Chat

Chatea gratis con amigos de todo el Mundo

Página 2 de 6 PrimeroPrimero 1234 ... ÚltimoÚltimo
Mostrando resultados del 11 al 20 de 57

Tema: El Espiritismo

  1. #11
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    NUESTRA CONSERVACIÒN, (LEY NATURAL DE CONSERVACIÒN).


    Dios ha dado a todos los seres vivientes el instinto de conservación En unos es algo maquinal, (los animales), y en otros racional, como en los seres humanos. Eso hace de la conservación una ley natural.

    En los animales, ese instinto de conservación maquinal los hace proporcionarse alimento, procrearse y defenderse a costa de su vida.

    La razòn, que es, o deberìa ser atributo del espìritu porque la inteligencia es lo que lo hace razonar, hace que el hombre entienda su conservación de una manera màs sutil que los animales.

    Al conceder a los espìritus la vida carnal o material, Dios nos concediò los medios para conservar el cuerpo. Los medios estàn en nuestro planeta.
    Cumpliendo con otra Ley Natural, la Ley del Trabajo, podemos explotarlos y beneficiarnos de ellos para nuestra conservación,
    Tranquilamente, todos los habitantes se podrìan proporcionar alimentos para su conservación fìsica con el producto de la tierra, teniendo cada uno lo necesario para ese fin.
    Lo que sucede es que los lìmites nacionales de los pueblos, operan de una manera injusta en este sentido.
    Mientras en unas naciones, hasta mueren de hambre por exceso de habitantes que alimentar, o por la aridèz de sus suelos, en otros paìses del mundo sobran tierras productivas, hay exceso de producción y aùn tierras ociosas.

    De la tierra sale todo. Todos los productos que tenemos, y que no tenemos pero que conocemos, salen de ella. Muchos de ellos los utilizamos ya modificados por elaboración, alimentos y los que no lo son. Hasta los productos nocivos a la salud y contrarios a la conservación salen de la tierra, tales como los licores, el tabaco y las drogas.
    El hecho de que algunos tengan escasamente acceso a los bienes de la tierra, ya es asunto de capacitaciòn de los seres, y eso es lo que produce las desigualdades.

    El tener màs de lo que necesitamos para nuestra conservación, tienta a los “vampiros del dinero” que con bien planificadas campañas publicitarias nos venden màs de lo que necesitamos, y hasta lo innecesario. Y somos nosotros los que nos dejamos mansamente “chupar” el exceso en cosas no necesarias, antes que las necesarias.
    Para sacarnos el dinero que tenemos en exceso, (¡bueno!, a quienes lo tienen), se inventan comodidades que lo que hacen es atrofiar nuestro cuerpo. Conozco a personas que no pueden caminar ni una cuadra. Tienen que ir en coche a donde sea, por muy cerca que sea. Y no estoy diciendo que el coche no sea necesario tenerlo, porque lo es, ya sea por necesidad o recreación, pero ni tanto ni tan poco.

    Por eso, el hombre moderno, bien engranado en el progreso material y sus facilidades compensa el natural ejercicio, con los ejercicios gimnàsticos. ¡Eso està bien! El asunto es conservar nuestro cuerpo.
    Sin fuerza y salud, o sea sin vitalidad, no se puede cumplir con la Ley del Trabajo, y sin èsta, con la Ley Natural de Conservaciòn.

    Hay personas que se someten a privaciones voluntarias, pero hay que ver si lo hacen es por privarse de inutilidades, o si se privan de utilidades sòlo por avaricia.
    Los avaros se privan de las cosas útiles hasta para su conservación, sòlo con el fin de atesorar, y eso sì que es malo.

    La abstinencia es buena con fines de desintoxicaciòn por el comer y beber en exceso. Cuando desencarnemos, tendremos que responder por el mìnimo minuto restado a nuestra vida por excesos y vicios.

    Parar tratar de evolucionar espiritualmente solicitamos la reencarnación, y para esa vida fìsica que queremos emprender, solicitamos tambièn un perìodo de duraciòn, y asì se nos concede. Pero si como consecuencia de privaciones, excesos y vicios, que no son otra cosa que suicidios lentos, nuestro pobre cuerpo no llega al ciclo de vida solicitado, digamos de 60 años, y sòlo llega a los cincuenta por no conservar debidamente su vida, se tendrà que compensar los diez años en una muerte prematura en la siguiente vida.

