Lucian
27-abr.-2009, 20:53
El pan tostado sobre la mesa vieja,
la pobre comida enfriándose a un
costado.
El sol bañando las casas del barrio
con el vapor que levanta de los charcos
de la tormenta anterior.
La prostituta de junto cantando alguna
canción para no dejarse llevar por la
languidez de todos los días, mientras
que la miseria y el placer cavan la fosa
de mi alma.
----------------------------------
Leopoldo; dejo estos versos humildes
a la luz de tu mirada para que nunca
se pierdan en ñas tinieblas del olvido
y encuentren fácilmente el camino hacia
algún corazón vacío que espera a ser
poblado y obtener un motivo para su latir.
Y encuentren asilo en la memoria del
tiempo y salgan como las estrellas en un
cielo despejado, para contar su historia
y transportar las almas de los hombres
a las tierras que alguna vez idealizaron.
---------------------------------------
Lloran las paredes.
Mis recuerdos abren grietas en cada uno
de estos azulejos. Cómo ansío que mi mente
quede como esa pared, triste, blanca, vacía
de secretos y cosas por averiguar.
Las agujas, introduciéndose en mis venas,
al menos llenan mi cuerpo de algo que no
sean pesadillas vagas.
Mis pulmones están cansados de respirar tanta
soledad, ya no quieren saber más nada.
Las voces de los que se fueron, suenan
en mi pecho, como campanas lejanas que
languidecían a una tarde de otoño, y bajo
sábanas y murmullos de hospital, me duermo.
------------------------------------------
Perdoname.
No dejo de preguntarme cómo es que hice para poder soportar todo este tiempo sin vos. Mis días fueron un tormento. Me consumía toda esa tristeza, toda la nostalgia, era como el fuego donde de a poco me evaporaba hacia el cielo, en forma de chispas y humo. Pero, ya pasó, todo eso ya pasó porque te encontré. Me costó mucho hacerlo. Te busqué por todos lados, pregunté a todos y cada uno de tus amigos. Todos me decían que te había hecho demasiado daño como para que me dijeran dónde estabas. Pero, no es así. Mirame: De otro modo no estaría aquí así como estoy. Todo sudado, con las manos sucias, llenas de barro, todo mojado. En todo este tiempo pensé mucho en las cosas que pasamos, y, me di cuenta de lo mal que estuve. Pero, pasa que soy de esas personas que dicen con actos, no con palabras ¿entendés?. Quiero pedirte que volvamos a la casa. Te va a gustar todo lo que hice. La arreglé para vos, así como me lo pediste un día, y jamás lo hice. En el comedor puse el papel tapiz que escogiste esa vez que llovía tanto, y nos quedamos atrapados en esas tiendas de telas...¡cómo nos mojamos esa vez! fue divertido. En nuestra habitación puse, colgantes del techo, todos esos discos viejos que guardabas con tanto recelo y con los que querías hacer algo lindo, por las mañanas cuando les da el sol brillan tal y como vos me lo decías. En el jardín, están los angelitos de yeso restaurados, quedaron tan blancos que son cegadores...¿qué pasa?... no me decís nada... Estoy aquí, vine por vos... Vine para llevarte conmigo. ¿Quién te puso estas cosas blancas?...están asperas y rotas. Hice bien en traerte tu campera. Perdoná que tenga las manos llenas de barro... es que, no fue fácil llegar hasta acá...
Esta campera todavía tiene el aroma de tus cigarros, la conservo así, desde esa vez que te fuiste.
No puedo dejar de pensar en todo lo que habrás sentido cuando tu brazo estaba al borde de esa navaja y pastillas para dormir. Ya... basta, ya pasó todo lo malo. Todo lo negro. Amor, volvamos... Amor... por favor, respondeme... ¿Qué pasa con tus ojos?... ¿Por qué están tan pesados, y se cerraron así de fuerte?
¿Y tu piel por qué está tan blanca? ¿Acaso, no te trataron como deberían? ¿acaso el frío de esta tierra te dejó inconciente?...Respondeme... Amor, respondeme...
