Y mira tú cómo son las cosas de la vida, que mis vecinos, siempre que me ven, me preguntan por 2 de mis hijos (tengo 3), porque los conocen y saben perfectamente que siguen con vida gracias a sus transfusiones sanguíneas mensuales.
con eso ya está dicho todo.
no se te puede pedir que, en nombre de Dios, sacrifiques a tus hijos porque Dios no puede ordenar eso NUNCA.
deseo que Dios ilumine a algún médico en algún laboratorio para que descubra algo que sirva para solucionar lo de los chicos.
para comprender lo absurdo que es ser un TJ sólo es necesario plantearse que un padre TJ puede donar uno de sus riñones a su hijo TJ pero no puede donar medio litro de su sangre.