    Otra manera de suicidarse lentamente, es la de someterse a suplicios fìsicos innecesarios. Nadie va a agradar a Dios como creen los adictos a los suplicios “para agradar a Dios”, ya que con èstos se estàn quitando años de vida fìsica.
    La medida de còmo saber la inutilidad de una pràctica como esta, es hacerse la pregunta; ¿A quièn beneficio con esto? Y por favor, no salgan con la respuesta alegre de que se beneficia usted porque desdeñando el cuerpo se logra màs espiritualidad. El progreso del espìritu se logra con trabajo y no con suplicios fìsicos.

    En cierta oportunidad en que yo dictaba una clase de Espiritismo sobre la Ley Natural de Conservaciòn, una joven me preguntò què pensaba sobre Santa Rosa de Lima.
    Le respondì que para mi, ella fue una vulgar masoquista. Decìa que se torturaba para “purificarse” y agradar a Dios, ya que para el Creador no es de ningùn agrado que alguno de sus hijos se torture “con el fin de agradarlo”. Dios no es sàdico y no es complacido con ningùn acto como estos.
    Dios no es menos que un padre terrenal, a quien no le gustarìa que alguno de sus hijos lo hiciera.
    Ante Dios, Rosa de Lima, inexplicablemente hecha santa por la iglesia, por estos actos, es una vulgar suicida. Lo que hacìa no tenìa ningùn provecho para nadie, y para ella, menos aùn.

    En varias oportunidades, en algunas sesiones mediùmnicas de investigación, he hablado con religiosas que acostumbraban a torturarse para “purificarse”, y algunas de ellas admitieron que sentìan placer en hacerlo. Varias de ellas tenìan hasta 200 años que no reencarnaban y tuvieron una turbación larga y tormentosa.
    Tambièn algunas dijeron que se torturaban para “purificarse” y agradar a Dios, y otras que lo hacìan para castigarse “sus pecados”, (¿?). Igual andaban en el espacio con el infierno en sus conciencias, purgando el suicidio lento al que se sometieron en este plano de vivientes.

    Finalmente: Se nos ha concedido un cuerpo para purificar nuestro espìritu. Aprovechemos esta concesiòn del Creador y cuidemos el vehìculo de nuestro progreso espiritual.
    Me decìa en una oportunidad un espìritu, a travès de un mèdium psicofònico: Para Dios, no solamente se suicida el que se envenena, se ahorca o se dispara. Tambièn es suicida el que se excede, y el vicioso.

    Pròximo escrito en este mismo tema: ¿SOLEDAD O SOCIEDAD?, (LEY DE SOCIEDAD).

  2. #12
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    ¿SOLEDAD O SOCIEDAD?, (LEY DE SOCIEDAD).

    La vida en sociedad no serìa una Ley Natural, si el hombre no hablara. ¿Para què queremos y para què tenemos la palabra? ¿Para hablar solos como orates? Tenemos la palabra para comunicarnos con otros, y esto no lo vamos a conseguir solos, en un desierto o en una montaña. Por eso, vivir en sociedad es una Ley Natural.

    Ademàs de la palabra, tenemos la inteligencia, que gracias a ella estamos aptos para el aprendizaje de una serie de normas o reglas para nuestro trato con los demàs. Algo màs: Se goza de leyes comunes para nuestra protecciòn de los antisociales.

    Eso es sociedad. Saber vivir en armonìa junto a los demàs. No es màs sociable el màs bebedor, ni el màs fumador. ¡Al contrario! Los adictos al tabaco y a la bebida se convierten en antisociales porque los vicios no son naturales.
    La aceptación de los vicios como norma social, nos habla claramente sobre nuestro atraso espiritual.

    Tampoco es hacer sociedad que un grupo de desocupados, jueguen a los naipes, cotorreen de lo lindo, y despellejen con sus chismes a medio mundo. ¡Eso es vagancia!