Sentido por Lucian
la pobre comida enfriándose a un
costado.
El sol bañando las casas del barrio
con el vapor que levanta de los charcos
de la tormenta anterior.
La prostituta de junto cantando alguna
canción para no dejarse llevar por la
languidez de todos los días, mientras
que la miseria y el placer cavan la fosa
de mi alma.
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Leopoldo; dejo estos versos humildes
a la luz de tu mirada para que nunca
se pierdan en ñas tinieblas del olvido
y encuentren fácilmente el camino hacia
algún corazón vacío que espera a ser
poblado y obtener un motivo para su latir.
Y encuentren asilo en la memoria del
tiempo y salgan como las estrellas en un
cielo despejado, para contar su historia
y transportar las almas de los hombres
a las tierras que alguna vez idealizaron.
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Lloran las paredes.
Mis recuerdos abren grietas en cada uno
de estos azulejos. Cómo ansío que mi mente
quede como esa pared, triste, blanca, vacía
de secretos y cosas por averiguar.
Las agujas, introduciéndose en mis venas,
al menos llenan mi cuerpo de algo que no
sean pesadillas vagas.
Mis pulmones están cansados de respirar tanta
soledad, ya no quieren saber más nada.
Las voces de los que se fueron, suenan
en mi pecho, como campanas lejanas que
languidecían a una tarde de otoño, y bajo
sábanas y murmullos de hospital, me duermo.
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Perdoname.
No dejo de preguntarme cómo es que hice para poder soportar todo este tiempo sin vos. Mis días fueron un tormento. Me consumía toda esa tristeza, toda la nostalgia, era como el fuego donde de a poco me evaporaba hacia el cielo, en forma de chispas y humo. Pero, ya pasó, todo eso ya pasó porque te encontré. Me costó mucho hacerlo. Te busqué por todos lados, pregunté a todos y cada uno de tus amigos. Todos me decían que te había hecho demasiado daño como para que me dijeran dónde estabas. Pero, no es así. Mirame: De otro modo no estaría aquí así como estoy. Todo sudado, con las manos sucias, llenas de barro, todo mojado. En todo este tiempo pensé mucho en las cosas que pasamos, y, me di cuenta de lo mal que estuve. Pero, pasa que soy de esas personas que dicen con actos, no con palabras ¿entendés?. Quiero pedirte que volvamos a la casa. Te va a gustar todo lo que hice. La arreglé para vos, así como me lo pediste un día, y jamás lo hice. En el comedor puse el papel tapiz que escogiste esa vez que llovía tanto, y nos quedamos atrapados en esas tiendas de telas...¡cómo nos mojamos esa vez! fue divertido. En nuestra habitación puse, colgantes del techo, todos esos discos viejos que guardabas con tanto recelo y con los que querías hacer algo lindo, por las mañanas cuando les da el sol brillan tal y como vos me lo decías. En el jardín, están los angelitos de yeso restaurados, quedaron tan blancos que son cegadores...¿qué pasa?... no me decís nada... Estoy aquí, vine por vos... Vine para llevarte conmigo. ¿Quién te puso estas cosas blancas?...están asperas y rotas. Hice bien en traerte tu campera. Perdoná que tenga las manos llenas de barro... es que, no fue fácil llegar hasta acá...
Esta campera todavía tiene el aroma de tus cigarros, la conservo así, desde esa vez que te fuiste.
No puedo dejar de pensar en todo lo que habrás sentido cuando tu brazo estaba al borde de esa navaja y pastillas para dormir. Ya... basta, ya pasó todo lo malo. Todo lo negro. Amor, volvamos... Amor... por favor, respondeme... ¿Qué pasa con tus ojos?... ¿Por qué están tan pesados, y se cerraron así de fuerte?
¿Y tu piel por qué está tan blanca? ¿Acaso, no te trataron como deberían? ¿acaso el frío de esta tierra te dejó inconciente?...Respondeme... Amor, respondeme...
Sentido por Lucian