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Tema: La mediumnidad

  1. #21
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    04-marzo-2013
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    LA CASA DE LOS ESPÌRITUS

    Para cerrar esta secuencia del gran mèdium Daniel Dunglas Home, vamos a volver a su niñez y saber que Home naciò mèdium. Es un fenòmeno rarìsimo ya que los mas pleclaros mèdiums, masculinos y femeninos, empezaron a ser mèdiums en cierta etapa de su vida. Pero Home, desde que naciò era arrullado por entidades espirituales que mecìan su cuna.

    ¡Vemos! Ya dijimos que naciò en Edimburgo, Escocia, el 20 de Marzo de 1.833. Fue hijo bastardo del dècimo conde de Home. Quedò huèrfano a los cuatro años. Segùn la ley inglesa, fue adoptado por su tìa materna Mary Mc. Neal de Cook.

    La tìa Mary, una beata metodista, lo aborrecìa porque desde que era un infante, Dany, como cariñosamente lo llamaban, dio muestras de paranormalidad, y ella juraba que eso era obra de Satanàs, y no desperdiciaba instante para hacèrselo saber, y aùn maltratarlo de acto y de palabra.

    A los 9 años, emigrò Dany junto con su tìa a Nueva Inglaterra, USA. Ya su tìo polìtico habìa emigrado 5 años antes, y ahora iban a encontrarse con èl.
    El mismo dìa de su llegada al puerto de Providencia, Dany estaba absorto contemplando a los peones que descargaban el barco. No habìa escuchado que su tìa lo llamaba para desembarcar. El impulso que sintió en el hombro que lo obligò a voltearse y el bofetòn que recibiò de la tìa, fueron casi simultàneos.
    El tenìa desde recièn nacido, un espìritu protector, (no guìa), que desde niño se identificò a èl, y Dany lo llamaba Kuki.
    Cuando vio que la tìa alzaba la mano para un segundo bofetòn, Dany pensò: Ojalà que yo no sienta nada y a ella le arda la mano y se le hinche. Contaba èl luego, que en ese instante sintió como si una mota grande de algodòn le cayera en la mejilla. Al mismo tiempo, oyò un aterrador grito de su tìa que se miraba la mano roja, como si se la hubiese quemado con agua caliente.
    ¡Maldito!, le gritaba. ¡Hijo de Satàn! ¡Mira lo que has hecho!

    Pidiò un balde con agua y metiò la mano tratando de obtener alivio, pero era en vano.
    Compadecido, Dany le dijo: Perdòname tìa. Dèjame que yo voy a aliviarte. Metiò la mano junto con la de ella en el balde y el dolor cesò. La mano perdiò el tono rojo que habìa adquirido, y le bajò la hinchazòn. Cuando la tìa Mary sacò la mano del balde segundos después, ya estaba normal.

    En la oficina de Inmigraciòn, pasò Dany un mal rato con esos servidores pùblicos que desde hace siglos pareciera que hacen cursos de antipatìa, y se gradúan con òptimas calificaciones.
    Molesto por los desplantes del funcionario, empezó Dany a soplar, y cuando lo hizo, de desatò dentro de la oficina de Inmigraciòn un vendabal que levantò todos los papeles del sitio, que fueron a estrellarse contra la cara del funcionario.
    Con el impacto de los papeles, saliò disparado de su silla y cayò al suelo. En viento silbaba dentro de la oficina como un tifòn y puertas y ventanas golpeaban ruidosamente.
    Todos creìan que se desataba una tormenta afuera, pero cuando salieron, el ambiente estaba tranquilo y despejado.

    En el camino para tomar el coche, la tìa Mary levantò la mano, diciendo: Eso fue obra tuya condenado mocoso, pero acordàndose lo del barco, bajò la mano y no lo golpeò.
    Su tìo polìtico, el Sr, Cook condujo el carruaje por el camino a su finca LA DULCE ESCOCIA que estaba a 6 kilòmetros del puerto, y durante el trayecto les cayò la noche.

    Durante el trayecto, la tìa Mary se desatò en acusaciones contra Dany y sus travesuras paranormales. Le decìa a su esposo, que Dany tenìa pacto con Satanàs. El Sr. Cook amortiguaba las acusaciones diciendo: ¡Vamos mujer! Esas son travesuras de un niño.

    La tìa Mary insistìa en las acusaciones. De pronto, en el camino sucediò algo extraño. Las mulas que tiraban el carruaje empezaron con una actitud extraña. Colocaban sus cabezas una junto a la otra como si se estuvieran conversando algo gracioso, y luego reventaban a reir, pero con una risa humana. Luego volvían a hacer como que conversaban, volteaban a mirar maliciosamente a la tìa Mary y nuevamente empezaban a reir como con carcajadas humanas.
    Era tan còmica la situación y tan contagiosa la risa de las mulas, que Dany y un niño esclavo que venìan en la parte trasera del carruaje, empezaron a reir, pero un latigazo que les propinò el Sr. Cook los hizo volver a la seriedad.
    Cuando sucediò eso, las mulas volvieron a actuar normalmente.

    Siendo un niño todavía, Dany curò de sus quemaduras a un esclavo al que le habìa caido melaza hirviendo en el trapiche que tenìa el Sr. Cook en su finca. Delante de su tìo empezó a poner paños hùmedos en el caramelo que habìa formado la melaza en la piel del esclavo.
    Cuando desapareciò la costra de caramelo, el esclavo quedò con la piel regenerada y se levantò a continuar sus labores.

    Como esto sucediò delante de su tìo, èste saliò al dìa siguiente para Hartford, Conneticut en donde estaba la iglesia metodista, visitò al pastor Fannagam, a quien conversò sobre los sucesos de su finca y del niño.
    ¡Nada! Dijo el pastor: ¡Eso es obra de Satanàs! Pero….preguntò el Sr. Cook: ¿Es que Satanàs acostumbra a hacer obras de bien como la que le hizo Dany al esclavo?
    El pastor se hizo el loco con la pregunta e insistiò: ¡Es obra de Satanàs!

    Mira Cook, dijo el pastor: El sàbado irè a hablar con Daniel, y si es necesario ofrecerè las preces de la Iglesia Metodista para alejar a Satanàs de su persona y de tu casa.
    Asì fue. El siguiente sàbado llegò el pastor Fannagam a visitar a los Cook. Al llegar preguntò por Dany. Està en su cuarto respondiò la tìa Mary. En eso escucharon una melodìa religiosa ejecutada en concertina. ¿Quièn toca?, preguntò el pastor. Dany….respondiò la tìa Mary. Dijo el Pastor: Toca admirablemente y siente el sentido religioso de la melodìa. Un niño asì, no puede tener nada de diabòlico.
    Conversarè con èl, dijo el pastor subiendo las escaleras.

    Cuando Dany lo vio, lo saludò. ¡Hola reverendo! Sè para lo que ha venido. ¡Claro! Te lo comentaron tus tìos. No. Me lo dijo Kuki. La tìa me tiene encerrado como un pestoso, y mi tìo no me habla de estas cosas.
    ¡Bueno! Cuèntame todo, dijo el pastor. Daniel le repitió lo que el reverendo ya sabìa.
    Al oir la narración de Daniel, el pastor dijo: Son cosas del diablo. Recitaremos unas oraciones Dany. ¿Dònde està mi Biblia?
    No la trajo reverendo. Cuando usted resolvió venir para acà, estaba leyendo en su Biblia el capìtulo 4, versìculo 18 de Ezequiel. Usted puso una pluma de ganzo para marcar el pasaje y guardò la Biblia en la gaveta superior derecha de su escritorio. Allì la hallarà cuando regrese.
    El reverendo tragò grueso y quedò maravillado. Todo era exactamente como lo decìa Daniel.
    ¿Còmo pudiste saber eso? ¡Me lo estaba diciendo Kuki!

    Cuando le hablò de Kuki, el pastor que estaba sentado a horcajadas en la silla, y con los brazos en el espaldar, empezó a reir, y le dijo: ¡Pamplinas hijo! ¡Pamplinas! ¿Còmo vas a creer en semejante cosa?

    Diciendo esto, la silla en que estaba empezó a balancearse como si amenazara tumbar al reverendo que puso los ojos como dos huevos fritos del asombro.
    El reverendo tanteò las patas de la silla pensando que se habìa roto alguna. ¡Nada! Estaban fuertes y enteras.
    De pronto, la silla empezó a brincar como un caballo y recorriò todo el espacio libre de la habitación. El reverendo tratò de levantarse de la silla pero no pudo.
    La silla lo tirò y fue a caer sobre la cama de Daniel. Observò a Daniel junto a la ventana.
    Cerca de la cama en donde habìa sido arrojado, la silla subiò varias veces hasta el techo del cuarto, y finalmente cayò con estrèpito sobre el piso.

    Cuando vino la calma, el reverendo saliò del cuarto cual alma que lleva el diablo, y una vez en el piso de abajo, dijo: Esto es grave. Los hechos de este niño no tienen explicación que los humanos podamos dar, o entender.
    Si estiviesemos en la edad media, Habrìa que purificar su alma quemando su cuerpo diabòlico en la hoguera.
    Està diciendo cosas terribles pastor, dijo el Sr. Cook. He visto hacer una obra de bien a Dany con un esclavo, y le aseguro que el rabo de Satanàs no estuvo metido en ello.
    Creer eso serìa suponer que los milagros que hizo Jesùs cuando curaba leprosos y resucitaba muertos, tambièn eran obra satànica. ¿Què me contesta a eso pastor?