    La sociedad es necesaria para el progreso intelectual y moral del espìritu reencarnado. Ese progreso no lo puede lograr solo.
    ¿Còmo puede un hombre, (y por què no, una mujer), creer que se ha quitado su adicciòn a la bebida, volvièndose un ermitaño?
    ¿Còmo puede saber un hombre si se ha quitado la tendencia a la depravación sexual si se mete en un convento en donde no va a ver màs a una mujer?
    Eso es huir del progreso. El ermitaño podrà estar 30 años como tal sin ver una botella, pero el dìa que la vea volverà a emborracharse.
    El enclaustrado podrà estar asì durante 20 años, pero el dìa que vea a una mujer, se manifestarà nuevamente su tendencia no corregida.
    La ùnica manera de corregirnos es disciplinando nuestra voluntad, y eso no lo vamos a conseguir con el aislamiento, sino viviendo en sociedad. Rozàndonos con las cosa ante las cuales somos dèbiles.

    Hay personas que se aislan porque dicen que asì se sienten mejores. Eso es egoìsmo, y el egoìsmo es atraso espiritual. ¡Ademàs! El ser que se aìsla se embrutece porque no aprende màs, no ejercita todas sus facultades, y con el aislamiento estas languidecen.
    Si algunas personas son felices aislàndose, otras tambièn lo son emborrachàndose. Igual, los dos llevan una vida inútil. Todo lo que sea inútil para la sociedad, lo es tambièn para el Creador.

    Otras personas se someten a una reclusiòn absoluta para “evitar el contacto pernicioso con la humanidad”. ¡Hipòcritas! Esto es egoìsmo por partida doble.
    Otros dicen que se recluyen para expiar faltas pasadas. La mejor manera de expiar faltas pasadas no es la reclusiòn inútil. Viviendo arrepentido de lo hecho y ofrecièndole esa reclusiòn a Dios para que le perdone las faltas del pasado de su vida. ¡Insensatos! ¿A quiènes perjudicaron directamente, a Dios o al pròjimo? Paguen a quienes perjudicaron que Dios no acepta inutilidades. La mejor compensación es hacer el bien a cambio del mal causado. Al recluirse para evitar un mal, (el de no seguir “pecando”), cae en otro lamentable mal: Olvidarse del amor y de la caridad.

    Los que se alejan del mundo para ayudar a los desgraciados que sì necesitan ayuda, sì que hacen mèritos ante Dios porque estàn cumpliendo con dos de las Leyes Naturales: La del Trabajo y la del Progreso. La del progreso propio y la de los ayudados.

    Existen algunas sectas que hacen un voto inexplicable: ¡El silencio! ¿Para què entonces se nos concediò la palabra? Es verdad que a Dios no puede agradarle el abuso de la palabra, pero sì es de su agrado el uso de la palabra necesaria y mesurada. ¿Pero el “voto del silencio”? ¡Por Dios!

    Los que deberìan hacer voto de silencio con harto provecho para la humanidad son los polìticos demagogos y mentirosos. Los hombres y mujeres lengualargas que usan la palabra para criticar destructivamente, herir y perjudicar. ¡En fin! A todos los que con el uso de la palabra contribuyen con el estancamiento del progreso espiritual del hombre.

    Esto es aplicable a todas las facultades del ser humano. No se debe abusar de ellas ya que por compensación, el engañador con la palabra podrìa reencarnar en mudo, y el que abusò de su inteligencia podrìa reencarnar en retardado mental, etc.

    El silencio es necesario pero en ocasiones especiales. Para la meditaciòn, el silencio recoge al que la practica, pero el silencio permanente es una estupidez.
    Quizàs haya sinceridad en algunos que se someten a este voto inútil, pero lamentablemente estàn equivocados.
    Puede ser un sincero acto de virtud, puede haber buena intenciòn en ello, pero esa buena intenciòn no es un justificativo ante las leyes del Creador. No se puede inutilizar la palabra ya que es lo bàsico para vivir en sociedad.

    Si la Ley de Sociedad es una ley natural, dentro de esa ley entra el trato sociable con nuestra familia. Ellos son los que màs estrechan nuestros lazos sociales.
    No podemos ser sociables si no respetamos los lazos de familia. No podemos querer al resto de la humanidad si no aprendemos a querer a los miembros de nuestra familia.

    Pròximo escrito en este mismo tema: ¿SOMOS LIBRES?. (LEY DE LIBERTAD).

