Aquellos días cuando descubrí su infidelidad debí haberme callado, pero no encontré el valor necesario ni tuve la mente clara para pensar en el futuro que ya no solo era mío.

Los malditos mensajes seguían llegando cada noche y ella "descuidada" dejaba el teléfono siempre a la mano para ser atrapada.

Debí callar al corazón, pero los estertores agónicos de un sentimiento que está falleciendo es todo menos silencioso. Tampoco tenía porque copiar el número telefónico de aquel vil sujeto que no dudo en darse gusto, igual lo hice. Y llamé, llamé, llamé.

Luego planee el día y la hora, estúpidamente creía que si me plantaba frente a él, con el caos que era por ser humano, algo cambiaría. De la súplica fui al asesinato; brutal y sangriento, quería hacerle sentir el mismo dolor. Tenía todo preparado.
Coartada, plan de escape, mascara y mis puños.

Debí haberlo matado ese día, nos habría ahorrado tanto a los tres.
En lugar de soportar, dudé y fallé.
Estuve equivocado,
demasiado tiempo.


*Son versiones ligeras, las completas en mi espacio, solo hace falta googlear kofhy para dar con el link*