Cristal del Mar
30-abr.-2007, 08:34
Los signos de puntuación son muy importantes al escribir. A través de ellos damos la entonación adecuada según la intención de lo que escribimos. Además, estos signos establecen las pautas para poder leer y entender con claridad lo que otros han escrito. El uso incorrecto de comas, puntos, puntos y comas, comillas, guiones, etc, pueden crear dudas o errores lamentables. El siguiente ejemplo muestra esto. Se trata de un joven poeta que envió una declaración de amor a tres chicas. Sólo que no colocó ningún signo de puntuación. Veamos lo que escribió él:
Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres
que diga de ellas cual es
la que ama mi corazon
Si obedecer es razon
Digo que amo a Soledad
No a Julia cuya bondad
Persona humana no tiene
No aspira mi amor a Irene
Que no es poca su beldad
Soledad abrió la carta, le puso los signos a su conveniencia y leyó:
Tres bellas, que bellas son,
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que amo a Soledad;
no a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene;
no aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.
Julia no estuvo de acuerdo, así que lo puso de la forma siguiente:
Tres bellas, que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que... ¿Amo a Soledad?
¡No! a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene.
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.
Irene, convencida del equívoco de sus hermanas, lo puso así:
Tres bellas, que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que ¿Amo a Soledad?
¡No!... ¿A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene?
¡No!... Aspira mi amor a Irene
que no es poca su beldad.
Ante las dudas, fueron ante el joven, que enseguida "arregló" todo:
Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que ¿Amo a Soledad?
¡No!...¿A Julia cuya bondad
persona humana no tiene?
¡No!... ¿Aspira mi amor a Irene?
que... ¡No!... Es poca su beldad.
Esto demuestra cómo cambia el sentido de nuestra expresión escrita, si obviamos o cambiamos los signos de puntuación.
Del libro Español Práctico de Estela García Márquez; págs 120, 121
Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres
que diga de ellas cual es
la que ama mi corazon
Si obedecer es razon
Digo que amo a Soledad
No a Julia cuya bondad
Persona humana no tiene
No aspira mi amor a Irene
Que no es poca su beldad
Soledad abrió la carta, le puso los signos a su conveniencia y leyó:
Tres bellas, que bellas son,
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que amo a Soledad;
no a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene;
no aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.
Julia no estuvo de acuerdo, así que lo puso de la forma siguiente:
Tres bellas, que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que... ¿Amo a Soledad?
¡No! a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene.
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.
Irene, convencida del equívoco de sus hermanas, lo puso así:
Tres bellas, que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que ¿Amo a Soledad?
¡No!... ¿A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene?
¡No!... Aspira mi amor a Irene
que no es poca su beldad.
Ante las dudas, fueron ante el joven, que enseguida "arregló" todo:
Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que ¿Amo a Soledad?
¡No!...¿A Julia cuya bondad
persona humana no tiene?
¡No!... ¿Aspira mi amor a Irene?
que... ¡No!... Es poca su beldad.
Esto demuestra cómo cambia el sentido de nuestra expresión escrita, si obviamos o cambiamos los signos de puntuación.
Del libro Español Práctico de Estela García Márquez; págs 120, 121