pablo ramos
02-dic.-2008, 03:12
Muchas veces pensamos -pienso- en algunas cosas muy duras que nos han pasado. En lo personal, me han pasado algunas, y de verdad duelen.
Ayer he andado todo el dia como en una nuebe. Entré por la mañana al foro que cada dia o dos o tres me permite comenzar con una alegrìa, por esos besos del alma que me deja un ratoncito. Y salí.
Me esperaba un conocido, al que en realidad conozco poco pero que por esas raras intuiciones que a veces me cruzan la cabecita, siempre me pareción que podría llegar a apreciar mucho.
Tomamos café, hablamos de lo que debíamos, le expuse algunas necesidades que tengo y que desde luego no puede resolver, y por allí se quedó mirando el mar a trvés del cristal. Insistí un par de veces en que parecía estar en otra galaxia.
Es untipo jóven, bastante más que yo, y no se porque tuve la sensación de que le costaba un huevo y medio hablar. Pero con lo poco que lo conocía, yo sabía que el tipo era así.
Sin embargo, me miró sin verme y en cinco palabras me contó algo que le pasó hace un tiempo -no viene al caso aquí-, casi sentí que quería quitarle importancia para no darle la que tenía, casi sentí que desconfiaba de su confianza en que no sucedería nunca más.
Me quedé sentado cuando se fue, apelando a mi racionalidad huida. Quise apartarme por la tarde, entré al foro para dejarle unas letras al ratoncito, volví, calí camine, mire cuanto informativo pude, tomé mis vinos como para ayudar al sue´ño a llegar, y finalmente me tumbé en el sofá.
Pero como dice Benedetti, la noche estaba empecinadamente de ojos abiertos y aunque no recuerdo nada aordenado, se que hace un rato, cuando los ruidos de la mañana me dijeron que el día se nos venía encima otra vez, entendí por allí no tenemos idea màs que de nosotros mismos -de mi mismo, y poca-, que pensamos -pienso- en todas las cosas duras y feas que nos suceden o han sucedido... y que no tenemos idea de que cada uno de ahí, cerquita nomás, incluso aquellos a los que pensamos podemos querer, por los que podemos sentir, pasan por cosas por allí mucho más terribles y duras, y miran no sin tristeza pero con muchas más madura esperanza lo que viene.
No me gusta aplanar para abajo, y creer que a fin de cuentas todos sufrimos algo. Pero a veces no es malo saber que no es nuestro sufrimiento el más sufrido ni sentido. Hasta en eso tenemos soberbia. Tengo. No me hace mucho bien saberlo. Pero es mejor saberlo que ignorarlo.
Vaya soberbia...
Ayer he andado todo el dia como en una nuebe. Entré por la mañana al foro que cada dia o dos o tres me permite comenzar con una alegrìa, por esos besos del alma que me deja un ratoncito. Y salí.
Me esperaba un conocido, al que en realidad conozco poco pero que por esas raras intuiciones que a veces me cruzan la cabecita, siempre me pareción que podría llegar a apreciar mucho.
Tomamos café, hablamos de lo que debíamos, le expuse algunas necesidades que tengo y que desde luego no puede resolver, y por allí se quedó mirando el mar a trvés del cristal. Insistí un par de veces en que parecía estar en otra galaxia.
Es untipo jóven, bastante más que yo, y no se porque tuve la sensación de que le costaba un huevo y medio hablar. Pero con lo poco que lo conocía, yo sabía que el tipo era así.
Sin embargo, me miró sin verme y en cinco palabras me contó algo que le pasó hace un tiempo -no viene al caso aquí-, casi sentí que quería quitarle importancia para no darle la que tenía, casi sentí que desconfiaba de su confianza en que no sucedería nunca más.
Me quedé sentado cuando se fue, apelando a mi racionalidad huida. Quise apartarme por la tarde, entré al foro para dejarle unas letras al ratoncito, volví, calí camine, mire cuanto informativo pude, tomé mis vinos como para ayudar al sue´ño a llegar, y finalmente me tumbé en el sofá.
Pero como dice Benedetti, la noche estaba empecinadamente de ojos abiertos y aunque no recuerdo nada aordenado, se que hace un rato, cuando los ruidos de la mañana me dijeron que el día se nos venía encima otra vez, entendí por allí no tenemos idea màs que de nosotros mismos -de mi mismo, y poca-, que pensamos -pienso- en todas las cosas duras y feas que nos suceden o han sucedido... y que no tenemos idea de que cada uno de ahí, cerquita nomás, incluso aquellos a los que pensamos podemos querer, por los que podemos sentir, pasan por cosas por allí mucho más terribles y duras, y miran no sin tristeza pero con muchas más madura esperanza lo que viene.
No me gusta aplanar para abajo, y creer que a fin de cuentas todos sufrimos algo. Pero a veces no es malo saber que no es nuestro sufrimiento el más sufrido ni sentido. Hasta en eso tenemos soberbia. Tengo. No me hace mucho bien saberlo. Pero es mejor saberlo que ignorarlo.
Vaya soberbia...