Ver la Versión Completa : Tres palabras
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Violetta
17-nov.-2017, 07:38
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro** deseado
**(Especifico para malpensados diversos. 'Tesoro', entre otras acepciones, también significa: persona de mucho valor). Jejeje....
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel
MagAnna
17-nov.-2017, 08:41
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada
MagAnna
17-nov.-2017, 09:05
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa...
Violetta
17-nov.-2017, 10:18
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce
Violetta
17-nov.-2017, 10:52
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado
Violetta
28-nov.-2017, 12:55
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida:lol:
Violetta
29-nov.-2017, 12:03
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente
Violetta
30-nov.-2017, 07:53
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones
Violetta
30-nov.-2017, 08:09
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas...
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Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo
Violetta
30-nov.-2017, 08:33
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación...
[QUOTE=Violetta;1695066806]Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras
Violetta
30-nov.-2017, 08:46
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado
Violetta
30-nov.-2017, 08:58
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso
Violetta
30-nov.-2017, 14:37
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci',
Shetland
30-nov.-2017, 14:43
Les leo, les leo... :lol:
Violetta
30-nov.-2017, 15:40
Va bien bueno, verdad? :lol::lol:
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci', pintor de brocha-gorda...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!,
**https://www.bing.com/images/search?q=sucesion+de+fibonacci&qpvt=sucesion+de+fibonacci&FORM=IGRE
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo.
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo
Violetta
01-dic.-2017, 09:32
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó el cero ('0') patatero
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó el cero ('0') patatero.
Pero un día
Violetta
01-dic.-2017, 12:38
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó el cero ('0') patatero.
Pero un día llegó en botas...
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó el cero ('0') patatero.
Pero un día llegó en botas un perro ladrón
Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado, que al comerlo: ¡levantaba maltrechas libidos! Y se desnudaban, ¡desnudando (hasta) su desnudo! Sin ropa, hicieron pulcramente: intercambiar fluidos de un color asqueroso que repugnaba a cualquiera que apreciase la policromía de la muela chispear irisados colores amenizaban el convite de pecadoras irredentas, reían sin parar, contándose sus deslices pecaminosos que llevaban delito y desorden, en su sucia y grasienta cocina donde nunca pasas una tarde lluviosa sin té de bergamota 'Earl Grey', orgánico, como siempre, cosecha del 2000 con un bouquet de diseño artdecó, acompañado de panettone y pensamientos infumables (no puros). Y después de la movida tarde llegó la noche tibia y callada trayendo sensaciones desconocidas, como cada invierno cargado de caricias y la locura bajo las sábanas del Dios griego que supo encontrar el tesoro deseado con la piel hirsuta, de gallina coqueta, bien emplumada, tibia y pegajosa hecha en mole exquisitez que produce Puebla de Zaragoza en un tinglado olvidado por ella que nunca olvida lo que recuerda imaginado el pasado perfecto y pluscuamperfecto conjugado en presente, pasado y futuro, multiplicando las divisiones y restando las sumas, potenciando el cálculo de toda ecuación evacuando dudas certeras con cierta desconfianza acertando lo confiado que el sacrosanto lerdo y perezoso el Melursus ursinus, sucediendo a 'Fibonacci'**, pintor de brocha-gorda, soñador conejero, ¡también!, pero mal amigo se murió solo y nos dejó el cero ('0') patatero.
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de ...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver ladró ...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio ...
]Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente
Violetta
04-dic.-2017, 08:27
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple
Violetta
04-dic.-2017, 09:09
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia
Violetta
04-dic.-2017, 15:09
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares .....
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro
Violetta
05-dic.-2017, 08:19
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco
Violetta
05-dic.-2017, 08:33
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco
Violetta
05-dic.-2017, 08:37
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez
Violetta
05-dic.-2017, 08:43
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga
Violetta
05-dic.-2017, 08:46
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo
Violetta
05-dic.-2017, 10:02
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido
Violetta
06-dic.-2017, 07:57
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos
MagAnna
06-dic.-2017, 12:43
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucito de pronto
MagAnna
06-dic.-2017, 12:51
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra
MagAnna
09-dic.-2017, 12:49
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo
Violetta
14-dic.-2017, 14:49
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna...
