.









KASIDA DE LA VOZ

Cuando me llamas,
toda la casa huele
a pregón de naranjas.

Es tu voz rosa y nardo
y limón y biznaga,
y tiene tanta fuerza
como un chorro de agua.

Cuando me hablas,
ruiseñores y guzlas
repican en mi alma.

Y cuando en la alta noche
duerme toda la casa,
y el jazmín de la luna
entra por la ventana,
yo, despacio y con miedo,
me acerco hasta tu cama
y te beso la voz
dormida en tu garganta.









***