    ¡Yo me voy! Fue toda la contestación que dio el pastor. Al dìa siguiente, durante sus oficios dominicales, atacò a màs no poder al niño a quien bautizò de Dany el mago. Tambièn bautizò a la casa de la finca LA DULCE ESCOCIA, como LA CASA DE LOS ESPÌRITUS.

    Pròximo escrito en este mismo tema: ESPÌRITUS LUMINOSOS.

  2. #22
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    ESPÌRITUS LUMINOSOS

    En varias ocasiones me han preguntado personas que tienen videncia de espìritus: ¿Por què en algunas oportunidades veo a los espìritus como encarnados comunes y corrientes; y en otras los veo con cierta luminosidad; y en otras aùn, los veo tan radiantes de luz que a duras penas observo su silueta?

    Antes de contestar esa pregunta, quiero dar antes la explicación de què es lo que compone nuestro ser.
    El espìritu es energìa. ¿Què clase de energìa? A esto no podrìa responder porque tengo por costumbre no creer ciegamente todo lo que dicen todos los espìritus.
    Hay espìritus de falsa instrucción que con toda la seriedad del mundo nos hacen creer que son muy sabios en los asuntos del espacio, y resulta que saben menos que nosotros.

    En el pasado, ¡bueno!, algunos continúan, los espiritistas fueron muy crèdulos en lo que decìan los espìritus, y al correr de los años, se sabe que no fue verdad lo que dijeron. Eso le sucede a todos los que creyendo que porque el espìritu es tal, ya lo sabe todo de todo. Estos son los consultadores compulsivos a los espìritus.
    Por lo tanto, me limito a repetir lo que dice la doctrina espiritistas: Los espìritus son las inteligencias incorpòreas que pueblan el espacio universal.

    ¿Cuàl es la composición de esa inteligencia? Es energètica. Es sutil. Nada material. Tampoco es un cerebro periespiritual como lo han querido hacer creer algunas entidades de falsa instrucción.
    Pero la doctrina espiritista se refiere a las entidades como INCORPÒREAS. Pero lo hace refirièndose a que no tienen un cuerpo fìsico, o sea de carne y huesos. Pero en realidad tienen un cuerpo. Pero ese cuerpo es tan sutil que cumple con las funciones de proteger a la inteligencia y ser el vehìculo entre la inteligencia y el cuerpo fìsico.
    A este cuerpo, en el Espiritismo se lo llama periespìritu. Otros lo llaman, y es vàlido tambièn: Cuerpo espiritual, Otras tendencias espiritualistas lo definen como cuerpo astral, etc.

    Es un cuerpo radiante, sutil, que no se puede ver a simple vista, salvo por algunos facultados que por una, dirìamos, extra visiòn, o paravisiòn, para llamarla de alguna manera, puede captar con la vista a las entidades espirituales. A estos facultados se los llama mèdiums videntes.

    ¡Sin embargo!, no todos los videntes pueden ver a todos los espìritus, sino que solamente captan a los que guardan afinidad vibratoria con ellos, o sea, con el mèdium que los està viendo. Aunque ya habìa escrito sobre esto, les pondrè un ejemplo:
    Hay dos mèdiums videntes en una habitación. En esa habitación se encuentran doce entidades espirituales.
    Uno de los videntes ve solamente a tres de los doce que hay en la habitación. El otro de los videntes puede ver a cinco de las doce entidades.
    Si los dos se ponen a cambiar impresiones sobre las entidades que estàn viendo, van a descubrir que los dos estàn viendo al mismo tiempo a una sola de las entidades de la habitación. Aunque se puede dar el caso, que ninguno de los dos vea a la misma entidad al mismo tiempo. ¡Ni a uno siquiera!

    Pero, ¿estàn viendo al espìritu? ¡No señor! Por costumbre, ellos dicen: Estoy viendo un espìritu, pero lo que estàn viendo es el cuerpo espiritual de la entidad, o lo que es lo mismo:El periespìritu. Al espìritu, a la inteligencia, no la ven.

    Luego de estas explicaciones, ustedes podrìan preguntar: ¿Ese cuerpo espiritual, Tiene vida propia? ¡No! Asì como no hay vida fìsica sin el espìritu, tampoco habrìa periespìritu sin el espìritu. Sin èste, el periespìritu no tiene raspón de ser. No existirìa.

    ¡Es màs! Llegarà un momento en la evoluciòn del espìritu, que ya no necesitarà reencarnar màs en un cuerpo fìsico sino que en mundos superiores puede continuar su progreso sòlo con su cuerpo periespiritual.
    Y a medida que continùa con su evoluciòn, progresivamente y por desvanecimiento, ese cuerpo periespiritual se pierde, hasta quedar la energìa, libre de cuerpos, en toda su pureza.

    Pero no hay que engañarse. Eso nunca sucederà en una sola vida sino que es un proceso tan largo o tan corto, si asì lo quiere el espìritu interesado.
    Lo digo porque hay doctrinas filosòficas, agrupaciones mìsticas y tambièn esotèricas, que hacen creer que uno puede “iluminarse” en esta vida, sòlo militando en ellas. Por eso que en el espacio andan los decepcionados al por mayor.
    ¡Bueno! Llegamos donde querìamos llegar.

    A medida que las entidades van evolucionando, su cuerpo periespiritual, que a pesar de ser un cuerpo radiante es bastante grosero como para ser captado a simple vista, se va sutilizando.
    Por eso, no todas las entidades son vistas con luminosidad. Todo depende de su estado evolutivo. Mientras màs evolucionados, es màs sutil su cuerpo periespiritual.
    Si algunos se ven con luminosidad, tampoco esto quiere decir que hayan logrado su pureza espiritual, y porque se les ve poca o mucha luminosidad, ya se estàn codeando con la divinidad.
    Quizàs con relaciòn a nosotros sean màs evolucionados. Màs que nosotros. Eso es todo. No es que hayan llegado al tope de su evoluciòn espiritual.

    Ahora voy a poner agunos ejemplos:
    ¿Què sucederìa si tuvieramos los vidrios de la ventana llena de hollín? ¡No dejarìa filtrar la luz del sol! Pero si limpiamos los vidrios, entonces la luz del Sol llenarìa el recinto.
    Lo mismo sucede con el espìritu y su cuerpo periespiritual. Cada espìritu genera su propia luz, y el hecho de que esa luz radie o nò a travès de su cuerpo periespiritual, denota su estado evolutivo.

    Muchos espìritus se quejan en las sesiones, diciendo: ¡Necesito luz! ¡No veo nada! ¡Estoy a obscuras! Cuando eso sucede, muchos ignorantes que oyen decir eso al espìritu, corren a prenderle velas. ¡Por Dios! Eso no va a ayudar en nada al espìritu. Lo que ellos necesitan es la luz del entendimiento, ayudarlos a que comprendan por què andan en ese estado.
    Podemos enseñarle a còmo lograr que su luz proyecte, motivàndolo al progreso.

    Hace algunos años, durante una sesiòn experimental, se estaba recibiendo una comunicación de un espìritu que en vida fìsica habìa pertenecido a una Sociedad Filantròpica.
    Una señora que es vidente, estaba esperando fuera del salòn de sesiones a que èsta terminara para ingresar al salòn.
    En eso abriò la puerta para salir el secretario de la institución. Dejò la puerta medio abierta porque iba a volver a entrar. La señora vidente le preguntò al secretario: ¿Ya terminò la sesiòn? Este respondio: Aùn no. La señora insistiò: Entonces, ¿por què està la luz encendida? El secretario volteò y mirando la puerta medio abierta le dijo: ¡Señora! ¿No ve que la luz està apagada? Pero yo la veo prendida, dijo la señora.

    ¿Què habìa sucedido? Ademàs del filàntropo comunicante, estaban en el salòn de sesiones otros espìrituas que habìan pertenecido a la misma Sociedad Filantròpica. ¿Habìan logrado la perfecciòn espiritual? ¡Para nada! Habìan evolucuionado pero todavía estaban transitando por ese camino. Sòlo eran espìritus buenos. Espìritus que habìan sido caritativos.

    En ocasiones, la luz que emiten algunas entidades es enceguecedora. No se puede mirar la fuente sin sentir suma molestia en la vista.
    En algunas sesiones, los videntes no pueden mantener la vista en esa luminosidad, y tienen que mirar hacia otro lado por instinto de conservación.
    Pero insisto: Eso no quiere decir que sean espìritus con un grado de progreso absoluto. Solamente que son màs progresados que nosotros.

    Pròximo escrito en este mismo tema: FANTASMAS ILUMINADOS.

  3. #23
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    FANTASMAS ILUMINADOS


    En el escrito anterior, tratamos sobre el periespìritu, y la energìa espiritual que irradia a travès de ese cuerpo espiritual, según el estado evolutivo de la entidad espiritual.
    Mientras màs evoluciòn, màs luminosidad; y mientras menos evoluciòn, poca, o ninguna luz.
    La razòn es que a medida que el espìritu evoluciona en conocimientos y en moralidad, el periespìritu se va depurando. Se va haciendo mucho màs sutil de lo que ya es, y por eso es que permite radiar luz de adentro hacia fuera. Por eso decimos que cada espìritu genera su propia luz.