  3. #13
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    ¿SOMOS LIBRES?, (LEY DE LIBERTAD)


    La libertad es una ley natural del Universo, pero la libertad absoluta es relativa. Es absolutamente libre el ermitaño, pero èste lleva una vida inútil para sì y para los demàs. Con su soledad viola la Ley del Progreso y la Ley de Sociedad.
    Y digo que la libertad es relativa porque desde el momento en que las personas se juntan para vivir en sociedad, cada una de ellas tiene derechos que respetar para ser respetada.

    Y digo tambièn que la libertad es relativa porque por conservación, trabajo y progreso, necesitamos alquilar nuestros servicios a empresas o individuos, y esto tambièn nos somete a ciertos reglamentos que tambièn tenemos que respetar.
    Tambièn es relativa porque tanto la mujer como el hombre unidos en un contrato matrimonial se deben consideraciones recìprocas, y nuestra libertad absoluta se pierde con el matrimonio, a no ser que tanto el uno como el otro sean unos irresponsables y pretendan continuar con la libertad que han tenido, (relativa tambièn), antes de contraer matrimonio, o sea, su libertad relativa de soltero.

    Otra razòn para la relatividad de nuestra libertad, es la de que como hijos de familia, menores o mayores de edad, debemos consideraciones a los fundadores del hogar paterno, si vivimos con ellos, cumpliendo asì, si no por espontaneidad, por lo menos por sociedad con las normas hogareñas. ¡En fin! Se podrìan esgrimir mùltiples razones por las cuales nuestra libertad es relativa.

    Toda sujeción absoluta de un ser humano, o sea la esclavitud, es contraria a la Ley Natural de Libertad. La esclavitud es asimilar a los hombres a la animalidad, y es degradante fìsica y moralmente para el esclavizado.
    El hecho de que hayan existido razas con desigualdad de aptitudes ante otras, no les daba a las ùltimas ascendencia sobre las primeras.
    Si existe alguna ascendencia deberìa ser para instruirlas y no para embrutecerlas màs con la servidumbre y la esclavitud.
    Decìa Emerson: “El inteligente tiene un gran derecho sobre el ignorante: ¡Enseñarle!”

    Tampoco la posición social o econòmica, es un justificativo para fomentar y mantener la servidumbre y la esclavitud. La ciencia nos ha enseñado que la sangre azul tenida como símbolo de nobleza, es sangre contaminada.

    El hombre que vive en sociedad, sòlo goza de una libertad absoluta: ¡La libertad de pensar! Con el pensamiento, el hombre tiene una libertad sin lìmites. Se le puede contener su manifestaciòn, mas no borrar sus convicciones. Ejemplo: Hay un joven demòcrata que durante una dictadura es detenido por hablar mal del gobierno. Lo torturan y lo hacen dar vivas, y hasta escribir vivas a favor del dictador, pero al hacerlo, por dentro està pensando:
    ¡Que se muera esa desgraciado!
    Podràn, con la tortura, hacerlo renegar de su convicción polìtica, pero por dentro està pensando: ¡Soy y siempre serè demòcrata!
    Al salir de la càrcel, por conservación se abstendrà y no emitirà màs opiniones, pero con el pensamiento seguirà en la oposición al gobierno.
    El hombre, ùnicamente es responsable de su pensamiento ante Dios.

    Tampoco se puede reprimir la libertad de conciencia. Todo atentado contra la libertad de conciencia y de pensamiento, es sòlo hacer hipócritas. ¡Nada màs! La seña de la civilización y del progreso es la libertad.

    El hombre tiene el libre albedrìo de sus actos, pero ante Dios es responsable de ellos. No es que Dios, como muchos pretenden, anda detràs de sus criaturas, dicièndoles lo que tienen o no tienen que hacer. La inteligencia ha sido concedida al hombre para que èl mismo haga poco a poco, juicio de sus actos.
    Por eso, ante Dios, un mismo delito es màs grave mientras màs desarrollada sea la inteligencia del delincuente. Pero asì como nos deja actuar en libertad, el Creador no anda con contemplaciones cuando actuamos mal. ¿Nos regaña? ¿Nos castiga eternamente? ¿Nos perdona? ¡Nada de eso! Asì como la Ley de Libertad es divina, tambièn lo es la Ley de Causas y Efectos.
    La Ley de Causas y Efectos es compensatoria y transitoria, tanto como nosotros queramos que sea.
    No es eterna porque al purificarse el espìritu, ya actùa correctamente, se ha moralizado y ya no tiene faltas que expiar. Actùa correctamente y con justicia.

