Reyna Oscura
26-may.-2009, 16:54
Aquel dia en la tormenta, a travez de la oscuridad hostil clarey y yo tubimos que escapar de ese encierro, yo siendo enfermero y ella siendo una internada siquiatrica, bueno aunque asi creian ellos, ahí estabamos huyendo como animales desnudos, la imaginacion habitaba en el tedio que sin duda me abrumaria nuevamente.
La infeliz fugitiva era como una reencarnacion de la tristeza y las coleras que entregaban, sin fin nuestros cuerpos a los exesos de dolor y lujuria que tanto nos gustaba.
Aquella noche escapamos en una ambulancia vieja que nadie extrañaria y en plena carretera nos detubimos cansados, agitados y algo asustados por lo que estabamos viviendo, pero nuestros cuerpos igual ansiosos pidiendo a nustros mas bajos instintos que todo ya estaba permitido por el hecho de ser libres.
Clarey como siempre con sus locuras y esa mania de comer huevos crudos y pasarselos por el culo , para eso se sentaba en el sillon trasero, la espalda al respaldo y sus piernas dobladas se hacia mia sin serlo ya que no me dejaba penetrarla solo me mamaba para rociar mi leche en su rostro, despues colocaba un huevo en su agujero asi experimentaba placer, asi terminaba undiendolo en la profunda endidura, cuando me brotaba la leche y sus nalgas rompian el huevo, ella gozaba y sumergiendo mi rostro en su culo yo me inundaba de esa abundante inmundicia.
Yo eyaculando sobre su rostro siempre, una rubia como diosa masturbandose al verme orinar sobre sus pechos.
Luego de terminar nuestros juegos proseguimos nuestro viaje llegamos a la falda de un cerro que escondia entre un bosque una cabaña que era de su padre.
Al entrar los instalamos en la alfombra, corte una cuerda y clarey decidio estar muerta unos instantes, ella solo me miraba ereccionar y me la meneo, lo hicimos en el suelo, estabamos como desesperados era como que no viviamos esto hace mucho por la restriccion de muestro pasado encierro.
Follamos casi toda la noche como si ella fuera un cadaver.
Clarey era virgen y nos dolio a los dos pero nos alegraba precisamente que nos doliese…pasaron unos minutos y yo no lograba eyacular aun, clarey no aguanto mas y chupo mi verga haciendo ese extasis inmundo que la hacia agitarsemas de placer.
Cuando todo termino fue cuando senti que venia mi nectar y logre meter en su agujero virgen tremenda pieza de carne dura y erecta que desgarro sin piedad aquella mujer virgen que su estreches logro hacerme sentir esas ganas de que saliera todo ese deseo de poseerla, el roce apretado era extremo y esa sensacion de entrar y salir y que ella le doliera tanto y la desesperara provoco mi estallido que en un entrar la sujero fuertemente y quedar pegados apretados y sin casi respiracion…agitados de quejidos y exaltacion terminamos dormidos en un abrazo que los dejo hasta ver las primeras luces del amanecer.
Desde aquella vez hemos tenido que seguir huyendo en cada ciudad para no ser aprendidos por la sociedad y la ley, pasamos a ser libres pero a la vez fugitivos de una libertad de amor y deseo, del placer y el dolor exitante, ahora somos solo unos fugitivos pero felices.
La infeliz fugitiva era como una reencarnacion de la tristeza y las coleras que entregaban, sin fin nuestros cuerpos a los exesos de dolor y lujuria que tanto nos gustaba.
Aquella noche escapamos en una ambulancia vieja que nadie extrañaria y en plena carretera nos detubimos cansados, agitados y algo asustados por lo que estabamos viviendo, pero nuestros cuerpos igual ansiosos pidiendo a nustros mas bajos instintos que todo ya estaba permitido por el hecho de ser libres.
Clarey como siempre con sus locuras y esa mania de comer huevos crudos y pasarselos por el culo , para eso se sentaba en el sillon trasero, la espalda al respaldo y sus piernas dobladas se hacia mia sin serlo ya que no me dejaba penetrarla solo me mamaba para rociar mi leche en su rostro, despues colocaba un huevo en su agujero asi experimentaba placer, asi terminaba undiendolo en la profunda endidura, cuando me brotaba la leche y sus nalgas rompian el huevo, ella gozaba y sumergiendo mi rostro en su culo yo me inundaba de esa abundante inmundicia.
Yo eyaculando sobre su rostro siempre, una rubia como diosa masturbandose al verme orinar sobre sus pechos.
Luego de terminar nuestros juegos proseguimos nuestro viaje llegamos a la falda de un cerro que escondia entre un bosque una cabaña que era de su padre.
Al entrar los instalamos en la alfombra, corte una cuerda y clarey decidio estar muerta unos instantes, ella solo me miraba ereccionar y me la meneo, lo hicimos en el suelo, estabamos como desesperados era como que no viviamos esto hace mucho por la restriccion de muestro pasado encierro.
Follamos casi toda la noche como si ella fuera un cadaver.
Clarey era virgen y nos dolio a los dos pero nos alegraba precisamente que nos doliese…pasaron unos minutos y yo no lograba eyacular aun, clarey no aguanto mas y chupo mi verga haciendo ese extasis inmundo que la hacia agitarsemas de placer.
Cuando todo termino fue cuando senti que venia mi nectar y logre meter en su agujero virgen tremenda pieza de carne dura y erecta que desgarro sin piedad aquella mujer virgen que su estreches logro hacerme sentir esas ganas de que saliera todo ese deseo de poseerla, el roce apretado era extremo y esa sensacion de entrar y salir y que ella le doliera tanto y la desesperara provoco mi estallido que en un entrar la sujero fuertemente y quedar pegados apretados y sin casi respiracion…agitados de quejidos y exaltacion terminamos dormidos en un abrazo que los dejo hasta ver las primeras luces del amanecer.
Desde aquella vez hemos tenido que seguir huyendo en cada ciudad para no ser aprendidos por la sociedad y la ley, pasamos a ser libres pero a la vez fugitivos de una libertad de amor y deseo, del placer y el dolor exitante, ahora somos solo unos fugitivos pero felices.