FUHRER
05-oct.-2009, 09:27
Un hombre común y corriente se encontraba enfermo del corazón y le recomendaron ir con un brujo de Catemaco, en el estado de Veracruz, para que lo curara.
El hombre llegó casi muerto, y le dijo al curandero su problema.
El brujo le preguntó : ¿ Conoce las águilas ?
A lo que el enfermó le afirmó.
Entonces atrape una y le come su corazón y sanará por completo.
El enfermo siguió las indicaciones y al poco tiempo ya estaba completamente curado.
Tiempo después en una expedición el mismo sujeto se quebró las piernas y perdió el movimiento de sus pies.
Regresó con el brujo y le contó lo sucedido y éste le preguntó.
¿ Conoce la avestruz ?
El sujeto dijo que si.
Entonces cace una y le come las piernas, y quedará como nuevo.
El tipo hizo lo indicado y al poco tiempo ya estaba corriendo como nunca.
Fue tanta su fama de corredor que las viejas lo asediaban y él se las tumbaba.
En una de esas se contagió de sida, y preocupado se acercó de nuevo al brujo.
Al platicarle su problema, el curandero le preguntó.
¿ Conoce las golondrinas ?
Y el sujeto dijo que si, y añadió, - Ya se, atrapo una y le como su trasero y me curo.
A lo que el brujo le dijo.
No señor, si conoce las golondrinas, que se las toquen porque ya le llevó la chingada.
El hombre llegó casi muerto, y le dijo al curandero su problema.
El brujo le preguntó : ¿ Conoce las águilas ?
A lo que el enfermó le afirmó.
Entonces atrape una y le come su corazón y sanará por completo.
El enfermo siguió las indicaciones y al poco tiempo ya estaba completamente curado.
Tiempo después en una expedición el mismo sujeto se quebró las piernas y perdió el movimiento de sus pies.
Regresó con el brujo y le contó lo sucedido y éste le preguntó.
¿ Conoce la avestruz ?
El sujeto dijo que si.
Entonces cace una y le come las piernas, y quedará como nuevo.
El tipo hizo lo indicado y al poco tiempo ya estaba corriendo como nunca.
Fue tanta su fama de corredor que las viejas lo asediaban y él se las tumbaba.
En una de esas se contagió de sida, y preocupado se acercó de nuevo al brujo.
Al platicarle su problema, el curandero le preguntó.
¿ Conoce las golondrinas ?
Y el sujeto dijo que si, y añadió, - Ya se, atrapo una y le como su trasero y me curo.
A lo que el brujo le dijo.
No señor, si conoce las golondrinas, que se las toquen porque ya le llevó la chingada.