Lucian
03-ene.-2009, 09:22
A una parte
Estoy en la sal de tu llanto
y en la luz de tu sonrisa.
Estás en mi silencio y mi canto
En mi fiebre, calidez y brisa.
Estoy en tu aire, tu respiracion.
En la suavidad de tus manos.
Estás en mi cual palpitación
que le sigue a los arcanos.
Juntos formamos un ser.
Un alguien hecho por los dos.
No hay distancia para este querer.
Sin mi no podés, y no puedo sin vos.
Invisible.
A "temerario"
Hay quienes apuntan sus dardos
al corazón de tus días.
Quien intente seguirte se perderá
en el laberinto de tu ser.
¿Qué viejo camaleón te enseñó su arte?
¿En qué episodio de tu vida se quedó
la tristeza?
La coraza de la experiencia cubre de pies
a cabeza tu alma.
Sólo vos sabés dónde habrá quedado
la llave que abre el cofre de tus lágrimas.
--------------------------------
No hay martirio más dichoso
como el de querer tanto
a ese ser que no tenemos
y es poético el quebranto.
Lluvia, vendaval, todo hermoso
y saber que lo merecemos.
Y así vamos por la vida soñando
y dulcemente confundidos.
Viendo el cielo por la ventana.
Aullido y maullido bien unidos.
El uno en el otro pensando.
Hoy, sin parar, hasta mañana.
Ardiendo.
Tiembla la mañana del mundo.
Retumba en la distancia la pisada
del soldado.
El hambre no solo invade estómagos,
también cabezas.
Hace mucho que no se ven las estrellas.
Hasta la misma creación se refugia de la
figura del hombre.
El silencio se puebla de preguntas, gemidos
y demonios que lo despedazan como el buitre
a la carroña.
Pero, a pesar de todo esto, sé que hay un lugar,
un rincón que ellos todavía no han tocado.
Sé que ahí restan algo de fuerzas y motivos
por los cuales seguir llenando mis pulmones
de aire, para seguir avanzando.
No es el cielo, pero sí es un lugar feérico.
Es tu alma, tu compañía, tu amor, tu persona
que me están buscando, voy hacia allá, me estás
reclamando.
Estoy en la sal de tu llanto
y en la luz de tu sonrisa.
Estás en mi silencio y mi canto
En mi fiebre, calidez y brisa.
Estoy en tu aire, tu respiracion.
En la suavidad de tus manos.
Estás en mi cual palpitación
que le sigue a los arcanos.
Juntos formamos un ser.
Un alguien hecho por los dos.
No hay distancia para este querer.
Sin mi no podés, y no puedo sin vos.
Invisible.
A "temerario"
Hay quienes apuntan sus dardos
al corazón de tus días.
Quien intente seguirte se perderá
en el laberinto de tu ser.
¿Qué viejo camaleón te enseñó su arte?
¿En qué episodio de tu vida se quedó
la tristeza?
La coraza de la experiencia cubre de pies
a cabeza tu alma.
Sólo vos sabés dónde habrá quedado
la llave que abre el cofre de tus lágrimas.
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No hay martirio más dichoso
como el de querer tanto
a ese ser que no tenemos
y es poético el quebranto.
Lluvia, vendaval, todo hermoso
y saber que lo merecemos.
Y así vamos por la vida soñando
y dulcemente confundidos.
Viendo el cielo por la ventana.
Aullido y maullido bien unidos.
El uno en el otro pensando.
Hoy, sin parar, hasta mañana.
Ardiendo.
Tiembla la mañana del mundo.
Retumba en la distancia la pisada
del soldado.
El hambre no solo invade estómagos,
también cabezas.
Hace mucho que no se ven las estrellas.
Hasta la misma creación se refugia de la
figura del hombre.
El silencio se puebla de preguntas, gemidos
y demonios que lo despedazan como el buitre
a la carroña.
Pero, a pesar de todo esto, sé que hay un lugar,
un rincón que ellos todavía no han tocado.
Sé que ahí restan algo de fuerzas y motivos
por los cuales seguir llenando mis pulmones
de aire, para seguir avanzando.
No es el cielo, pero sí es un lugar feérico.
Es tu alma, tu compañía, tu amor, tu persona
que me están buscando, voy hacia allá, me estás
reclamando.