    Por esa emanación radiante, repito, es que se conoce el estado evolutivo del ente. Se sutiliza tanto el periespìritu debido al progreso, que los cuerpos espirituales de las entidades superiores no pueden ser vistos ni siquiera por otras entidades con grado inferior de evoluciòn. Para dejarse ver de estas entidades, el espìritu superior, si quiere dejarse ver por ellas, reduce sus vibraciones hasta ponerse a la par de la de ellos para que èstas puedan verlos. ¡Por supuesto! Esa reducciòn vibratoria sòlo es momentànea.

    Ese cuerpo espiritual o perièspìritu, no es una enseñanza exclusiva del Espiritismo. Ya los orientales, desde mucho antes conocían de su existencia.
    Entre los griegos, Platòn lo designaba con el nombre de OCHEMA.
    Orìgenes decìa que las almas en estado espiritual, antes de caer nuevamente en el cuerpo, y durante la vida errante durante sus diversas encarnaciones, poseìan una especie de envoltura de aureola luminosa, que semejante al OCHEMA de Platòn, les rodeaba y les representaba exteriormente.
    San Agustìn tambièn hablò sobre ese cuerpo espiritual, y como buen platònico que fue, dijo: Estoy seguro de encontrar entre los platònicos, muchas cosas que no repugnan a nuestros dogmas.
    Por ùltimo, y sin decirlo todo, y sin mencionar a todos, transcribo la creencia de Saulo de Tarso de ese mismo cuerpo espiritual, según la Epìstola a los Corintios 15: 44: “El hombre es puesto en tierra con un cuerpo animal, y resucitarà con un cuerpo espiritual. Porque asì como hay un cuerpo animal, hay tambièn un cuerpo espiritual.”

    ¡Esto es claro! ¡Esto es lògico! La naturaleza nunca da saltos descomunales. El Universo no funciona como la mona. Las transiciones de la naturaleza son preparadas sutilmente. ¿Còmo podrìan dos cosas tan extremadamente y prodigiosamente diferentes, (cuerpo fìsico y espìritu), unirse sin un intermediario? Ese intermediario es el cuerpo espiritual o periespìritu.

    Vamos a dar otros ejemplos de espìritus lumionosos, ademàs de los ya harto conocidos de Jesùs, Elìas y Moisès en el Monte Tabor, y el de Pablo cuando tuvo la videncia enceguecedora de Jesùs, (según èl), en el camino a Damasco.
    De una serie de experiencias luminosas narradas por R. A. Ranieri en su libro MATERIALIZACIONES LUMINOSAS, transcribimos:

    “Se presentaron diversos espìritus materializados. Como se presentaban totalmente iluminados, con luz propia que se manifestaba de adentro hacia fuera, el local que habìa estado a obscuras al comienzo, gracias a esa luz espiritual, se viò envuelto como en un suave crepùsculo. La exacta impresiòn que se tenìa era la de que cada espìritu constituìa un globo de luz fluorescente DE FORMA HUMANA que caminaba por la sala.”

    Otro caso: “ En el silencio y en la obscuridad, surgiò una figura luminosa de mujer, vestida de tejidos de luz y ostentando dos bellas trenzas. Era Scheilla, espìritu que en su ùltima existencia habìa sido una joven alemana. Con la presencia luminosa del espìritu, la sala se iluminò de la dulce claridad y los presentes se podìan ver unos a otros.
    Cuando miraba fijamente los tejidos luminosos de su vestimenta, se formaban en mis retinas sombras que ofuscaban mis ojos.
    Allì estaba un habitante del mundo invisible, repleto de luz y claridad. Para imitar una figura como aquella, serìa necesario una prodigiosa instalaciòn elèctrica que no cabrìa en aquella pequeña sala.
    La luz que emana de los espìritus es una luz tipo lunar y brota de los tejidos que visten los espìritus, como de una fuente luminosa.”

    Otra experiencia màs: “Las figuras luminosas del màs allà, iban y venìan como flores de luz, llenando el viejo salòn con la belleza de su presencia. Una entidad de claridad tan fuerte que alcanzaba los puntos màs distantes de la sala se aproximò a Laìz, y después de cierto tiempo se volvió hacia nosotros.”

    Si bien en el Tabopr, Jesùs que estaba vivo fue visto luminoso, este fenòmeno tambièn se ha apreciado en la actualidad a seres comunes y corrientes. Veamos:

    “Cierta noche, después de una serie de apariciones luminosas, nos hallabamos en la mitad de la sesiòn cuando uno de los espìritus que cuidaban del mèdium, dirigièndose a mì, me invito para que fuera al gabinete donde se encontraba el mèdium. Me dijo que observara todo rigurosamente y después le contara a los compañeros lo que habìa visto.
    Al penetrar en el gabinete, quedè admirado ante un espectàculo grandioso. Echado en la cama, a mi frente, estaba el mèdium el cual parecìa muerto. No obstante, su cuerpo estaba totalmente iluminado interiormente, veìa la superficie de sus manos, brazos y vientre. Aunque estaba vestido con pijamas, como si fuera de cifrio, veìa una luminosidad igual a la de la lucièrnaga saliendo de adentro hacia fuera.”

    Siguen las experiencias: “Una noche se me ocurriò tomar notas mientras se desarrollaban los trabajos y probar si la luz que exteriorizaban los espìritus era buena para escribir.
    Yo estaba sentado cerca del gabinete del mèdium. Todo estaba a obscuras. De repente, a la entrada de la cabina surgiò una figura luminosa de belleza sin igual.
    Puedo aclarar que jamàs habìa visto a alguien con esa luminosidad. Su cuerpo espiritual aparecìa lleno de ondulaciones como si llevara las ropas que se nos presenta el Dante en las ilustraciones. Tùnica y cabeza envuelta en una especie de turbante. La luz que irradiaba era intensa y de una grandiosidad fuera de lo cumùn.
    Sabìamos que ante nosotros estaba una elevadìsima figura espiritual. Lo deducìamos por su intensa luminosidad, pero desconocíamos su nombre. Estaba muy cerca de mì. Tomè papel y làpiz. Me aproximè un poco màs y comencé a escribir a la claridad que irradiaba el espìritu. El papel estaba iluminado por la luz lunar que se desprendìa del espìritu. Me permitiò anotar todo lo que deseaba. El espìritu se apartò, penetrò en el gabinete del mèdium y nosotros volvimos a sumergirnos en la obscuridad.
    Apareciò otro espìritu, Fritz. No era tan bello, ni tan grandioso e intensa su luminosidad. Se aproximò a nosotros con su caraterìstica seriedad. Aunque la luz que de èl se desprendìa era de menor cantidad, tambièn me fue posible hacer mis anotaciones.”

    ¿Què les parece? Les he transcrito sòlo unos poquìsimos casos de las innumerables experiencias lumìnicas observadas por Ranieri, su equipo de trabajo y los asistentes a las sesiones.
    Las he mencionado porque en ellas se confirma a la fuente energètica que producìa esa mucha, poca o ninguna luminosidad, que es la fuente del propio espìritu, pero contenida, se podrìa decir, por su cuerpo espiritual o periespìritu, según su densidad por poco progreso, o sutileza por un estado avanzado de espiritualidad.

    Muchas personas se deslumbran al ver a un espìritu con alguna luminosidad e inmediatamente lo califican como un espìritu superior.
    Una noche, durante una conferencia pùblica, antes de que empezara, una señora me habìa estado diciendo que tenìa contacto con un arcàngel.
    Durante la conferencia, la señora cayò en trance y yo me di cuenta de eso. A mi lado se encontraba una señora vidente. Le pedì que observara a la señora, y me dijo: Ella està desdoblada y en ese estado està arrodillada rindièndole pleitesìa a un espìritu con tùnica.
    Le preguntè: ¿Es radiante el espìritu? ¡No!, respondiò.
    ¿Se dan cuenta? Ella decìa que era un arcàngel. ¿Se lo dijo el propio espìritu? ¡Nunca supe! La vidente me dijo: El aura de ella tiene un poco de luminosidad, pero la del espìritu, o pseudo arcàngel, nada. ¡Sòlo una tùnica!

    Pròximo escrito en este mismo tema: EL ESPÌRITU DEL MONJE.
    Última edición por roberso; 17-ago.-2013 a las 21:51

  4. #24
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    EL ESPÌRITU DEL MONJE

    Algunas doctrinas dicen que cuando una persona muere, por obligación tiene que desaparecer del medio y del lugar en que se desenvolvieron durante su vida fìsica. No es nada màs que teorìa religiosa. El alma pasa a ser ubicada, como se nos ha enseñado, en los clàsicos sitios que ya conocemos.

    Pero esta creencia religiosa, choca con la creencia popular de que los muertos penan. Que se los ve, se los oye y se los siente en los lugares en los que se desenvolvìan, e incluso, haciendo ciertas cosas que acostumbraban hacer en vida.
    Esta creencia popular de las apariciones y de las penaciones, no es teorìa ni creencia, ya que obedece a la realidad.
    Por eso la humanidad vive en un constante dilema espiritual, muchos seres con fuerte religiosidad, tienen captaciones de las entidaes espirituales, pero su religión les ha enseñado, y ellos lo creen, que no son tales sino que son su imaginación, o el diablo, y esto los desequilibra hasta hacerlos creer que estàn volviéndose locos.