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Violetta
15-dic.-2017, 07:40
Esto va espectacular :lol:
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Esto va espectacular :lol:
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Violetta
15-dic.-2017, 08:32
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Violetta
15-dic.-2017, 08:39
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Violetta
15-dic.-2017, 08:49
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Violetta
15-dic.-2017, 09:02
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.:Femme:.
28-dic.-2017, 10:38
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Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta
[QUOTE=gabin;1695069312]Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo
.:Femme:.
04-ene.-2018, 14:04
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo
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Inmediatamente se abrio......
parzival
08-ene.-2018, 05:18
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Inmediatamente se abrio la puerta de...
Violetta
08-ene.-2018, 09:38
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista...
parzival
08-ene.-2018, 21:28
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba...
Violetta
09-ene.-2018, 06:51
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor...
parzival
10-ene.-2018, 04:55
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo
Violetta
10-ene.-2018, 08:03
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo....
Violetta
11-ene.-2018, 15:10
Me da tanto gusto "verlos" Uno y Shetos. Un abrazo para los dos, mitad y mitad :001_tongue:
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos...
Hola Violettaaaaa abrazo enteroooo
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes.......
Violetta
11-ene.-2018, 15:22
Gracias! :)
Hola Violettaaaaa abrazo enteroooo
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva,....
Violetta
11-ene.-2018, 16:19
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida
parzival
11-ene.-2018, 23:16
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica...
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos
Violetta
12-ene.-2018, 08:08
Pero un día llegó en botas un perro ladrón de huesos usados, saltando encima de un cadáver, ladró alertando al barrio que dormía plácidamente como recién nacidos de parto múltiple, sin complicaciones de nada, incluso Ictericia preciosa causada por los eclipses lunares típicos del cielo de la ciudad a orillas del Manzanares que discurre junto al cerro de la Silla de oro blanco oscuro y macizo como helado fresco de fresa con cáscaras de nuez verde del campo sembrado de ortiga, la que pica con gran disimulo en donde menos te lo esperas, hasta que el grano asoma enrojecido queriendo gritar un solido hasta luego ya nos vemos! Volviendo al cadáver, resucitó de pronto, enmudeciendo al perro que no ladra, saliendo por patas. El macilento redivivo blanco como tuna, sólido como espuma de chocolate caliente derretido por el sentimiento decembrino que navidad nos provee, él murió nuevamente. Le gusta resucitar todo miembro muerto tiende a renacer por el frente, atesorando momentos vividos. Sin embargo, sabía ese secreto milenario ejecutarlo por retreta en año nuevo. Pero entonces, ¿cuándo resucita el asesinado?
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras....
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna')
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró .......
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir
Violetta
16-ene.-2018, 08:53
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el...
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Violetta
16-ene.-2018, 11:06
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parzival
17-ene.-2018, 05:39
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki...
Violetta
17-ene.-2018, 11:16
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de...
Darko91
17-ene.-2018, 17:40
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-
parzival
18-ene.-2018, 07:03
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo el...
Violetta
18-ene.-2018, 09:28
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Shetland
18-ene.-2018, 13:39
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Violetta
18-ene.-2018, 13:41
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto...
Shetland
18-ene.-2018, 13:43
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a
Violetta
18-ene.-2018, 13:46
nmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor...
Shetland
18-ene.-2018, 13:49
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Violetta
18-ene.-2018, 14:00
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el...
Shetland
18-ene.-2018, 14:00
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los
Violetta
18-ene.-2018, 14:14
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Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta
MagAnna
18-ene.-2018, 16:14
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia...
Shetland
18-ene.-2018, 17:03
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios
Shetland
19-ene.-2018, 05:00
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella
Violetta
19-ene.-2018, 08:45
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando...
Shetland
19-ene.-2018, 09:06
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que
Violetta
19-ene.-2018, 09:07
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo...
Shetland
19-ene.-2018, 09:32
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en
Violetta
19-ene.-2018, 09:36
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado...
MagAnna
19-ene.-2018, 14:17
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir ....
