Este tema quizá debería meterlo en el tema "la educación, vamos a entender" (de hecho, ya lo hice), pero la verdad es que pesa por sí mismo y quiero ponerlo aparte.

Pejecillo de algodón ya está en vias de repartir su cartilla moral, que quien sabe de que trate; pero me parece que es la reproducción de un texto de Alfonso Reyes, no me crean mucho. Ya la leeremos todos cuando esté mas al alcance de nuestros castos ojos y de nuestra no menos casta mente lucidora.

El asunto es que esa cartilla moral va a ser base para reingresar el civismo a la educación formal, escolar básica; cosa muy necesaria creo yo.

Así que vamos a empezar desde lo sencillo.

Si un buey equis, chairo o fifí da igual; pretende abordar el metro o salir de un vagón en determinada estación, lo primero con que se encuentra es que nadie obedece (bueno si, muy pocos) el consabido "antes de entrar permita salir".

En una ocasión me tocó ver un muchacho o señor que iba a salir, pretendiendo o suponiendo que los de afuera iban a darle preferencia para salir primero; pero otro mono grande y fuerte dicen en las caricaturas, acompañado de su pareja, entró (entraron) primero a la brava.

El que salía comentó "primero tienen que dejar salir", el que entraba también emitió su comentario "primero vas y chingas a tu madre". ¿Y su pareja?, en realidad no me fijé que dijo, hizo o reaccionó.

Yo pensé "si yo fuese la pareja de ese buey, al que mandaba a chingar su madre es a este cabrón, por falto de educación". Bueno, no lo pensé así, pero si fuese yo como ellos lo habría hecho, pensar así.

Mas bien pensé, "perdónalos señor, no saben lo que hacen. ¿Como han de actuar, si nadie les ha enseñado las reglas básicas de la educación?".

Con esta sencilla anécdota ilustro lo urgentemente necesario que es la educación cívica básica. Nos haría mejores y mas grandes personas. Evitaría muchos pleitos y malos ratos.

No es posible que los 500,000 hippies gringos de 1969 tengan (hayan tenido) mejor comportamiento, como lo demostraron en el concierto Woodstock de Bethel, Nueva York; que un millar de contemporáneos pasajeros del metro, o viandantes de cualquier calle de la metrópoli mexicana.

La civilización o el primer mundo no solo es tener billetes, verdes o del color que sea, sino tener verdadera y real educación, en todos los aspectos de lo que es educación.