-"Help me!"

Se lo han dicho en la plaza.., ¡pero, NO podía creérselo! Ha buscado corriendo un televisor..; y, allí, SEGURO, hay uno: frente a un escaparate, sopotocientos PASMADOS como él se agolpan. Cuéstale un huevo y parte del otro acceder a la primera fila, sí..; pero, lo logra. Y, sí: es verdad.

-"Help me!"

¡Oh!; en el orgasmo a lo mastodonte de la incredulidad poseída, puro pálpito, por el vigoroso, exuberante, HECHIZADOR hecho, damas y caballeros, BEBE él de las imágenes ¡innegablemente ante sus ojos!

¡Oh, es VERDAD!

: se atropellan los cortesanos y acólitos de los palacios y templos de la nueva Nínive ¡para HUIR!, no sé.., donde sea; como huyen las hienas y la chusma de los culos del mundo ante la sola sospecha que, no sé.., les han mirado mal. Pero.., pero.., pero.., se friega los ojos él.., ¡NO son los esclavos que, en su arrastrada y humillada vida, ven ante sí que se acerca amenazante un bronco y altísimo capataz de gigantescos puños enarbolando durísimo látigo de hierro!, ¡NO son primitivos y sub-alimentados bárbaros sin cojones de una tribu que desconoce, no ya la dignitas, sino hasta la rueda!, ¡NO son, mes amis/es, los servidores, los criados, los atemorizados y débiles subalternos INCAPACES de sentirse jamás otra cosa que, como mucho, vil carne de cañón!

¡NO!

La baba se le desliza, lánguida y dulce, por las comisuras entrebiertas de los labios, ¡oh, sí!, cuando, ¡como todos/as los/as demás!, ¡como el mundo todo en pleno prime time!, VE, con esos ojos que un día han de devorar los gusanos de la tierra, que quienes huyen como MARICONAS son.., son.., son.., ¡los neo-ninivitas!, ¡los AMOS del orbe!, ¡los que, ante su sola mención, TIEMBLA el universo todo y aún más allá!

¡Por una AVIONETA de mierda!

¡Todo este ACOJONANTE, descomunal, inconmensurable ridículo, damas y caballeros, por una AVIONETA de mierda!, ¡sí!

Las imágenes siguen sucediéndose en la tele..; nadie se mueve del escaparate... El SILENCIO es vertiginosa, ATROZMENTE inquietante... Y él, ¡que, VIÉNDOLO, no está preparado para creérselo!, en aquel momento siente una voz o no sé qué que le dice: "toma nota del día y la hora; y, guarda el papel donde tal anotes; tú, limitado ser, NADA puedes comprender ahora, pues NO vive el ser humano desde el futuro sino desde el pasado; mas, cuando, después de una larga vida, goces del regalo de contemplar a tu nieta dándote un bisnieto, coge tal papel y pónselo en el regazo del neonato; él, en su momento, COMPRENDERÁ..."

No duda un instante. Hace, pues, tal. Más tarde, cuando vuelve a su home, ya NADIE habla de lo que han visto en la tele..; la vida diaria tiene, claro, sus prioridades, exigencias y preocupaciones propias del momento y el lugar... Él recuerda que ¡tiene que estudiar! NADIE en su familia, ¡JAMÁS!, ha sabido siquiera escribir..; pero, miren.., él le ha caido en gracia a una señora yankee que, después de jubilarse con una pensión de toma pan y moja, digamos que se ha puesto a recuperar el tiempo perdido (en cuanto a consciencia humana, por ejemplo) haciendo (con muchísimo éxito por cierto, sí...) de "buena" en un lugar perdidito, perdidito, perdidito de este valle de lágrimas. Cada tarde, la yankee -gratis, claro...- le da, digamos.., clases. Le ha dicho que, si aprovecha bien la oportunidad que Dios Nuestro Señor -por medio de ella, claro- le ha dado, hasta un día podrá, en lugar de ser un pescador de mierda como su padre y su abuelo, no sé.., ser criado (y, quizá, hasta criado fijo y ) de alguna familia conocida suya allá en la fabulosa tierra de los Uncle Sam's men. Le dice al oído, palpitante y sibilina, a él: "NO serías el primero al que he ayudado...".

Hoy, damas y caballeros, toca Historia.

-"A ver, Alí..; toma nota: 'la Edad Antigua termina el 8 de junio de 476'..."

-"¿Ah, sí?; ¿es una cosa tan concreta?"

-"¡Pues, claro! Se sabe hasta la hora exacta, Alí. Fué el momento en que un tal Odoacro -un bárbaro, Alí-, NEGÁNDOSE en redondo su orgullo a inclinarse a besar la sandalia púrpura del emperador Rómulo Augústulo, delante de TODA la corte, cogió la pierna del emperador y se acercó la sandalia a sus labios SIN inclinarse él, por lo que, claro, el emperador -un joven ASUSTADÍSIMO, como comprenderás fácilmente...- quedó en una ridícula, muy desairada y RISIBLE situación. NADA augusta, vaya..."

-"¡Oh!; ¿y, se acabó TODO?"

-"¡NO!; en realidad, Alí, casi NADIE se enteró de ello entonces; y, ¡aunque se hubiesen enterado, Alí..!, ¿CÓMO iban a poder comprender, entonces, que se había acabado el imperio romano para siempre? ¿Sabes?; NO se dió cuenta de ello ni Odoacro -ya te digo que era un bárbaro analfabeto y brutote...-. Nosotros/as, ahora, sí lo COMPRENDEMOS; pero, ellos, entonces, no. Sí, sí, sí..; siglos después, un día sus descendientes se dieron cuenta de que, ¡vaya!, en realidad el imperio romano NO existía ¡desde hacía la tira! Y, cuando, curiosos e intrigados, buscaron el momento en que terminó -¡y, que, digamos, se les había pasado..!- imagino que hubo alguien que descubrió algún diario o anotación de alguno de los cortesanos que vieron aquella escena que te he relatado y COMPRENDIÓ. ¡No, claro, porque hubiera comprendido el cortesano -que, habría hecho la anotación de forma rutinaria y sin saber qué, en realidad, anotaba-; sino porque ya se COMPRENDÍA! Y, vamos a seguir... Y, no me interrumpas más: tú anota lo que yo te diga y punto; ¿vale?"

-"Lo que usted diga, señora"

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu