pablo ramos
06-ago.-2008, 03:00
Anoche sostuve una conversación con mi amigo el pescador, y le decía que si hubiese estado presente, yo habría dicho lomismo. Pero claro, como algunas cosas van tan deprisa no tuve tiempo de opinar.
El empinó su cerveza, supe que me miraba tras las lentes de sus gafas negras que porta aún si es medianoche,y no dijo nada. Normal. Me sentí obligado a continuar.
- Reconocé, sin embargo, que la decisión no fue inconsulta y que a fin de cuentas, y que a fin de cuentas la vicerectora Cercel Abuena casi que le pidió disculpas, lo siento mucho, mucho, perono puedes tener diarrea en este campus. Caga, pero ordenadito creo que mas o menos dijo. o es pococ,chaval.
- Cierto es,cierto es -admitió con esa honestidad tan suya- ha estado democratica la vicerrectora, consultó cmo a tres. Y además, educada, pidió disculpas por la consulta decisión, y es más, le agradeció por aceptar una decisión que en rigor, le denegaba la cagadera. No, no es poco, lo que pasa es que no se por que me huele peor ue la diarrea...
- Cierto es, cierto es -filosofé yo aunque más no fuerapara parecerme-, cierto es que hay magnanimidades que a mi tambiénme abruman...
Quedé en silencio hasta que cayó otra ficha
- Ahora -dije mientras el camarero retiraba las 6 botellas de damm vacías y ponía otra ronda-, yengo al fondo delasunto, te diré que...mirá, hace untiempo conocí a un especimen que también tenía diarrea. En lopersonal tampocome gustaba mucho, y así se lo dije, perobueno, era su manera de ser, y siendos tolerante como soy, ya te he explicdo alguna vez...
- Ya me lo has explicado, ya, ya...
- Bueno, lo conreto es que a pesar de que algunas de sus deposiciones no me agradaban, el especímen tenía un no se que, un que se yo...
- Lo sé, lo conozco, alguna vez pesqué un bacalao junto al especímen...
- Mirsá vos... Bueno, el asunto es que tanto deponer, algunas narices de esas tan delicadas que conjura el aúlico círculo de la vicerectoría aletearon, y tanto no se cansaron a partir de allí de romperle los cataplines, que finalmente el especímen emigró, lo que a mi me pareció un error, ya que a la boludez atomica hay que dejarla que estalle... perobueno...
- ¿Y que hubieras hecho tú? - inquirió con su habitual agudeza el pescante luegode pegar unlargo picotazo a la cerveza (él me habla de tú, yo le hablo de vos..)
- Bien, bien -hice como que pensaba con esa cara que ponen los que piensan y aproveché para sacudirle otro tragazo a la estrella-, obviamente nohubiese dejado de excretar. Pero quizá repartiendo un poco màs por cada lado. Con lo que ningún culo con talco podría haberme dicho que no se podía, no?. Porque lo que es cagadas,macho, en ese "campus" vaya si hay...Y se la habrían tenido que comer dobladita, dobladita...
- Por favor, no blasfemes, hombre...
- Perdoníssimo.Y retomo: basado en la experiencia del especimen, entonces, yo suscribo tus palabras, perohabría agregado sugerencia: evacuar unpoquito por aquí, cerrar el grifo. Secretar otro poquito por allá, apretar los cantos. Deponer otro cachito aculla... En fin, que le debía buscar la vuelta,porque ya se sabe que de tan en la tierra tener los piés, hay gente que se marea a la tercera vuelta. No todos, claro, pero ya sabe a lo que me rfiero, esa clase de gente que "ama", que "adora" el agua... pero no sabe nadar y no tiene idea que las procelosas aguas sobre las que deciden están contenidas en los lìmites de un bidé... Vamos, pero que te voy a hablar yo a vos de agua...no?
- Bueno, no te enfades, hombre y tomemos la penúltima... Y dime...¿del especimen sabes algo?
- Poco, poco...la ùltima vez que me informé andaba queriendo arreglar no se que entuerto entre el presidente de microsoft y un rcolector de bananas en el chaco. Pero en fin, si sé que se caga.... de risa.
- Y vamos para casa, que se me calienta el gazpacho -musitó casi para sí y se acomodó las gafas- ...¿Como me decías que se llama la vice?
