Cuando se comenzaron a descubrir los manuscritos en las cuevas de Qumrán cerca del 1946, los biblistas se dieron cuenta de algo asombroso: los manuscritos de los libros de Isaías, que fueron datados hasta de 2 siglos antes de Cristo, apenas tenían unos pocos cambios de letras y otros cambios menores que fueron entendidos casi en su totalidad, y que no cambiaban el sentido del mismísimo texto de nuestros libros bíblicos modernos, cuando se comparaban ... Eso demuestra que la Biblia se ha mantenido casi intacta desde que se escribió hasta nuestros propios días. Los masoretas, que fueron judíos dedicados a copiar los manuscritos más antiguos que tenían para mantenerlos en buen estado, pusieron puntos vocálicos para que la pronunciación y el significado de las palabras se mantuviera siempre conocido. Aunque ellos agregaron unos signos vocálicos pequeños al texto, nunca incluyeron esos signos dentro de las letras ni cambiaron una sola letra de lo que copiaban porque consideraban el texto como algo sagrado. Eso ha sido así desde aproximadamente el siglo VI y VII hasta nuestros días, en que se comenzaron a editar y publicar esos textos llamados "masoréticos" en imprentas. Esto nos dice que Jehová ha cuidado de mantener Su Palabra escrita hasta nuestros propios días.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.