Poema 49
Soy una radiografía mal hecha de un sin sentido a medias.
El traje que se ajustó siempre a mí es del talle del fracaso;
si el aburrimiento tuviese una representación carnal, sería mi cuerpo.
Si el cansancio tuviese un domicilio, sería en una calle con mi nombre.
No formo parte de las prioridades de la muerte.
En las puertas del futuro encontré un cartel que dice 'no hay vacantes'
lo que intento pensar, lo que pretendo decir es el eco en harapos que nunca logró regresar hacia aquello que lo originó.
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Última edición por Luciano Alejandro Beltrán; 02-oct.-2015 a las 15:54
Tengo que escoger lo que detesto:
o el sueño, que mi inteligencia odia,
o la acción, que a mi sensibilidad repugna;
o la acción para la que no nací, o el sueño
para el que no ha nacido nadie.
Resulta que como detesto a ambos,
no escojo ninguno, pero, como alguna vez
tengo que soñar o actuar, mezclo una cosa con la otra.