Claro que la teoría de los costos de oportunidad está íntimamente asociada al viejo dilema de los gustos, pues claro, la comparación del rédito adicional de la última unidad producida con el costo de la útima adición a los factores de producción, cuando se hace cero, depende del precio de venta, que a su vez, es tal por mera comparación con lo que se dejó de adquirir en otro bien; una satisfacción meramente especulativa. Es un edificio con cimientos de barro.