía que estar concentrada 10 minutos, pero mi concentración se interrumpía con imágenes de barbies en autos de lujo paseando con kent.
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interrumpo!! "esta lectura no les llevará a ninguna conclusión, así que pueden arrepentirse de seguir leyendo y visitar temas de culto"
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Me gustaban las montañas, porque eran enormes dinosaurios enterrados, no tenía idea sobre escalas de tamaño entre dinosaurios y humanos... subir una montaña podía ser peligroso, si el enorme animal se llegara a despertar me asustaría mucho.. pero no me encontraría detrás de un gran árbol.
Los fantasmas no me daban miedo, de hecho no recuerdo tener la idea de lo que era un fantasma.
Le temía al "monstruo del patio"
Ese monstruo que nunca se dejaba ver mas que en mis retorcidas fantasías miedosas. No hacía ruido, y eso era lo que más me tenía inquieta. Siempre estaba en las noches, lo peor de todo es que la ventana de mi cuarto estaba frente al patio, y se escondía en el rincón de mis pesadillas, la parte más oscura del patio.
Con el tiempo, el monstruo perdió fama por ser tan timido... hasta me llegó a dar lástima, si se escondía todos los días ahí sólo es porque debería tener algún problema emocional. Así que el monstruo desapareció repentinamente.
Llegarón mis tiempos de cambios, los pechos me estaban creciendo y mis piernas se torneaban... mis fantasías existenciales dejaron de ser igual de personales, como cuando alguien deja sus juguetes o deja su diario.
Como acabo de explicar, con el paso del tiempo, mis fantacias existenciales de la infancia quedaron reprimidas. No podía tener espacio para esas cosas porque cada que miraba abajo, dos bultos se burlaran de mi. Como esas amigas que una conoce en la escuela y que quieren hacer cambiar el modo de pensar propio, si les hablas de algo íntimo, serás la burla, pues ellas experimentaron más rápido el mundo.
Me transformé en una especie de monja no religiosa, adoraba a no sé qué y profanaba al vacío. Empecé a usar lentes para vista cansada por las horas que le dedicaba a la lectura y leía hasta de noche, nunca fuí la más inteligente de ningún salón de clases, pero era estudiosa. Leí mucho sobre lo paranormal y metafísica queriendo encontrar ahí respuestas existenciales pero ahora de otro tipo.
¿qué es la muerte?
¿qué es el alma?
¿quién es Dios?
¿que fin tiene estar vivo?
¿porqué suena así la música y de qué se compone la melodía?
¿porqué la maldad?
¿qué es el tiempo?
¿qué es la mente?
¿hay vida en otro planeta?
¿a dónde se fueron los mayas?
¿qué hubiera respondido mi abuelita ante todo esto?
Actualmente tengo idea de lo que es la mayoría de estas preguntas pero es al más estilo de "mi abuelita"
Seguramente los mayas se fueron en los famosos ovnis y en el 2012 regresarán para decirnos "se los dijimos y no se molestaron en irse a marte".
::::::::::::::.prosigo sin saber para qué debo proseguir::::::::::
Cuando entré a la preparatoria, conocí verdaderamente al mundo. Descubrí el calor de los cuerpos y mis fantasías existenciales nuevamente dieron un giro inesperado. Ahora se trataba de ser presentable ante la sociedad manteniendo un estatus de confort anímico medio
"estatus de confort anímico medio" es como decir: ser bien relax pero no caer en ideas hippies. Mis continuas luchas existenciales divididas por lo social y lo espiritual sucedían en las noches. Quería quedarme a ver películas de terror como solía hacerlo durante años, pero la incertidumbre era causada por el remordimiento de no ser social el viernes en el que todo mundo sale al antro a bailar y socializar con gente agradable.
Conocí al hombre innombrable en un antro, y durante mucho tiempo fue mi fantasía más amorosa y perversa. Mis fantasías existenciales se tornaron carnales (de carne) y sentimentales.
"Actualmente"
ahora me da cierta gracia irónica la evolución de mis fantasías existenciales...
no es que sean ridículas, jeje.. no, no... para nada.
mis fantasías existenciales actuales son una mezcla de todas las anteriores con una dosis de aceptación irracional. Porque sabiendo que no es válida la teoría del monstruo del patio, me parece correcto que pueda ser, por el simple hecho de que me agradaría que lo fuera.
Ahora me acepto con todas mis creencias fuera de lugar, abrí el antigüo baúl polvoriento para revivir cada fantasía olvidada y añadirla. Porque son parte de mi, de lo que fuí y arranqué de mi vida al paso del tiempo.
Soy racional por poseer esa capacidad, pero soy existencialmente fantástica por composición natural.
¿acaso las personas no somos buenas para inventarnos fantasías que jamás tendrán sentido pero que son satisfactorias?
la política, la religión, el sistema financiero actual, las modas, los protocolos sociales, las mascotas, las bodas, la televisora, el tarot, la ouija, el panteón y....
"El temible monstruo del patio"
Cuando era pequeña, "muy pequeña" solía preguntarle a mi abuelita que si las piedras estaban vivas, estas preguntas que a uno le da penita andar contando a extraños dispuestos a leerle...:scared:
Me respondía que no, pero yo tenía mis dudas.. para mi, las piedras eran animalitos timidos y frescos que podian pintarse y adquirir personalidad. Cuando descubrí que las piedras en realidad son producto de las muy antigüas erupciones volcánicas. Supe que mi abuelita no sabía porqué las piedras no eran seres vivos porque no me respondió con fundamentos. Según mi antigüa creencia, la piedra muy fácilmente podría tener pulmones sin que se notaran las contracciones gracias a su fuerte coraza de no sé qué material.