    ¡Sì! Definitivamente, los muertos “penan” para usar la palabra flolklòrica. Pero es bueno acotar que ellos “penan” por ignorancia, por desconocimiento de que ya han muerto fìsicamente.

    Es muy raro, harto raro dirìa, que un espìritu que ya sabe su condiciòn de tal, permanezca anclado o “penando” en cierto lugar, a no ser que sea un espìritu atrasado y muy apegado a las cosas materiales. Pero estè, o no estè en donde no debe estar, por muy atrasado que sea, no lo harà por siempre, ya que tarde o temprano, el afàn de progreso se manifestarà en èl, abandonando esos lugares preferidos.

    Hace unos cuantos años, salì de vacaciones a Colombia, con mi familia. Entre las varias ciudades que conocimos estuvo Popayàn, al sur del paìs. Nos hospedamos en un hotel que antes habìa sido un monasterio.
    Habìamos invitado al viaje a una amiga que era mèdium, y en la quietud de la noche, previa al sueño nocturno, la amiga sintió un acercamiento espiritual. Se sintió molesta porque no querìa que en ese viaje continuàramos con las experimentaciones. ¡No importa!, le dije. Deja progresar el trance.

    Se comunicò el espìritu de un monje de la congregación que habìa vivido en el monasterio, ahora convertido en Hotel, y dijo que hablaba en nombre de èl y de sus compañeros.
    ¿Cuàntos son ustedes?, le preguntè.
    El me respondiò: Somos seis.
    ¡Muy bien!. le dije. Habla entonces.
    El espìritu me preguntò que por què les habìan quitado su monasterio. Que èl y sus compañeros tenìan que estar en el patio de la fuente ya que sus cuartos estaban ocupados por otras personas.

    Cuando me dijo eso, me acordè que en el patio de la fuente, como lo llamaban, ya que no vi ninguna fuente, habìan construìdo una piscina.
    Le preguntè: ¿Han notado algo raro en el patio?
    ¡Muchas cosas!, respondiò. Todo es raro por todos lados.
    ¿A què te refieres?, le dije. ¿Han notado la alberca que pusieron en el patio?
    Cuando le hice esa pregunta, se santiguò, y me dijo: ¡Sì! Esa la hizo Satanàs para tentarnos. ¡Imagìnate! Satanàs nos pone allì mujeres casi desnudas para hacernos caer en tentaciòn. Pero nosotros las ignoramos. Como si no existieran. Y para evitar a Satanàs, hacemos oraciòn.

    ¡Bueno! Dialoguè con el espìritu del monje, ( a travès de la mèdium), durante dos horas, y lo que habìa sucedido era lo siguiente: Hacìa…..¡doscientos años!....parte del techo del monasterio se habìa desplomado causando la muerte a esos seis monjes de la congregación. ¡No sabìan que habìan muerto fìsicamente! Al ignorarlo, y creyèndose con vida fìsica, permanecían en el lugar en que habìan vivido, y haciendo, o creyendo hacer las cosas que acostumbraban: Cuidando el jardìn, y haciendo oraciòn en el patio de la fuente.
    ¡Por cierto!, Lo llamaban asì, incluso los empleados del Hotel, porque la tal fuente ya no existìa. Fue removida para dar paso a la construcciòn de la piscina. Ellos dieron testimonio de eso, porque observaron todo el proceso de la eliminación de la fuente y la construcciòn de la alberca “de Satanàs”, según ellos.

    ¡Bueno! Fue trabajoso convencer a aquellos seres de que ya no tenìan vida fìsica. Quedaron con un dilema tremendo, no comprendiendo de inmediato, còmo era posible que hubieran pasado doscientos años de nuestro tiempo, y no hubiesen sido ubicados en el cielo, que según ellos, bien lo merecìan.
    Tuvimos oportunidad de dialogar con ellos sobre los conceptos de cielo, infierno y purgatorio, tal como lo entendìan ellos, y tal como lo entendìamos nosotros.
    ¡Total! A los monjes se los llevaron del sitio sus guìas, pero no al cielo precisamente, sino al plano espiritual que les correspondìa de acuerdo a su progreso. Al juicio inmediato que sucede cuando se pierde la turbación, antes de entrar en erraticidad y programar sus nuevas vidas.

    Pròximo escrito en este mismo tema: EL FANTASMA DE LA MANSIÓN.

  5. #25
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    EL FANTASMA DE LA MANSIÓN.

    Me acordè de este suceso, (del narrado en el escrito anterior), leyendo la narración del gran estudioso e investigador de los hechos paranormales Robert Tocquet. Cuenta Tocquet la narración que le hizo una señora en el año 1.955, el 6 de Julio, para ser màs precisos.
    La señora se mudò a una casa solariega del siglo XVIII que habìa sido el domicilio del superior de una comunidad religiosa, que habìa sido expropiada durante la revoluciòn francesa.
    ¡Sì! Los hechos se desarrollaron en Francia.

    La señora tenìa dos hijos: Juan de 20 y Gastòn de 30 años. Cuatro dìas después de la mudanza, a la señora se le apareciò un fantasma en la habitación que antes habìa sido del prior. Dice la señora:

    “Aquella aparición de forma humana, llevaba una larga tùnica y esclavina, y tenìa la cabeza cubierta con un capuchòn.
    La sombra avanzò lentamente hacia mì. Llena de temor me sentè en la cama, con la espalda pegada al respaldo y la boca seca. Aunque estaba helada, sentìa que sudaba. Hubiese querido levantarme y gritar, pero de mi garganta no saliò ningùn sonido. Un terror indescriptible me mantenìa clavada en donde estaba. La sombra fue a situarse frente a la chimenea, y después se arrodillò. Por tres veces inclinò la frente hasta el suelo, con las manos juntas en ademàn de implorar.
    La figura se levantò y se dirigiò a la puerta de un pequeño gabinete, al pie de otra alcoba. Mi turbación era indescriptible. El corazón me latìa violentamente y sentìa còmo la sangre se me agolpaba en las sienes. “

    La señora cuenta que después se enojò mucho por haber perdido la sangre frìa. Durante muchas noches siguió viendo al monje en la misma actitud, y le chocaba que a pesar de las promesas que ella misma se hacìa, siempre le faltaba el valor para reaccionar.

    “Aquella forma humana era la de un monje anciano. ¿Què querìa? ¿De dònde venìa?
    Una noche, la aparición del monje avanzò hacia mì. Lo acompañaba un intenso olor a moho que me afectò hasta la garganta. Hizo lo de todas las noches, pero con gran espanto , esta vez lo oì llorar.
    Despuès de inclinarse en el suelo, lo oì que dijo: ¡Misericordia! Tened piedad de mì Dios mìo! ¡Perdòname Jesùs!
    Al cabo de un rato se levantò y dirigièndose a mì, me preguntò: ¿Què hace usted aquì? ¿Por què està aquì? Nadie tiene derecho a estar en esta casa que fue construida por religiosos.
    Yo, muerta de temor le preguntè: Y usted padre, ¿por què està aquì? ¿Por què viene a rezar a esta casa?
    ¡Pobre hija mìa! Hace siglos que rezo aquì, y nunca rezarè lo suficiente para borrar mis pecados. Para hacer olvidar los sufrimientos de los que soy responsable y los crímenes que he dejado cometer EN EL NOMBRE DE DIOS Y LA RELIGIÒN.”

    Continuaremos este interesante relato en nuestro pròximo escrito en este mismo tema: EL FANTASMA DE LA MANSIÓN II

  6. #26
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    EL FANTASMA DE LA MANSIÓN II

    Quedamos en el escrito anterior, contando la extraordinaria historia psìquica narrada por la dama que se mudò en el año 1.955 a la mansión LE PRIEURE que habìa pertenecido a una comunidad religiosa, en el momento en que la aparición del monje, por fin, después de varias manifestaciones silenciosas, llorò y clamò perdon, diciendo: “¡Dios mìo misericordia!
    ¡Tened piedad de mì , Dios mìo! ¡Perdòname Jesùs!”
    Luego respondiò a la señora a sus preguntas de què estaba haciendo allì. Continuamos:

    “Luego de decir esto -dice la señora- el monje me preguntò: ¿Ha dado de beber al prisionero?
    ¿A què prisionero, y dònde està?, le preguntè yo a mi vez.
    En el calabozo, al lado del refectorio del convento. A continuación me explicò una larga historia de un hombre que muriò de sed, hambre y frìo en aquel calabozo. Me hablò de los remordimientos que sentìa por haber facilitado y tolerado aquel martirio a causa de su cobardìa.
    A veces se inclinaba hasta tocar el suelo, implorando: ¡Dios mìo, misericordia! ¡Jesùs, perdòname!
    Luego me hizo una inclinación, dio media vuelta y se marchò.”

