Como mencionaba antes, no soy de cargar dinero. Un par de billetes de baja denominación y unas monedas a lo sumo. Pues resultó que mi tarjeta se vence el 06/12 y mi fecha de corte es todos los 15 de mes. Como a partir del primero de junio ya no podré usar mi tarjeta, entonces mi emisor me la canceló el día 15 de mayo y no me avisó nada. Yo desde hacía días llamé a mi emisor a consultar sobre el trámite debido al pronto vencimiento e incluso me apersoné a una sucursal para tener otra opinión. Ambas fueron la misma: "nosotros nos comunicamos con usted".
Yo pensé que lo harían con tiempo prudencial. Pues no. Ya vamos 20 y nada que se aparecen con mi tarjeta nueva. Por mi situación actual, recibo dinero sólo en efectivo, así que ni opción de utilizar mis tarjetas de débito. En definitiva me jodieron. Por fortuna no me he visto en la necesidad de realizar pagos grandes, de otra forma, hubiera quedado como un irresponsable.
Conversaba con un amigo y le decía: ¿Te imaginas lo que pasaría si no hubiese sabido que estaba cancelada la tarjeta y la hubiese pasado en un restaurante?
"Ahí estarías aún lavando platos" me contestó.
Una situación de estas en cualquier otro comercio o servicio hubiese hecho méritos para cambiar de proveedor sin embargo el emisor de esa tarjeta es el más fuerte y consolidado en la región además que brindan un excelente servicio. Sólo esta piedrita en el zapato.
Bien, ése es uno de los pequeños inconvenientes del dinero plástico.
Última edición por Nietzscheano; 21-may.-2012 a las 11:25
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.