    ¡Nadie redime a nadie! ¡Ninguna confesiòn o acto de contrición borra nuestras faltas!
    El dìa que usted asesine y no haya sido descubierto en ese delito. Salve una vida para compensar la falta. ¿Hizo daño con la lengua? Reponga el daño causado con un beneficio compensativo al perjudicado. ¡Pero no con dinero, por favor! ¿Perjudicò a una mujer? Càsese con ella para compensar el daño causado. ¿Perjudica a su familia? Cambie y hàgalos felices. ¿Por envidia, perjudica a su pròjimo? Trate de ponerse a la altura social, cultural, moral y econòmica que cause su envidia y sacùdase de esa pasìon que denota atraso espiritual.
    ¡Esas son maneras de compensar sus faltas en esta vida, no moqueando hipócritamente en un confesionario! La absolución que usted pueda recibir, no es una absolución de Dios. Ante Èl, usted sigue endeudado, ¡Recapacite!

    El motivo por el cual hay tanta desigualdad en este mundo como la desigualdad de capacitaciòn y todas las desigualdades que de ella derivan, obedece a la natural, por lo tanto divina Ley de Libertad.
    Dios no interfiere en nuestro progreso. Nosotros somos los conductores de ese progreso y somos dueños de estancarlo y quedarnos estacionados en nuestro progreso espiritual el
    tiempo que queramos. Sòlo nosotros vamos a ser los perjudicados.

    El motivo por el cual hay tantas personas que sufren, tampoco es capricho de Dios. Los sufrimientos son la consecuencia de expiaciones porque dàndonos Dios la libertad de actuar, nos sometemos a la Ley de Causas y Efectos, no por actuar libremente sino por actuar libertinamente.


    Pròximo escrito en este mismo tema: VIRTUD, VICIO Y PASIÒN.

  4. #14
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    VIRTUD, VICIO Y PASIÒN

    No existe una virtud con mèritos especiales. Todas las virtudes son meritorias porque son una clara señal de nuestro progreso en el largo camino de la perfecciòn espiritual.

    Las virtudes son triunfos sobre las muchas inclinaciones, y son sublimes cuando no anteponemos el interès personal por el interès colectivo en todos nuestros actos.
    Seamos virtuosos con nuestras acciones, pero no nos equivoquemos porque muchas veces, al hacer algo, ya tenemos el pensamiento de conseguir pago por las buenas acciones que hacemos. En varias oportunidades he escuchado decir a muchos religiosos practicantes y a muchos “espirituales”, cosas como: ¡Acuèrdate del favor que me debes!, o, ¡A ti no se te agradece ningùn favor!
    Los primeros son los “virtuosos” que hacen favores pensando en que se los paguen. Los segundos son pedidores compulsivos de favores.

    La virtud se mide cuando nuestros actos son buenos, sinceros, y sobre todo: JUSTOS.
    El interès personal es como el cobre pulido que no resiste el brillo con el tiempo, y es opacado.
    Asì seràn nuestros actos interesados, brillante ante los hombres, pero fatalmente opacos e inútiles en nuestro camino a la perfecciòn.

    El apego desmedido a las cosas materiales no nos hace virtuosos. La virtud es elevación espiritual, depuración moral, y el hombre que se apega a los bienes es un imperfecto, y màs que eso, atrasado, diria yo. El apegado o materializado no tiene conciencia de su progreso porque ese apego a lo material va a mantener al espìritu, una vez desencarnado, anclado a este plano material, encadenado a las cosas del mundo que el espìritu ya no necesita.
    Muchas veces, tan fervientemente ligado a lo material, que desde el mundo espiritual se convierte en obsesor, vampirizando a los encarnados para seguir apegado y disfrutando de lo material.

    Los vicios son otras de las consecuencias de nuestro estado de imperfección espiritual.
    Sabemos que la vida fìsica es una concesiòn del Creador para que a travès de la reencarnación, aprendamos, nos purifiquemos y paguemos deudas; y para que una vez ya purificados, vengamos a enseñar, debemos ser extremadamente celosos con la conservación del cuerpo y no terminar su ciclo de vida con el suicidio, ni acortarlo con los vicios, porque para la Ley de Dios, el vicio es un suicidio lento.

