No me gusta el tipo de juego dialéctico en el que se utiliza la provocación malsana para tirar de la lengua al interlocutor. De esta técnica contraproducente ya está saturada la sociedad contemporánea gracias a los medios de comunicación de masas que, al igual que los gobernantes romanos de la antigüedad, dan al populacho pan y circo para mantenerlos bajo control egoísta. No te responderé con la misma estrategia agresiva y denostadora que estás utilizando. Saludos.