Publico este tema para reflexionar sobre las creencias ya elegidas sin ninguna intención de ofender:
Mira, si realmente sabes absolutamente que tu religión o camino te da lo que quieres entonces otras creencias no tienen al menos de momento nada que ofrecerte; pero si no tienes la verdad absoluta, ¿crees que es cuerdo no usar toda la inteligencia que se te ha permitido tener para así protegerte de engaños? ¿Crees que un Dios o una ley justa te impedirían usar tu mejor recurso para discernir y le darían más valor a una acción ciega cuyas consecuencias quizás no has medido lo suficiente? ¿Puedes probar que la luz que crees tener no es oscuridad disfrazada, al menos en parte? La opinión de la mayoría o el sentido común no prueba algo absolutamente, debes comprobar por ti cuál es la verdad, ¿crees realmente que un Dios justo o una ley perfecta se deleitan al prohibirte pensar, al prohibirte llegar a una armonía justa con la realidad? ¿Cómo puedes probar que no eres tú quien se ha ocultado de Dios al negarte a pensar en la posibilidad de conocerlo antes de seguir una imagen que otros te han dado? Ahora, si por miedo o apariencias de luz prefieres renunciar a pensar, es tu decisión, pero no digas luego que Dios te traicionó si algo va mal, no culpes a nadie de tus desgracias ni obligues a nadie a creer que tus creencias son verdaderas porque "conoces" señales o se han cumplido profecías, paradójicamente hasta en la Biblia se dice que Satanás se disfraza de ángel de luz. No obligues a nadie a creer que tus creencias son verdaderas porque te hacen sentir bien, muchos dicen sentirse bien con creencias distintas, ¿puedes probar absolutamente que la tuya es verdadera? Muchos han recibido señales desde sus creencias, ¿puedes probar absolutamente que las recibidas por ti son las verdaderas o las únicas? Esto no se trata de negar la presencia de Dios en tu religión o camino, o en el de otros, ni de lo bueno en ese camino o el de otros, se trata de llegar a la conclusión de que seguir ciegamente una religión o grupo de enseñanzas es engañarnos a nosotros mismos y a los demás y podemos estar tanto en lo correcto como en lo equivocado, quizás en el medio o en algún matiz, el fanatismo apaga la inteligencia y la empatía con las elecciones ajenas, el fanatismo te vuelve desagradablemente despectivo hacia otros, como algunos ateos fanáticos a su incredibilidad se burlan de religiosos. ¿Se han preguntado realmente los ateos o creyentes de pensamiento fanático si la verdad absoluta puede ser alcanzada fuera de su línea de creencias? ¿Se han preguntado si han usado toda su inteligencia para alcanzar la verdad? ¿Si se lo han preguntado se han respondido de forma absolutamente segura? La verdad está ahí y es alcanzable, es mi testimonio y no es obligatorio creerlo, no es una visión, es una certeza, pero es cierto que puede requerir mucho valor, mucha voluntad y toda la independencia necesaria para aceptar tanto el camino hacia ella como la verdad en sí misma.