Es que no somos máquina de sexo, tenemos sentimientos, a veces sólo queremos que nos abracen y nos tomen de las manos y nos digan que nos quieren y que todo va a estar bien.
Es que no somos máquina de sexo, tenemos sentimientos, a veces sólo queremos que nos abracen y nos tomen de las manos y nos digan que nos quieren y que todo va a estar bien.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.