- Cercel Abuena...
- No, el nombre.
- Ahh...Delia...¿la conocés?
El empinó su cerveza, supe que me miraba tras las lentes de sus gafas negras que porta aún si es medianoche,y no dijo nada. Normal. Me sentí obligado a continuar.
- Reconocé, sin embargo, que la decisión no fue inconsulta y que a fin de cuentas, y que a fin de cuentas la vicerectora Cercel Abuena casi que le pidió disculpas, lo siento mucho, mucho, perono puedes tener diarrea en este campus. Caga, pero ordenadito creo que mas o menos dijo. o es pococ,chaval.
- Cierto es,cierto es -admitió con esa honestidad tan suya- ha estado democratica la vicerrectora, consultó cmo a tres. Y además, educada, pidió disculpas por la consulta decisión, y es más, le agradeció por aceptar una decisión que en rigor, le denegaba la cagadera. No, no es poco, lo que pasa es que no se por que me huele peor ue la diarrea...
- Cierto es, cierto es -filosofé yo aunque más no fuerapara parecerme-, cierto es que hay magnanimidades que a mi tambiénme abruman...
Quedé en silencio hasta que cayó otra ficha
- Ahora -dije mientras el camarero retiraba las 6 botellas de damm vacías y ponía otra ronda-, yengo al fondo delasunto, te diré que...mirá, hace untiempo conocí a un especimen que también tenía diarrea. En lopersonal tampocome gustaba mucho, y así se lo dije, perobueno, era su manera de ser, y siendos tolerante como soy, ya te he explicdo alguna vez...
- Ya me lo has explicado, ya, ya...
- Bueno, lo conreto es que a pesar de que algunas de sus deposiciones no me agradaban, el especímen tenía un no se que, un que se yo...
- Lo sé, lo conozco, alguna vez pesqué un bacalao junto al especímen...
- Mirsá vos... Bueno, el asunto es que tanto deponer, algunas narices de esas tan delicadas que conjura el aúlico círculo de la vicerectoría aletearon, y tanto no se cansaron a partir de allí de romperle los cataplines, que finalmente el especímen emigró, lo que a mi me pareció un error, ya que a la boludez atomica hay que dejarla que estalle... perobueno...
- ¿Y que hubieras hecho tú? - inquirió con su habitual agudeza el pescante luegode pegar unlargo picotazo a la cerveza (él me habla de tú, yo le hablo de vos..)
- Bien, bien -hice como que pensaba con esa cara que ponen los que piensan y aproveché para sacudirle otro tragazo a la estrella-, obviamente nohubiese dejado de excretar. Pero quizá repartiendo un poco màs por cada lado. Con lo que ningún culo con talco podría haberme dicho que no se podía, no?. Porque lo que es cagadas,macho, en ese "campus" vaya si hay...Y se la habrían tenido que comer dobladita, dobladita...
- Por favor, no blasfemes, hombre...
- Perdoníssimo.Y retomo: basado en la experiencia del especimen, entonces, yo suscribo tus palabras, perohabría agregado sugerencia: evacuar unpoquito por aquí, cerrar el grifo. Secretar otro poquito por allá, apretar los cantos. Deponer otro cachito aculla... En fin, que le debía buscar la vuelta,porque ya se sabe que de tan en la tierra tener los piés, hay gente que se marea a la tercera vuelta. No todos, claro, pero ya sabe a lo que me rfiero, esa clase de gente que "ama", que "adora" el agua... pero no sabe nadar y no tiene idea que las procelosas aguas sobre las que deciden están contenidas en los lìmites de un bidé... Vamos, pero que te voy a hablar yo a vos de agua...no?
- Bueno, no te enfades, hombre y tomemos la penúltima... Y dime...¿del especimen sabes algo?
- Poco, poco...la ùltima vez que me informé andaba queriendo arreglar no se que entuerto entre el presidente de microsoft y un rcolector de bananas en el chaco. Pero en fin, si sé que se caga.... de risa.
- Y vamos para casa, que se me calienta el gazpacho -musitó casi para sí y se acomodó las gafas- ...¿Como me decías que se llama la vice?
- Cercel Abuena...
- No, el nombre.
- Ahh...Delia...¿la conocés?