Así será en la conclusión del sistema de cosas (Mat. 13:40)

“La conclusión del sistema de cosas” comenzó en 1914. En aquel entonces, solo había unos pocos miles de cristianos ungidos en la Tierra. Durante la guerra que estalló ese año, esos “hijos del reino” estuvieron cautivos de Babilonia la Grande, las religiones falsas (Mat. 13:24-30, 36-43). Pero en 1919 Jehová los liberó, con lo que hizo una clara distinción entre ellos y “la mala hierba”, los cristianos falsos. Tal como profetizó Isaías, los reunió en un pueblo organizado (Is. 66:8). Sión, que aquí se refiere a la organización de ángeles que Jehová tiene en el cielo, dio a luz, por así decirlo, a los ungidos y los convirtió en una nación. Igual que los primeros cristianos, los “hijos del reino” han sido testigos a favor de Jehová (Is. 43:1, 10, 11). Como tales, se han distinguido por su conducta cristiana y por predicar las “buenas nuevas del reino [...] para testimonio a todas las naciones” (Mat. 24:14; Filip. 2:15). w14 15/11 5:11, 12n 1914. En aquel entonces, solo había unos pocos miles de cristianos ungidos en la Tierra. Durante la guerra que estalló ese año, esos “hijos del reino” estuvieron cautivos de Babilonia la Grande, las religiones falsas (Mat. 13:24-30, 36-43). Pero en 1919 Jehová los liberó, con lo que hizo una clara distinción entre ellos y “la mala hierba”, los cristianos falsos. Tal como profetizó Isaías, los reunió en un pueblo organizado (Is. 66:8). Sión, que aquí se refiere a la organización de ángeles que Jehová tiene en el cielo, dio a luz, por así decirlo, a los ungidos y los convirtió en una nación. Igual que los primeros cristianos, los “hijos del reino” han sido testigos a favor de Jehová (Is. 43:1, 10, 11). Como tales, se han distinguido por su conducta cristiana y por predicar las “buenas nuevas del reino [...] para testimonio a todas las naciones” (Mat. 24:14; Filip. 2:15).