A partir de ese momento, dejé de hacerle preguntas estúpidamente inocentes a la gente... sólo las imaginé sin esperar respuesta.
Era común que me dejara llevar por mis fantasías, empecé poco a poco, en los desayunos intentaba doblar la cuchara con la mente, porque era divertido ver a los psíquicos de la TV hacer eso.
a los 9 años intenté levitar, para eso tenía que estar concentrada 10 minutos, pero mi concentración se interrumpía con imágenes de barbies en autos de lujo paseando con kent.
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interrumpo!! "esta lectura no les llevará a ninguna conclusión, así que pueden arrepentirse de seguir leyendo y visitar temas de culto"
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Me gustaban las montañas, porque eran enormes dinosaurios enterrados, no tenía idea sobre escalas de tamaño entre dinosaurios y humanos... subir una montaña podía ser peligroso, si el enorme animal se llegara a despertar me asustaría mucho.. pero no me encontraría detrás de un gran árbol.
Los fantasmas no me daban miedo, de hecho no recuerdo tener la idea de lo que era un fantasma.
Le temía al "monstruo del patio"
Ese monstruo que nunca se dejaba ver mas que en mis retorcidas fantasías miedosas. No hacía ruido, y eso era lo que más me tenía inquieta. Siempre estaba en las noches, lo peor de todo es que la ventana de mi cuarto estaba frente al patio, y se escondía en el rincón de mis pesadillas, la parte más oscura del patio.
Con el tiempo, el monstruo perdió fama por ser tan timido... hasta me llegó a dar lástima, si se escondía todos los días ahí sólo es porque debería tener algún problema emocional. Así que el monstruo desapareció repentinamente.
Llegarón mis tiempos de cambios, los pechos me estaban creciendo y mis piernas se torneaban... mis fantasías existenciales dejaron de ser igual de personales, como cuando alguien deja sus juguetes o deja su diario.
Como acabo de explicar, con el paso del tiempo, mis fantacias existenciales de la infancia quedaron reprimidas. No podía tener espacio para esas cosas porque cada que miraba abajo, dos bultos se burlaran de mi. Como esas amigas que una conoce en la escuela y que quieren hacer cambiar el modo de pensar propio, si les hablas de algo íntimo, serás la burla, pues ellas experimentaron más rápido el mundo.
Me transformé en una especie de monja no religiosa, adoraba a no sé qué y profanaba al vacío. Empecé a usar lentes para vista cansada por las horas que le dedicaba a la lectura y leía hasta de noche, nunca fuí la más inteligente de ningún salón de clases, pero era estudiosa. Leí mucho sobre lo paranormal y metafísica queriendo encontrar ahí respuestas existenciales pero ahora de otro tipo.
¿qué es la muerte?
¿qué es el alma?
¿quién es Dios?
¿que fin tiene estar vivo?
¿porqué suena así la música y de qué se compone la melodía?
¿porqué la maldad?
¿qué es el tiempo?
¿qué es la mente?
¿hay vida en otro planeta?
¿a dónde se fueron los mayas?
¿qué hubiera respondido mi abuelita ante todo esto?
Actualmente tengo idea de lo que es la mayoría de estas preguntas pero es al más estilo de "mi abuelita"
Seguramente los mayas se fueron en los famosos ovnis y en el 2012 regresarán para decirnos "se los dijimos y no se molestaron en irse a marte".
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Cuando entré a la preparatoria, conocí verdaderamente al mundo. Descubrí el calor de los cuerpos y mis fantasías existenciales nuevamente dieron un giro inesperado. Ahora se trataba de ser presentable ante la sociedad manteniendo un estatus de confort anímico medio
"estatus de confort anímico medio" es como decir: ser bien relax pero no caer en ideas hippies. Mis continuas luchas existenciales divididas por lo social y lo espiritual sucedían en las noches. Quería quedarme a ver películas de terror como solía hacerlo durante años, pero la incertidumbre era causada por el remordimiento de no ser social el viernes en el que todo mundo sale al antro a bailar y socializar con gente agradable.
Conocí al hombre innombrable en un antro, y durante mucho tiempo fue mi fantasía más amorosa y perversa. Mis fantasías existenciales se tornaron carnales (de carne) y sentimentales.
"Actualmente"
ahora me da cierta gracia irónica la evolución de mis fantasías existenciales...
no es que sean ridículas, jeje.. no, no... para nada.
mis fantasías existenciales actuales son una mezcla de todas las anteriores con una dosis de aceptación irracional. Porque sabiendo que no es válida la teoría del monstruo del patio, me parece correcto que pueda ser, por el simple hecho de que me agradaría que lo fuera.
Ahora me acepto con todas mis creencias fuera de lugar, abrí el antigüo baúl polvoriento para revivir cada fantasía olvidada y añadirla. Porque son parte de mi, de lo que fuí y arranqué de mi vida al paso del tiempo.
Soy racional por poseer esa capacidad, pero soy existencialmente fantástica por composición natural.
¿acaso las personas no somos buenas para inventarnos fantasías que jamás tendrán sentido pero que son satisfactorias?
la política, la religión, el sistema financiero actual, las modas, los protocolos sociales, las mascotas, las bodas, la televisora, el tarot, la ouija, el panteón y....
"El temible monstruo del patio"