annagabby
28-nov.-2008, 09:56
No me temas, mujer.
No soy dragón.
Sólo soy vagabunda
ansiosa de recorrer
tus senderos secretos
y detenerme a mordisquear
tu hierba suave.
No me temas, princesa.
No soy guerrero.
Soy también mujer y princesa,
empeñada en tejer
guirnaldas de besos
en torno a tu cuello.
No temas mi cuerpo, espejo del tuyo.
Los mismos ríos, los mismos huecos,
idéntico mar de deseo
con sabor dulce de granada.
No me temas, princesa roja,
no tomaré tu torre por las armas,
construiré una junto a la tuya
y te conquistaré
a fuerza de versos,
inflados de brisa de mar,
coloreados con rayo de Luna.
Te los lanzaré cada noche
desde mi ventana,
te cantaré melodías de miel,
pintaré tu cuerpo
con acuarelas ardientes,
con óleo de besos.
Me rendiré ante ti, mi Dama
y beberé tu cáliz,
intentando enamorarte
con la magia de mi palabra.
No soy dragón.
Sólo soy vagabunda
ansiosa de recorrer
tus senderos secretos
y detenerme a mordisquear
tu hierba suave.
No me temas, princesa.
No soy guerrero.
Soy también mujer y princesa,
empeñada en tejer
guirnaldas de besos
en torno a tu cuello.
No temas mi cuerpo, espejo del tuyo.
Los mismos ríos, los mismos huecos,
idéntico mar de deseo
con sabor dulce de granada.
No me temas, princesa roja,
no tomaré tu torre por las armas,
construiré una junto a la tuya
y te conquistaré
a fuerza de versos,
inflados de brisa de mar,
coloreados con rayo de Luna.
Te los lanzaré cada noche
desde mi ventana,
te cantaré melodías de miel,
pintaré tu cuerpo
con acuarelas ardientes,
con óleo de besos.
Me rendiré ante ti, mi Dama
y beberé tu cáliz,
intentando enamorarte
con la magia de mi palabra.