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer
]Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo debera divorciarse .....
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar
Violetta
22-ene.-2018, 10:27
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo ocho días semanales
Violetta
22-ene.-2018, 15:36
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo ocho días semanales va al mercado...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero
Violetta
22-ene.-2018, 16:07
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar
Violetta
22-ene.-2018, 16:14
Me río tanto leyendo estas locuras! :lol:
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi...
Me río tanto leyendo estas locuras! :lol:
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas ...
Esto esta bien comico
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!,
Violetta
23-ene.-2018, 07:58
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico
Violetta
23-ene.-2018, 08:13
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol
Violetta
23-ene.-2018, 10:30
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol que nos dejaba...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol que nos dejaba como desnudos por ....
.:Femme:.
26-ene.-2018, 11:46
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual.
Klauddia
26-ene.-2018, 12:04
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia ...
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita, y tomandola de ....
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita, y tomándola del pico la besó
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita, y tomándola del pico la besó sorprendiendo agradablemente a ....
Hola gabin
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita, y tomándola del pico la besó sorprendiendo agradablemente a pollero y pollita
Hola, Uno
Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró, antes de salir, a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo bajo su vestido rojo que tanto le agrada a Elvio Lao, doctor simpático que siempre quiere hacerle el juego de los ojos cerrados y la boca abierta, pero sin anestesia porque sabe que perdería sus prejuicios; sólo que ella se esté equivocando y quiera que no realice lo escrito en el testamento guardado no sabe dónde. De no cumplir con su alzheimer agudo deberá divorciarse acusada de engañar al marido cornudo. Ocho días semanales va al mercado buscando al pollero desplumado de donde nadie pudiera imaginar, yo ya vi un bulto sospechoso entre sus piernas, ¡escondía una pollita!, tenía plumas y un exuberante pico color turquesa brillante con bellísimo tornasol, que nos dejaba como desnudos por semejante espectáculo visual. Corrio de inmediato - la primita - hacia la 'tornasoleada' pollita, y tomándola del pico la besó sorprendiendo agradablemente a pollero y pollita.
Asi fue como .....
Violetta
29-ene.-2018, 13:57
:lol:
Así fue como comenzó el romance...
.:Femme:.
29-ene.-2018, 14:00
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué hacian a solas ....
Violetta
29-ene.-2018, 14:09
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué hacian a solas y tumbados en...
.:Femme:.
29-ene.-2018, 14:09
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué hacian a solas, si sabían que...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué hacian a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero qué hacian a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa ...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con .....
Violetta
30-ene.-2018, 10:34
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron ... .....
Violetta
30-ene.-2018, 11:12
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que
Violetta
30-ene.-2018, 11:39
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos
Violetta
30-ene.-2018, 12:11
sí fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas...
[QUOTE=Violetta;1695072495]sí fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de
Violetta
30-ene.-2018, 12:23
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Violetta
31-ene.-2018, 10:05
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.:Femme:.
31-ene.-2018, 13:35
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Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro
Flores amaestradas? No se como va eso..... ok, puede pasar..
Pero si pones Maduro se rompe el juego, no todos estamos en el mismo pais y conocemos...... es como si yo pusiera al presidente de Argentina o al primer ministro de canada...... para jugar tenemos que ser un poco mas neutros me parece....
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Un paracaidistas olvidose de.........
[QUOTE=Uno;1695073654]Flores amaestradas? No se como va eso..... ok, puede pasar..
Pero si pones Maduro se rompe el juego, no todos estamos en el mismo pais y conocemos...... es como si yo pusiera al presidente de Argentina o al primer ministro de canada...... para jugar tenemos que ser un poco mas neutros me parece....
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Respuesta de gabin,
Este juego no va sólo de escribir frases coherentes; las que llevan al surrealismo, al absurdo, al esperpento..... también tienen y han tenido cabida en este tipo de relatos más bien caóticos.
Con la CIA de por medio, no está de más citar a su gran 'aliado' Maduro (el actual mandamás de la R.B. de Venezuela) y, al poder seguir inventando lo que se quiera, que más da saber o no de quién se trata; o, eso me parece a mí.
