Hola Klauddia:
Mi mayor problema es el querer ayudar a las personas, para que se arrepientan y se vuelvan a Dios, en espíritu y en verdad. Pues yo considero que este ha de ser mi trabajo para Dios. Tal vez, ese sea mi error. Tal vez, yo ame más a los hombres que a Dios; habiéndome dejado engañar por la Biblia (1 Timoteo 2:4) “el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.” Y por ello me esfuerzo en convencer a todos los que me encuentro. Mientras que lo que realmente tendría que haber dicho la Biblia es “Dios quisiera que todos se salvaran”, pues en realidad, Dios quiere que aquellos que se salven sean los que lo adoran en espíritu y en verdad, y no los otros.
(Juan 4:23-24)
Pero llega la hora y en ella estamos, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque así son los adoradores que el Padre quiere. Dios es espíritu y sus adoradores han de adorarlo en espíritu y en verdad.
Ni Yeshua en su predicación pretendió nunca que sus palabras fueran entendidas por todos, pues siempre les hablaba en parábolas, y cuando sus discípulos le preguntan por cual motivo lo hacía así, él me responde:
(Mateo 13:14-15)
Así se cumple en ellos la profecía de Isaías:
Oiréis pero no entenderéis, miraréis pero no veréis. Porque la mente de este pueblo está embotada, tienen tapados los oídos y los ojos cerrados, para no ver nada con sus ojos ni oír con sus oídos, ni entender con la mente ni convertirse a mí para que yo los cure.
¿Acaso te voy a poder convencer yo, cuando Yeshua a través de la Biblia no ha podido? Eso si que sería vanidad por mi parte, si es que yo lo creyera posible. Ya me lo dice el propio Yeshua cuando me dice:
(Juan 15:20)
Recordad que os he dicho: “El criado no es más que su amo”. Si a mi me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; y si han rechazado mi doctrina, también rechazarán la vuestra.
Pues yo si que espero ese juicio, y preferiría ser el último de los salvados en este juicio, que no formar parte de los condenados. Los únicos que no pasan por el juicio son los 144.000 que se nombran en Apocalipsis.Tú me dices:
Pues el día del jucio final lo esperarás tú, ya que los hijos de Dios, no pasan por ese juicio final.
(Apocalipsis 20:4-6)
Vi también unos tronos; a los que se sentaron sobre ellos, les dieron el poder de juzgar. Vi a los que habían sido degollados por dar testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni su estatua y no habían recibido la marca ni en sus frentes ni es sus manos. Estos vivieron y reinaron con Cristo mil años. Los otros muertos no vivieron hasta que no se cumplieron los mil años. [b]Esta es la primera resurrección; sobre estos no tiene poder la segunda muerte, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, con el que reinarán mil años.[b]
Estos 144.000 , resucitarán a la llegada de Yeshua, y no tienen que pasar por el juicio, pues en su vida terrestre han demostrado sobradamente, hasta la muerte, su amor y fidelidad a Dios y a Yeshua.
Luego hay un segundo grupo de salvados, de los cuales se dice que son una gran muchedumbre que nadie podía contar.
(Apocalipsis 7:9)
Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Un mismo árbol no da dos tipos de frutos distintos, cada contrato tiene sus propias cláusulas. Si los 144.000 pertenecen al segundo pacto, ¿a que pacto pertenece esta gran muchedumbre que nadie podía contar? Estas otras personas que también son salvas, que pertenecen a toda nación, raza, pueblo y lengua, y que yo añadiría también: y a toda religión, estos solo pueden ser salvos por cumplir con las condiciones del primer pacto, no del segundo.
Esta gran muchedumbre que nadie podía contar, no pueden ser de los vivos en el tiempo de la segunda venida de Yeshua, pues antes ha de venir la gran apostasía y el propio Yeshua se pregunta ¿habrá fe cuando yo vuelva? Por lo tanto, los creyentes vivos en ese momento, han de ser muy pocos; y de entre ellos, los que cumplan con los mandamientos de Dios, han de ser muchos menos. Por lo tanto esta gran muchedumbre han de ser los seleccionados de entre los muertos.