    La señora se creò un dilema tremendo. Se preguntaba ella, en què mundo estaba, si en el de los vivos o en de los muertos. ¿No serìa todo producto de su mente? Ella estaba conciente de que todo habìa sucedido, pero, ¿habìa sucedido?
    Hasta ese momento, ella no habìa contado a nadie de la casa sobre las apariciones del monje.
    Ella, para verificar lo dicho por la aparición, les pidió a sus hijos, Jean y Gastòn, que buscaran un pequeño cuarto perdido en los subterràneos de la mansión LE PRIEURE, y efectivamente, los jóvenes lo localizaron.
    Al examinar uno de los muros de la capilla, descubrieron un cuartucho que tenìa aspecto de calabozo. El fantasma habìa dicho la verdad.

    Despuès de esa noche, el monje se le apareciò por once noches consecutivas. Se empezó a acostumbrar con las visitas, y una noche decidiò averiguar si era su mente, o el fantasma era real. Dice la señora:

    “Tratè de meter mis dos perros en la habitación, pero los animales se negaron a entar. Tras haberlos forzado a hacerlo, se les erizò el pelaje; y la perra DIEBELLE se puso a aullar.
    Optè por abrirles la puerta, y ambos se marcharon ladrando.
    Aquella escena me sorprendiò, y el pànico volvió a apoderarse de mì.
    Esa misma noche, el monje entrò a la habitación. Hizo lo acostumbrado, y se marchò.”

    Los hijos de la señora empezaron a preocuparse por su madre, ya que la notaron cansada, preocupada, nerviosa y habìa decidido abandonar la habitación del prior, que hasta ese momento habìa ocupado, por una menos còmoda, a pesar que la habitación que dejaba era hermosa y grande. Pero lo que màs les llamò la atención de los hijos, fue una serie de ruidos inexplicables.

    Una noche que la señora se fue a dormir a las nueve de la noche, luego de una serie de ruidos que se habìan manifestado durante todo el dìa, empezó a escuchar otro tipo de ruidos, hasta que a las once de la noche los hijos entraron a su dormitorio y le preguntaron què ruidos eran esos. Ella les contestò que no sabìa, pero que parecìa que venìan del primer piso.
    Los hijos subieron a inspeccionar, subiendo todavía al desvàn y no descubrieron nada. Ni siquiera una puerta o ventana abierta que justificara los ruidos

    Los muchachos eran incrèdulos a màs no poder. No creìan en Dios, ni en el diablo, y menos en los fenómenos paranormales. Por eso la madre se resistìa a contarles lo del monje.
    Durante todo el dìa siguiente, los jóvenes persistieron en revisar la casa, piso por piso, cuarto por cuarto, tratando de localizar el foco de los ruidos, pero todo fue inútil. Cuenta la señora:

    “Una mañana a las seis, un golpe fuerte leve, seguido de otro muy violento hicieron estremecer la puerta del closet que queda entre el pasillo y el comedor. Mis dos perros, los cuales desde que empezó el invierno dormían en mi habitación en un viejo divàn, fueron presa de gran espanto. El perro ZAM, saltò a la cabecera de mi cama, aprisionàndome en las cobijas. Aquel animal, siempre tan valiente, estaba temblando. La perra se puso a aullar de una manera que enloquecìa.
    Yo me considerè incapaz de llegar hasta el cuarto de mis hijos por el terror que tenìa.
    A las ocho de la mañana vinieron a darme los buenos dìas y les preguntè si habìan escuchado algo raro. Dijeron que habìan oido a los perros aullar y unos ruidos, pero que habìan tantos ruidos en esa casa, que no les dieron importancia.”

    “Un dìa, mi hijo Jean, me dijo: ¡Es curioso! Tuve la sensación que me seguían, y al voltear tuve la impresiòn de que algo flotaba a mi lado.
    Yo aprovechè ese momento para contarle todas mis experiencias, y lo que me dijo fue: ¡Los fantasmas no existen! Dejàndome, sin mencionarlo, con la posibilidad de que fueran creaciones mentales mìas.”

    “Una mañana en que mi hijo Gastòn y yo desayunàbamos, entrò Jean, lìvido, sin aliento, diciendo: ¡Vengan ràpido! ¡Acabo de ver al monje! ¡Ha atravesado el vestìbulo y se dirige a la biblioteca!
    Fuimos hasta allà y no vimos nada, pero los perros se resistieron a entrar en la biblioteca.
    Yo, después de todo, me sentìa mejor pues uno de mis incrèdulos hijos habìa visto al monje.
    Jean se decidiò a fotografiarlo, y siempre cargaba la càmara lista.
    Una noche, Gastòn y yo nos desesperamos por causa de los aullidos de los perros. Parecìan locos. Saltaban de una cama a la otra, aplastàndonos con su peso. Me puse la bata y me levantè, y penetrè en la habitación que habìa sido del prior, y que ahora la ocupaba Jean. Entonces vi al monje arrodillado ante la chimenea. Dirigì mi linterna hacia la cama de Jean, y vi a mi hijo de pie, con la boca abierta y los ojos desorbitados.”

    Durante cinco años se manifestò el monje en la mansión LE PRIEURE. Cinco años que causaron un desajuste tremendo a aquella valiente familia que a pesar de todo quiso ir hasta el fin.
    En dos oportunidades, Jean fotografiò al monje. La pelìcula original la enviaron al investigador psìquico Robert Tocquet, quien dice: “Se me confiò la pelìcula. La revelè y obtuve dos pruebas relativamente claras que representaban a un monje.”

    El primer Domingo de Marzo de 1.960, dice la señora:
    “Estaba sola, cuando de repente se le erizaron los pelos a mis perros. Salì al vestìbulo y me encontrè con el monje. Yo no sabìa que era manco.Allì estaba. Elevando al cielo los muñones de sus brazos. Me implorò: ¡Lìbreme de este martirio!
    ¿Què puedo hacer padre? Morir, respondiò èl. Me dieron muerte unos revoltosos iracundos, a pocos pasos del lugar donde por cobardìa dejè martirizar y matar a un hombre. Me cortaron las manos y fui enterrado con otros religiosos entre la iglesia y los edificios.
    ¿Tiene agua bendita?, preguntò. No le dije, pero salì corriendo a buscar un rosario a mi cuarto, pero cuando regresè, el monje habìa desaparecido.
    ¡No le he vuelto a ver màs!, dice la señora después de algunos años.”

    ¿Entonces? ¿Penan o no penan?

    Pròximo escrito en este mismo tema: EL CULTO A LOS ESPÌRITUS.

  7. #27
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    EL CULTO A LOS ESPÌRITUS

    Desde la antigüedad, mucho antes de que saliera a la luz la doctrina filosòfica conocida como Espiritismo, (18 de Abril de 1.857), ya existìan los poderes paranormales. Habìa gente que tal como ahora, podìan ver, oir, y recibir en trance comunicaciones con los espìritus. Es corriente leer, por ejemplo en la Biblia, que algunos profetas, (mèdiums de la antigüedad), en sus libros escritos se lea: “Vino a mì Jehovà en sueños, y me dijo……” Es la clara indicaciòn de un trance.
    En la misma Biblia, en el Deuteronomio, se prohibe la consulta a los muertos. Esto quiere decir que ya, en las postrimerías de Moisès, anque el Deuteronomio fue escrito siglos después por Jeremìas, ya se tenìa una relaciòn a travès de pitonisas, (tambièn mèdiums bìblicos), que tenìan esta designaciòn para diferenciarlos de los mèdiums que eran sacerdotes, o ligados al sacerdocio. ¡Pura discriminación! El mèdium sacerdote: Profeta. El mèdium del pueblo: Pitoniso. Dice en el Deuteronomio 18: 10 y 11: “ No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortìlego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, NI QUIEN CONSULTE A LOS MUERTOS.”

    Esa relaciòn del mundo corporal con el espiritual existìa en la antigüedad, y esto ha dado paso a que algunos espiritistas entusiastas, pero que dejan mucho que desear en cuanto a sus conocimientos como espiritistas, digan que el Espiritismo es tan antiguo como la humanidad. ¡Pura ignorancia!
    Que las personas que no son espiritistas y creen que Espiritismo y mediumnidad es lo mismo, ¡pase! Pero que esto lo diga un espiritista es imperdonable. ¡Pero bueno! Al asunto.

    Ya, en esa antigüedad, a los espìritus se acostumbraba a llamarlos dioses. Esto està bien claro en el Antiguo Testamento, en 1Samuel 9: 9, donde se lee: “(Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decìa asì: Venid y vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente).”

    En la actualidad tambièn, quienes tienen relaciones con el mundo espiritual creen que por el mero hecho de estar tratando con un espìritu, lo estàn haciendo con un ser superior a nosotros. ¡Gran equivocación! El mundo espiritual sòlo es un espejo de lo que somos acà nosotros. Allà estàn los que fueron vivientes, y que tal como los vivientes de este planeta, que somos todo espìritus imperfectos unos, y otros menos, pero lo somos, en el màs allà se sigue siendo tan imperfecto como lo eramos acà.

    Otra cosa que no saben, o no la quieren saber los que mantienen relaciòn con el mundo espiritual, es que los espìritus se relacionan con nosotros por afinidad. ¿Còmo pretende un mèdium aficionado a la bebida, o uno mal padre y mal esposo, o que cobre por sus servicios mediùmicos, que a travès de èl se van a comunicar àngeles, arcángeles, “maestros”, “espìritus de luz”, santos, santas, filòsofos de la antigüedad y hasta el propio galileo? Pero hay espìritus fraudulentos que usurpando estos personajes se le presentan al mèdium y sus creyentas seguidores como tales, y son aceptados tambièn como tales sòlo porque el espìritu se los dice.