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Un paracaidistas olvidose de guardar fechas señaladas
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Un paracaidistas olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto ....
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Un paracaidistas olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto desde la estratosfera
Violetta
07-feb.-2018, 08:16
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Un paracaidistas olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto desde la estratosfera de Las Vegas...
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Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos
Violetta
07-feb.-2018, 10:11
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Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería para llevárselos calentitos
Violetta
08-feb.-2018, 08:01
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MagAnna
08-feb.-2018, 15:53
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parzival
08-feb.-2018, 20:11
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MagAnna
09-feb.-2018, 15:29
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Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas
parzival
11-feb.-2018, 14:11
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos
Violetta
12-feb.-2018, 07:48
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven...
MagAnna
12-feb.-2018, 08:32
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un...
Violetta
12-feb.-2018, 08:37
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de...
MagAnna
12-feb.-2018, 08:56
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo...
Violetta
12-feb.-2018, 09:02
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados
.:Femme:.
13-feb.-2018, 10:14
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa
Violetta
13-feb.-2018, 16:14
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa...
.:Femme:.
14-feb.-2018, 10:04
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía
MagAnna
14-feb.-2018, 10:08
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba...
Violetta
14-feb.-2018, 10:12
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas*
__________________________________________________
Qué son churras, qué son merinas y porqué no deben mezclarse.
*https://www.lavidacotidiana.es/mezclar-churras-con-merinas/
MagAnna
14-feb.-2018, 10:28
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo...
Violetta
14-feb.-2018, 10:38
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos...
Violetta
14-feb.-2018, 10:40
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo de alto standing
Totalmente ignorada por Gabin, ya no hago bulto :(
Totalmente ignorada por Gabin, ya no hago bulto :(
No lo vi, shorry. Ya lo borré.
Violetta
14-feb.-2018, 10:43
No lo vi, shorry. Ya lo borré
Estoy bromeando :blush:
Sigues tú.
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen
Violetta
14-feb.-2018, 10:48
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un...
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un polvorón de amar.etto*
________________________________
*Para quien guste de un buen polvorón
https://www.facebook.com/clasesdecocinaconjacqueline/photos/a.711091282264438.1073741834.594025403971027/865669010139997/?type=1&theater
MagAnna
14-feb.-2018, 11:50
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Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un polvorón de amaretto, un delicioso manjar...
(Donde haya un chorrito de Amaretto, que se quite todo lo demás!) :001_tt1:
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un polvorón de amaretto,*un delicioso manjar para perros exaltados ...
Violetta
15-feb.-2018, 08:43
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un polvorón de amaretto,*un delicioso manjar para perros exaltados ladraban constantemente en...
.:Femme:.
15-feb.-2018, 15:56
Así fue como comenzó el romance prohibido. ¿Pero, qué hacían a solas y tumbados en, si sabían que revueltos no podían acabar esa inmensa hoguera pasional jamás? Cuando estaban con el señor de barba espesa, saltaron con aquélla emoción tan vehemente que no se dieron con otros barbudos lampiños de axilas y sudorosos de donde siempre están como gorilas excitados cuando ven pollitas en amaneceres lluviosos teñidas de lapislázuli. Se amaban tanto, pero, tanto, tanto, -como Trump ama a su espejo y su peluquín- que la CIA les envió flores amaestradas por Maduro.
Un paracaidista olvidose de guardar fechas señaladas para lanzar los papelitos al canasto -desde la estratosfera de Las Vegas- sin acertar meterlos donde más quería, para llevárselos calentitos y recién hechos, desde la coronilla hasta la planta procesadora de tomates verdes sin alma mater universitaria escapista que se atreve a enlatarlos, empapelándolos con multas impagadas recogidas a gatas por los murciélagos empalmados que viven pendientes de un jugoso pedazo de pata de gallo, le recomiendo crema de porros salteados y una sabrosa malteada de fresa.
Ella solo sabía que si mezclaba amarillo con azul, o, churras con merinas, saldría un batiburrillo para que todos supieran o supiesen disfrutar con un polvorón de amaretto, un delicioso manjar para perros exaltados ladraban constantemente en búsqueda de un...
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