(Apocalipsis 20:12)
Vi los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono; entonces fueron abiertos los libros; fue abierto también otro libro, el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados según el contenido de los libros, cada uno según sus obras.
Los que sus OBRAS habían sido deficientes, serán condenados a la segunda muerte, mientras que los que las tenían buenas, estaban inscritos en el libro de la vida, se les da una vestidura blanca y pasan a engrosar esta gran muchedumbre que nadie podía contar.
Por lo tanto, si estos salvados por sus OBRAS cumplían con los mandamientos de Dios, demostraban que habían amado y respetado a Dios, siendo pues declarados como hijos de Dios. Y entonces Klauddia, puedes ver que muchos hijos de Dios también pasan por el juicio.
Así pues, no digas que los hijos de Dios no pasan por el juicio. ¡Y si lo que pretendes decir es que no pasarás por el juicio por pertenecer al grupo de los 144.000! Entonces por ser yo creyente me tengo que reprimir lo que pienso y siento. En cierta ocasión, Yeshua se pregunta: ¿A que compararé yo a esta generación?
(Mateo 11:16-17)
¿Con que puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños en la plaza que gritan a los demás: - Tocamos la flauta y ustedes no bailaron; cantamos por los muertos, y ustedes no lloraron.
Pues así sois, os ponéis una estrella de plástico en el pecho, y ya os creéis que sois el sheriff de Alabama. Unos dicen a otros: “Somos la iglesia original y hacemos caridad”, otros dicen: “Somos los sellados de la tierra, y guardamos el sábado”, mientras otros sostienen: “Hacemos lo indicado, pues predicamos de dos en dos y de puerta en puerta.”
(Mateo 23:23-24)
¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra. ¡Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello!
Y no son solo estas cosas las que hay que hacer, sino que son muchas más. Todas están claramente descritas tanto en los Evangelios como en Apocalipsis. ¿Y ser de los 144.000 creéis que lo podéis recibir por GRACIA?
Si no fuera patético, a mí esto si que me haría GRACIA. En el mejor de los casos, como ya lo dice Yeshua, solo puedo ver a niños jugando a ser santos, sin saber… sin saber cuales son las reglas del juego. Cuando dos de los apóstoles le piden sentarse a su derecha y a su izquierda, o sea, formar parte de estos 144.000 que han de gobernar con Yeshua, este les dice:
(Mateo 10:38)
Jesús les dijo: “¡No sabéis lo que pedís! ¿Podréis beber el cáliz que yo beberé o ser bautizados con el bautismo con que seré bautizado?”
¡No solo no sabéis lo que pedís, si no que ni sabéis lo que decís! Yo también aspiro a formar parte de este grupo, y entiendo y comprendo que todo creyente aspire a formar parte de él también, eso es normal. Lo que resulta inaudito, es que pretendáis recibirlo “POR GRACIA”. Es como si me dijeras que quieres ser arquitecta, pero que no quieres pagar la matrícula de la universidad, pues el dinero lo necesitas para vivir y divertirte. No quieres tampoco acudir a las clases, pues el tiempo lo necesitas para ganar ese dinero, y para divertirte. No quieres tampoco presentarte a los exámenes, pues te ponen nerviosa, y si no apruebas te pueden frustrar. Más bien esperas que cuando sea el tiempo oportuno, que el decano de la universidad te traiga el título de arquitecta a tu propia casa, y si puede ser este año, mejor que al siguiente. Y en caso de que no venga él a traerte el título, si no que tengas que ir tú a buscarlo, entonces exiges que te paguen el taxi (una mención al secuestro)
Ni tan siquiera todos los que sabemos lo que hay que hacer para alcanzar este objetivo, lo podremos alcanzar, pues muchos se quedarán por el camino y no podrán terminar como ya nos lo dice Yeshua:
Continua en el siguiente mensaje.