    En una oportunidad, dirigiendo yo un Centro Espiritista, nos visitò el director de un Centro de la ciudad. Yo sabìa que ese Centro existìa, pero nunca tuvo una relaciòn con el mìo. Resulta que el director de ese Centro, era el ùnico mèdium, y que ademàs, era el director de las sesiones, que no eran de investigación sino de adoración a la entidad que se manifestaba en el director del Centro, mèdium del centro, y director de sesiones, algo fuera de toda lògica. Sòlo faltaba que fuera el novio de la madrina del equipo. Pero….¡en fin!

    El, muy orgulloso me dijo que en su Centro tenìan como guìa al Arcàngel Gabriel. Que me venìa a hacer una invitaciòn para que presenciara una de las sesiones. Me preguntò que quièn era el guìa de mi Centro. Le dije que estaba seguro que lo tenìa pero no sabìa quien era. Que seguramente contàbamos con un protector, pero munca se habìa identificado. Eso llenò màs de orgullo al mèdium y director visitante.
    Acordamos ir al dìa siguiente. Como yo no soy mèdium, me llevè al vidente de mi equipo de trabajo. Cuando empezó la sesiòn, el mèdium y director, empezó a hacer movimientos epilèpticos, y después de algunos minutos con esas contorsiones, el espìritu hablò a travès del medìm director.
    Al hacerlo, todo los asistentes agacharon la cabeza en gesto de adoración. El espìritu empezó una perorata incoherente, la clàsica de hablar mucho y no decir nada por entidades de falsa instrucción.

    Yo, discretamente acerquè mi boca a la oreja del mèdium vidente y le preguntè: ¿Lo ves? ¡Claro que lo veo!, me dijo. Empezando, este arcàngel no tiene alas. Tampoco està vestido con tùnica. Està corrientemente vestido y aparenta a una persona de unos cincuenta años. Con calvicie insipiente. Frondoso bigote, y le faltan los dos dientes delanteros. Yo lo esperaba, ya que el trance de un espìritu medianamente progresado es tranquilo. Las contorsiones las producen los espìritus atrasados.

    En una pausa que hizo en su perorata, lo interrumpì, y al hacer esto, todos los asistentes me miraron incrèdulos. ¿Còmo alguien interrumpia a un arcàngel? La interrupciòn la hice para objetarle algo que habìa dicho. Màs asombro de los asistentes. Cuando le objetè lo dicho, el “arcàngel” empezó a balbucear. Tratò de enmendar lo que habìa dicho pero èl se diò cuenta de que lo habìan descubierto y se despidiò.
    El vidente y yo, nos pusimos de pie y salimos apresurados porque empezaron a caldearse los ànimos de los asistentes y a proferirnos insultos por profanos.
    Nunca màs supe de esa gente. Seguramente el “arcàngel”, en la sesiòn siguiente, algùn cuento les echò, y siguió la adoración a quien creìan que era, pero que no lo era.

    En una gira doctrinaria que hice por Centroamérica, a los Centros que iba, al empezar a comunicarse un espìritu, todos los asistentes bajaban la cabeza y nadie objetaba nada de lo que dijera la entidad comunicante, que generalmente era la misma de siempre, y cuando esto sucede, pòngale la firma que es un espìritu obsesor. Solamente los espìritus atrasados estàn presentàndose en los centros, dìa tras, dìa, semana tras semana, mes tras mes y años tras años.

    En uno de eso Centros espiritistas de Centroamérica me invitaron a dar una charla. Cuando estaba en mèdio de ella, el mèdium y director, (tambièn), en estado de trance, interrumpiò mi charla para decir algo. Inmediatamente mandè a callar al espìritu dicièndole que esta era una charla de encarnados y que no tenìa derecho a verir a interrumpirla. Que si no tenìa que hacer, que buscara ocupación. Todos los presentes estaban con los ojos desorbitados. No podìan creer que un espìritu fuera tratado de esa manera. Terminè mi charla, pero haciendo gala de la buena educación de ese paìs, nadie me comentò, y menos reprochò mi actitud hacia la entidad.
    Los espìritus no tienen por què interferir en los asuntos de los vivientes. Lo hacen, si los dejan.

    Hay movimientos mediùmnicos ritualistas, mal llamados espiritistas, que lo que practican es un culto a las entidades espirituales atrasadas.
    En el movimiento venezolano, originado en el culto a una entidad conocida como Marìa Lionza, se le llama a este movimiento “espiritismo venezolano”. En una visista que hice a ese paìs, objetè en la prensa local, que se le diera esta denominación. Que el Espiritismo no tiene calificativos ni gentilicios, que es sòlo: Espiritismo.
    A pesar de que el Espiritismo se revelò en Francia, a nadie se le ocurre decir “Espiritismo francès”. Ni siquiera deberìan usarse los calificativos y/o gentilicios de : Espiritismo kardeciano. Espiritismo trincadista. Espiritismo Ubaldista. Espiritismo cristiano. Espiritismo venezolano. Espiritismo brasilero, etc., etc. El Espiritismo es sòlo Espiritismo. La doctrina està contenida en EL LIBRO DE LOS ESPÌRITUS y en ningùn otro. Allì, claramente se nos dice que el ùnico ser sujeto a adoración es Dios. No los espìritus, y menos seres que encarnaron y desencarnaron, cualquiera haya sido su grado evolutivo espiritual.

    Pròximo escrito en este mismo tema:TELEFONEMA A LOS MUERTOS.

  8. #28
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    TELEFONEMA A LOS MUERTOS

    La mayorìa de las personas cree que un Centro Espiritista es una central telefònica con hilo directo al espacio, y que el rato que alguien se antoja hablar con un deudo, en ese Centro lo pueden comunicar.
    ¡Por supuesto! En un Centro Espirista serio, debidamente organizado y con personalidad jurìdica, no se prestan para este tipo de cosas, ya que si bien tienen actividades en las que se relacionan con el espacio, es para fines de investigación solamente.
    Pero en Centros que se han constituìdo por un grupo de personas que estàn alrededor de un mèdium, este tipo de comunicaciones està a la orden del dìa. Tambièn por mèdiums solitarios que han hecho de la mediumnidad un medio para vivir. Y quedan los “vivos” que tambièn pueden tener un Centro, pero que lo que hacen es fingir la mediumnidad, que por cierto, es fácil el hacer creer que se tiene,

    Si usted va a un Centro pirata de estos a comunicarse con un ex familiar y logra hablar con esa entidad, ¿quièn le garantiza que ese era su pariente ido y no un impostor? Los que hacen este tipo de cosas, supongamos que verdaderamente son mèdiums psicofonicos, pero operan solos, sin un vidente, ni ellos mismos podrìan jurar que el espìritu que se comunicò con la petrsona que buscò la comunicación es quien ella aspiraba que fuera. Podrà creerlo ingenuamente, pero nunca asegurarlo.

    Quizàs la misma persona que hablò con el espìritu del que fue su familiar diga: ¡Claro que era èl, (o ella). Yo no me iba a dejar engañar. Le hice unas preguntas ìntimas que sòlo èl, (o ella), me podìan contestar. Pero esta persona no sabe que cuando el espìritu se presente y sea un engañador, la consultante le pregunte a la entidad que fue su esposo: ¿Còmo era que me llamabas en la intimidad? Y mientras el espìritu se toma su tiempo, ella està pensando la respuesta: Volcancito, volcancito. ¡Imagìnense por què! Pero ella no sabe que al pensar en la respuesta està trasmitiendo telepáticamente el apodo ìntimo, y el espìritu recepta ese mensaje telepàtico. Enseguida contesta: ¡Volcancito! Y ella felìz dice: ¡Ah, si eres tù querido! Y no sabe que ella misma le ha “soplado” el apodo a la entidad, que por supuesto no es su ex marido.

    ¿Para què se quiere hablar con los muertos?

    1.- Por ignorancia. Porque creen que los muertos estàn a la disposición de los vivos a cualquier hora, de cualquier dìa. Y es a lo mejor para una conversación de aquellas que en vida, cuando las tenìan, el desencarnado deseaba estar muerto.

    2,- Para consultas de todo tipo. La gente cree que un espìritu, por ignorante que haya sido en vida, al morir ya lo sabe todo. Y entonces le hacen preguntas tontas sobre enfermedades que creen que tienen, pero en lugar de ir al mèdico para ver si la tienen, van a preguntarle al espìritu què es lo que tienen.

    Los agalludos, van a preguntarles los nùmeros que saldràn en la loterìa y los caballos que ganaràn en las carreras del domingo. ¡Por supuesto!, el nùmero que da el espìritu no sale en la loterìa ni por terminal. Los caballos que dio como ganadores todavía estàn corriendo pero la pròxima semana van a preguntarle lo mismo.

    Los hijos jóvenes del desencarnado le preguntan si aprobaràn los exàmenes de la semana que viene, o si aprobaràn el grado, o año que estàn estudiando.

