Echo de menos un apartado de AMOR

[Sister]

¡Confieso que me gustaba más ella! Era rubia, pequeña y en su epoca de juventud con bastante mas atracción. Los años le hicieron declinar y tener menos poder. Aunque he de decir, que a veces como buena fémina se tornaba en color moreno, sin que cambiara por ello su color intrínseco.
Fueron muchos los años que pasamos juntos. Felices unos y tristes otros. En lo bueno y en lo malo procuraba estuviese siempre conmigo. Mas no siempre podía lograrlo. A base de trabajo y a veces con mentiras procuraba no perderla. Ella sabía que la amaba, y puede que por eso estuviese largas ausencias lejos de mí. Era una forma de someterme aun mas a ella ¡Como la adoraba!
Reconozco mi pasión por ella. Tan profundamente me poseía, que no habia cine ni espectáculo sin que me acompañase. Sucedía igual en el trabajo y en los hechos mas intrascendentales de la vida. Cuando faltaba notaba un gran abatimiento y ni siquiera podía acudir a esos espectáculos y me faltaban fuerzas para realizar mis trabajos. La verdad es que cuando me faltaba ni podía siquiera comer.
¡Las vueltas que da la vida! Ni siquiera tenía idea de que un dia iba a llegar. Entro en mi vida sin esperarlo, de forma súbita. Al principio me costo aceptarlo. A la larga tuve que reconocer que con la perdida de ella me había enamorado de El.
No fue un amor tan apasionado como el que le tuve a ella. Habían pasado los años y aquella rubia tornadiza en morena desapareció por completo de mi vida. La recordaba con nostalgia, pero por esas cosas que ocurren en la vida…¡Legue a enamorarme de el!
Eran nuevos tiempos. Mi antiguo amor era mas estable y no había salido de suelo español. Puede que algun viaje a Marruecos o tal vez a alguna posesión española. Ella detestaba los pasaportes y temía el viajar. Sin embargo mi nuevo amor era impenitente viajero. Conocia Europa como su casa y dominaba por completo los nuevos tiempos tecnológicos. Lo cierto es que me cuesta mucho trabajo seguir su rumbo a pesar de estar condenado a hacerlo.
Poco a poco me voy olvidando de ella. El paso del tiempo ha conseguido que en mi anima el euro suplante a la peseta

Qué bueno, Juan!!!
Aún recuerdo las de 25, con el agujero en medio, para meterla en el dedo de San Pancracio!

En fin. Lo mío fue una desilusión pura y dura!
El franco era mucho aquí, y bien poco allá, dónde ni ahorro, ni ná!
Con la rubia, era distinto. Se podía contar y hasta ahorrar!
Y ahora, con este... Ni ahorro, ni llego. Para el que lo quiera y/o pueda, que agarre su euro!! Que mejor en tu bolsillo, que en el de ellos!!

jajajajaja muy bueno!.

Si yo tuviera que escribir una historia de amor sobre la moneda de mi país, sería una historia totalmente ficticia y exagerada... es que en Argentina siempre hay inflación