    Los aficionados a las apuestas deportivas le preguntaràn quèn ganarà el Domingo, si River o Boca. O quièn ganarà la pelea entre Kid Piña y Beto Quijada. ¡En fin!

    3.- Para comprobación. Las personas que dicen no creer en la existencia, y menos en la comunicación de los espìritus hasta que alguno de los que se fuè, se comuniquen con èl, (o ella).
    Estos son unos pocos de los motivos.

    Todos quisieran hablar con un pariente desencarnado, pero ¿estàn seguros que ese pariente desencarnado quisiera hablar con ellos? Los espìritus se enojan igual que los vivientes. Si antes de morir el enfermo que estaba pròximo a partir les dijo que querìa que lo cremaran y echaran sus cenizas al ocèano, y después de muerto los parientes lo enterraron sin cremarlo; eso seguro no le gustò a la entidad, y no quiere saber nada de sus parientes vivientes. Y no lo culparìa porque yo harìa lo mismo.

    Tambièn porque su familia despilfarrò la fortuna que le costò acumular en vida durante muchos años de trabajo. Pero ellos la terminaron en un tiempo record.
    O porque la ex esposa, no esperò mucho para enredarse con otro.
    O porque los hijos abandonaron los estudios y se dedicaron al canto, al robo y a la pelea, ¡Ah! Y tambièn a las drogas.
    ¡Puede estar enojado! Y si ese es el caso, se tendrà muchas ganas de hablar con èl, pero la entidad no.

    En otros casos, el pariente desencarnado està turbado todavía. No se dà cuenta de nada, ni de lo que sus parientes dicen o hacen. Y puede estar aùn en su misma casa, pero todavía està turbado. Està como inconciente. Se tendrà muchas ganas de hablar con èl, pero èl, ni enterado. ¿Còmo podrìa comunicarse un espìritu en esas condiciones?

    En otros casos, el espìritu no està turbado. Tampoco està enojado con nadie. ¡Es màs! Quisiera comunicarse con ellos, asì como ellos quieren comunicarse con èl. ¿Son estas ganas mutuas suficientes para lograr una comunicación? ¡No señor!

    En el espacio hay leyes que se complen inexorablemente, y existen o podrìan existir impedimentos para la comunicación, por Ley de Causas y Efectos, por ejemplo. Por esta Ley, puede haber un impedimento para lograr la comunicación entre vivientes y desencarnados. ¡Veamos!
    CAUSA.- El desencarnado ejerciò una sobreprotección sobre sus familiares que llegò al punto de la tiranìa. Êl busca la comunicación para seguirlos controlando y dominando desde la dimensiòn espiritual.
    EFECTO.- No se da la comunicación porque en su tiranìa sobreprotectora minò el libre albedrìo de sus sucesores hasta pasada la mayorìa de edad. La Ley de Libertad es una ley universal y con su violación se compromete uno con la Ley de Causas y Efectos. ¡Asì de sencillo!

    Todavìa hay màs imposibilidades. En la mayorìa de los casos, tanto el desencarnado asì como los vivientes, no estàn preparados para tener una comunicación de este tipo. He visto casos de estos, muy lamentables y deprimentes por cierto, en los cuales el espìritu a travès de mèdium psicofònico quiere hablar, y el llanto lo ahoga. Mientras tanto, tambièn los parientes estàn ahogados en llanto, no pueden hablar. Le gritan al espìritu: ¡Fulano! La entidad tambièn grita: ¡Mengano!, y nadie puede hablar por el llanto.

    Con todo este drama, el mèdium sufre una barbaridad porque està recogiendo todas las emociones y sensaciones del espìritu. Por ese motivo, el espacio no siempre permite las comunicaciones entre parientes.

    En otros casos, no hay comunicación porque el espìritu con el que se quiere hablar està ocupado en ciertas tareas, desplazàndose, buscando las condiciones de un hogar para su pròxima reencarnación.
    Pero los parientes vivientes creen que la entidad tiene que acudir cuando ellos lo quieran.
    Los espìritus tienen ocupaciones, menesteres, y aprende tambièn estando en el espacio. Eso no los pone en disponibilidad cuando los parientes quieran. O cuando èl mismo lo quiera.

    Y por ùltino, el caso de que el espìritu con el que se quiere hablar, ya haya reencarnado.
    ¿Entonces? ¿Còmo podrìa comunicarse un espìritu que ya està reencarnado? Hay que recordar que con la reencarnación se pierde el recuerdo de vidas pasadas, por la turbación pre natal, incluyendo la parentela pasada.

    Siempre les decìa a los que me hacìan proposiciones para comunicarse con parientes desencarnados, que la mediumnidad no es una central telefònica para discar y hacer contacto.
    Hasta las centrales telefònicas electrònicas de nuestro mundo tienen sus limitaciones: Interrupciones, nùmeros ocupados, ligaciones, ruidos, etc., en cualquier paìs.

    En los 38 años que tengo de espiritista, una sola vez recibì la comunicación de un pariente desencarnado, y fue espontànea. ¿Còmo puede ser posible?, podrìan preguntar. ¿Y por què no? Yo soy un estudioso del Espiritismo, y ese estudio nos enseña las cosas que aquì les escribo, y que yo las acepto como lògicas.

    ¡Ademàs! Muchos espìritus desencarnan podridos contra la parentela y no quieren saber nada de ellos. ¿Còmo pretender lograr una comunicación con espìritus asì?

    Pròximo escrito en este mismo tema: LA CONSULTA A LOS MUERTOS.

  9. #29
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    LA CONSULTA A LOS MUERTOS.

    Nota inicial: Este escrito es una extensión del escrito anterior: TELEFONEMA A LOS MUERTOS, por las cosas que se tratan.

    Generalmente se cree que por el mero hecho de que existen los espìritus, (los vivientes lo somos, pero encarnados), y que èstos pueden comunicarse con los vivientes, podemos invocarlos cada vez que se nos antoje,
    ¿Cuàntas veces, estando nosotros con alguna ocupación importante, hemos recibido una llamada de esos o esas que andan con el telèfono en la mano, para preguntarnos alguna tonterìa; o para decirnos alguna tonterìa? ¿Verdad que eso es latoso? ¿Y què nos hace presumir que a los espìritus le guste? A no ser que sean unos vagos como algunos viviente que realmente disfrutan de hacer y recibir llamadas sin importancia.
    En el espacio, tambièn hay leyes, pero son leyes universales que a diferencia de las leyes mundanas, no se violan, ni por favores, ni por “perdones”, ni por amistad y mucho menos por dinero. Esas leyes universales se aplican a todo el mundo incorpòreo.

    Ningùn espiritu, por el hecho de sòlo desearlo, puede decir: Me voy a comunicar con mi esposa, o con mis hijos, o con un amigo. ¡No mis estimados! Eso no es asì.
    Asì como tampoco, por el hecho que en nuestro plano viviente, alguien desea comunicarse con el espìritu de uno que fue pariente o amigo, quiere decir que lo vaya a lograr.
    ¿A dònde va si acaso tiene esa inquietud? A un Centro pirata, porque ninguna institución seria y formal que se llame espiritista, se prestarìa para eso.
    Si después de pagarle unos “honorarios” al mèdium mercenario que se presta a ello, ¿Son autènticas estas “comunicaciones?

    En los planos espirituales inferiores pululan los espìritus elementales, atrasados y bromistas que siempre estàn prestos a interferir en cualquier invocación que se haga para atenderla ellos y tomar el papel de quien se invoca.
    En el supuesto caso que el espìritu invocado sea tan vago como el que lo invoca, y en realidad se logre la comunicación deseada, ¿cuàl es el diàlogo que mantiene con el invocado? ¡Consultas! Simples consultas sobre boberìas cotidianas. La consulta a los muertos, (que bien vivos que estàn, y bien “vivos” que son), minan la Ley Universal de Libertad. Porque cada vez que usted se pone bajo la tutela de un espìritu, haya sido o no pariente o amigo, o sea un “maestro”, o espìritu “de luz”, pierde su libre iniciativa o albedrìo.

    Tampoco, ningùn espìritu asì haya sido o no pariente o amigo, o “maestro”, o espìritu “de luz”, que se encuentre en un estado de progreso espiritual, se va a prestar a atender este tipo de consultas.
    Asì, de nombres de hombres o mujeres famosos que fueron según su criterio, valores humanos, los verdaderos espìritus progresados no se prestan a estos menesteres: Responder consultas.
    Una de las preguntas que probablemente se le hagan a la que fue nuestra abuelita es que recomienda para cierto dolor que sentimos en cierta parte del cuerpo. ¿Fue en vida mèdico nuestra abuelita? Si la abuelita, (suponiendo que sea ella), verdaderamente nos quiso, nos va a decir sinceramente que ella no sabe, que vayamos donde el mèdico.
    ¡Ahora! Si es un impostor, entonces, asì no haya sido mèdico en vida, irresponsablemente nos va a recetar lo que se le antoje.

    Entre estos espìritus que responden a invocaciones usurpando nombres y parentela, se encuentran los que en vida fueron brujos, yerbateros, y recetadores compulsivos de medicamentos patentados.
    Le van a recetar cuanta porquerìa se les ocurra, y lo que es peor, productos farmacèuticos. Eso va contra la ley. ¡Claro! En el caso de no tolerancia a cierta medicina, ¿van a poner preso al espìritu recetador compulsivo? Sòlo he sabido que le han aplicado la ley a los mèdiums que se prestan para este tipo de consultas, en el caso, (que sì lo ha habido), de alguna muerte por intolerancia a un medicamento.

    La prescripciòn de medicamentos, según la ley, debe hacerla UN MÊDICO. Pero a mèdicos encarnados me refiero.
    Mucha gente ha resultado intoxicada y con serios problemas después de haber seguido un tratamiento con medicinas recetadas por un espìritu.

    ¡Pero eso no es nada! Mucho de estos espìritus recetadores dicen ser San Fulano o Santa Perenceja. ¿Cree usted que hay santidad en violar la ley de los vivientes?
    Son espìritus vagos, burlones que usurpan la personalidad de de mèdicos famosos, de santos y de santas, pero que tan sòlo son: ¡Espìritus atrasados!

    Los espìritus con un alto grado de evoluciòn son serios y formales. Tienen ocupaciones en el espacio: Misiones, tareas, asignaciones, o sea, viven atareados. No tienen tiempo ni su estado evolutivo permite que se anden comunicando en centros de espiriteros; por ignorancia mal llamados centros espiritistas. y prestarse a cosas que competen ùnicamente a los vivientes; y menos para violar sus leyes.

    ¡Pero los espìritus atrasados sì! Ellos si que estàn a la orden y prestos para cosas mundanas.
    Un conocido, en una conversación nos dijo que en una semana habìa chocado el coche dos veces. Que por recomendación, (¿?), fue a uno de estos centros espiriteros, y que el espìritu de San Cipriano, (¿?), le dijo que le habìan echado “un mal”, “un daño”. Le recetò las mil y un porquerìas para que se despojara del “daño” que le habìan echado. De lo primero que tuvo que despojarse fue del equivalente a mil dòlares, porque ademàs de las insensateces que le dijeron y de las porquerìas que le recetaron, hay que desequilibrar el presupuesto casero.
    No hagas caso a esas estupideces le dije. ¿Y el “daño”?, preguntò. ¡Ma! Què daño. Eso se lo dicen a todos. Asì comienza la sacadera de plata.
    ¿Andabas con tragos cuado chocaste? ¡Sì!, respondiò sinceramente. ¡Bueno! Entonces no lo vuelvas a hacer. ¡Ah! ¡Y no me debes nada!

    Pròximo escrito en este mismo tema: LA PELÌCULA GHOST.

  10. #30
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    LA PELÌCULA GHOST

    Hace unas semanas nuevamente vi por la tele, (la habìa visto en el cine cuando la estrenaron), la pelìcula con el nombre original en inglès: GHOST.
    Esta palabra inglesa tiene muchos significados, pero entre ellos los que indican paranormalidad son: Fantasma// Aparecido// Alma en pena// Espìritu. Voy a elgir la acepción de espìritu porque tanto fantasma, como aparecido y como alma en pena, son manifestaciones de espìritus, aunque viendo la pelìcula, se podrìa catalogar al personaje de la misma como un alma en pena.

    Fantasma es un espìritu que puede ser visto hasta por los que no tienen videncia porque la entidad materializa. Es sinònimo de aparición.
    Alma en pena es un tèrmino equivocado. Deberìa ser espìritu en pena porque es un alma mientras està animando un cuerpo fìsico. Al dejar de animar un cuerpo porque desencarna, pasa a ser lo que siempre ha sido: Un espìritu. ¿Estamos?

    Amigos y familiares que tambièn la vieron en ese dìa, me pidieron que hiciera un escrito comentando la pelìcula para el foro. Como yo soy muy obediente, les dije que sì. ¡Acà voy!

    Es una pelìcula bonita. Muy tierna y con un toque de misterio terràqueo y del màs allà. Hay hechos paranormales que se ajustan a la realidad y hay otros que son espectaculares y con fines taquilleros que no son verdaderos. ¡Total! Es una pelìcula comercial y tienen que poner ciertas espectacularidades para mantener a los espectadores sin uñas.

    La muerte del protagonista y su retorno a la vida espiritual, està bien enfocado, salvo que la entidad no tiene ninguna turbación sino de un instante para darse cuenta de su muerte fìsica.
    Cuando la muerte es instantànea el desprendimiento del cuerpo es instantàneo, y eso es lo que sucediò en la pelìcula. Por eso es que el espìritu creyendo que estaba vivo saliò corriendo a perseguir a su victimario.
    Eso es la turbación: El creerse con vida fìsica después de muerto el cuerpo. Esa turbación puede durar desde años hasta siglos, dependiendo del estado evolutivo de la entidad; pero en la pelìcula, repetimos, sòlo demora unos instantes. El joven protagonista era un muchacho bueno, pero tambièn con ciertas imperfecciones. En la realidad, èl no estaba calificado para perder la turbación en un momento, pero…. ¡pelìcula al fin!

    El hecho de quedarse junto a la mujer que ama, tambièn obedece a la realidad. La mayorìa de los seres queridos que se van antes que nosotros lo hacen, pero andan confundidos o turbados, porque como no saben que han muerto, no los vemos ni los escuchamos, y eso es lo que los confunde.
    Tambièn sufren cuando nosotros sufrimos por ellos, pero tambièn se trauman cuando se dan cuenta de que algunos de sus parientes se alegraron de su partida.

    En la parte que se desarrolla en el hospital, tambièn hay realidad. En todas partes hay espìritus turbados o no, que vienen y se van, pero en los hospitales abundan, pero la mayorìa de ellos turbados, especialmente los que han muerto en el hospital.
    El caso de la entidad que estaba esperando al espìritu de la que fue su esposa que estaba en cuidados intensivos, tambièn obedece a la realidad.

    La localizaciòn del victimario del personaje tambièn es autèntica. Se iniciò una etapa de obsesión espiritual por parte de la vìctima hacia su victimario. Esa obsesiòn puede sentirla el perjudicador desde esta misma vida. Si es insensible, la obsesiòn la podrà sentir en la vida futura. De eso no nos salva nadie, especialmente si perjudicamos de alguna manera a un pròjimo imperfecto y tendiente a la venganza.
    Por eso, mucho cuidado con sus actos y no trate de perjudicar a nadie.

    El atravesar puertas, paredes de concreto y hasta làminas metàlicas lo puede hacer todo espìritu, pero no con ese zumbido que se escucha en la pelìcula para darle espectacularidad. Eso se hace sin zumbidos y sin dolor.

    La escena en el metro en donde otro espìritu zarandea al protagonista, creyèndose amo y señor de la estaciòn del metro, tambièn puede suceder, pero acotamos que por mucho zarandeo que le dè, nunca le va a hacer ningun daño, porque el cuerpo espiritual no se puede lesionar.
    Pero hay una pifia bien grande en la pelìcula, cuando en la misma estaciòn, el espìritu del protagonista le pide al otro espìritu que le enseñe a influir sobre la materia.
    Allì no influye para nada la mente ni el deseo del espìritu que quiera mover hasta algo tan liviano como una chapa de gaseosa. Para eso se necesita un mèdium de efectos fìsicos que se encuentre presente cerca de la entidad que lo quiere hacer.

    Sin duda alguna, es real y corrientísimo el fingimiento de una facultad parlante por parte de la negrita que con ese fingimiento estafa a la gente. Y es corrientísimo tambièn que hayan muchos ingènuos que se dejen estafar por estos pseudos mèdiums.
    Pero a la negrita fraudulenta, resulta que le empieza a aflorar la mediumnidad auditiva y luego la parlante, después la videncia, y por ùltimo, la de efectos fìsicos. ¡Què maravilla!
    Esto sòlo puede suceder en una pelìcula. No crean que todo el que finge una mediumnidad, finalmente lograrà tenerla. ¡Nada que ver!

    Tampoco obedece a la realidad la incorporación del espìritu en el cuerpo de la mèdium. Asì lo dejan ver en la pelìcula. Que el espìritu se mete dentro del cuerpo de la mèdium. ¡Eso no es asì! El ùnico espìritu que puede sincronizar dentro de un cuerpo es el propio.
    Esa vieja creencia popular, hizo que a los mèdiums parlantes o psicofònicos se los llamara equivocadamente mèdiums de incorporación. La psicofonìa es un mecanismo diferente.
    Uno de mis primeros escritos en esta secciòn fue: ESPÎRITUS QUE HABLAN. Lèanlo por favor.

    Tambièn es factible el fenòmeno de que la mèdium toma la forma de la que tuvo el espìritu en vida para hacerle unos cariñitos a la que fue su amor en vida. Esto se darìa por el fenòmeno de la transfiguración, y en este caso, tambièn de materializaciòn.

    Es una patraña eso de que llega una luz con destellitos a buscar al protagonista para llevàrselo, después de todas sus aventuras espirituales, como insinuando que se le estaba abriendo el cielo para èl. ¡Eso no es asì!

    Tambièn, eso de que unos diablitos se van a llevar arrastrando a los malvados es una patraña.
    De los que se deben cuidar cuando lleguen al màs allà los que causaron daño, es de que los que perjudicaron en esta vida los estèn esperando, y no para darles la bienvenida precisamente.

    Pròximo escrito en este mismo tema: PROFECÌA, CLARIVIDENCIA Y PRECOGNICIÒN.

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