    ¿Qué somos tentados por las propagandas de vicios presentadas como “placeres” como el fumar y beber, que ocupan un gran porcentaje de la publicidad difundida por prensa, radio y televisión? ¡Eso no es una disculpa! No achaquemos nuestras flaquezas a otros. La voluntad hay que ejercitarla, y hacièndolo, ponemos a prueba nuestra naturaleza espiritual, allì, donde màs abundan las flaquezas.

    La mayorìa de las personas, para disculpar sus vicios, incluyendo el de comer, tratan de justificarlos, diciendo: ¡Yo gozo la vida! Sì, como no. Con esa “gozadera” se estàn privando de años de vida fìsica que lamentablemente tendràn que venir a saldar. Esa es la explicación justificativa de tandas muertes de infantes, de niños y de jóvenes. No como muchos creen, por capricho de Dios, sino por Ley de Causas y Efectos.

    Las pasiones son otro de los medidores de nuestro atraso espiritual. Es: El exceso unido a la voluntad.
    Las pasiones estàn en la naturaleza del ser, pero hay que saberlas gobernar y no dejarnos llevar por ellas como caballo desbocado. Cuando la pasiòn domina, hay imperfección espiritual. Cuando la pasiòn es dominada hay adelanto. Pero, ¿què es en si la pasiòn? Es la exageración de una necesidad o de un sentimiento. No es la causa lo malo sino el exceso, ya que ese exceso perjudica a otros , a la vez que nos perjudica.
    Mientras las pasiones nos ubican en un punto de progreso espiritual desfavorable, nos ponen lejos de un punto espiritual de progreso positivo.

    Para el dominio de la naturaleza corporal que se excede causando las pasiones, lo mejor es la voluntad. No hay mucha o poca voluntad. La fuerza de la voluntad està regulada por la sinceridad o insinceridad de dominar las pasiones. Estamos a gusto con ellas por nuestro atraso espiritual, y por eso no tenemos voluntad para dejarlas.

    Todos los males y vicios radican en el egoìsmo que es el càncer del espìritu. Harto difícil de desarraigar pero que, con conciencia de progreso, tarde o temprano eliminamos.

    La ùnica manera en que un espìritu prueba y demuestra su elevación, es cuando todos los actos de su vida estàn regidos por el cumplimiento de las Leyes Naturales universales. ¡Eso es conciencia de progreso espiritual!

    Pròximo escrito en este mismo tema: JUSTICIA, AMOR Y CARIDAD.

  5. #15
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    JUSTICIA, AMOR Y CARIDAD

    El sentimiento de justicia no es el producto de una serie de ideas adquiridas. ¡Es natural! Y es tan natural, que nos sublevamos ante una injusticia.
    ¡Por supuesto!, ese sentimiento de justicia se va desarrollando a medida que nos moralizamos. Mientras màs depurado el espìritu, màs justo es. Siendo la justicia natural, es divina, ya que Dios es soberanamente justo y bueno.
    Pero….¡cuidado! La justicia humana puede ser alterada por un afàn de progreso excesivo, o por un orgullo insano.

    ¿Còmo puede el hombre medir la justicia de sus actos? Existe una regla de oro: No hagas a los demàs lo que no quieres que te hagan. Esa es la norma que usamos los espiritistas, que no es otra cosa que otra regla de oro dada por Jesùs: Ama a tu pròjimo como a ti mismo. Pero la mayorìa de los cristianos la han olvidado, alcahueteados por el “perdòn de los pecados”.

    ¿Còmo se aplica la sentencia de Jesùs? ¡Asì!: Si tù amas al pròjimo como a ti mismo, y no te gusta que te engañen: ¡No engañes!
    Si tu amas a tu pròjimo como a ti mismo y no te gustarìan que hablasen mal de ti: ¡No denigres!
    Si tu amas a tu pròjimo como a ti mismo y no te gustarìa que te estafen, que te opriman, que te roben, que te exploten, que te maten, que te odien, que te esclavicen, que te hieran, que te paguen con ingratitud, que te olviden o a cualquiera de tu familia, ¡no lo hagas tù!

    El primero de los derechos naturales del hombre, es el derecho a la vida material. Sin ella es imposible el progreso del espìritu, el cual necesita de muchas vidas para lograr su purificación o angelitud. Por lo tanto, no debemos hacer nada que comprometa la vida ajena o la propia.
    El derecho a la vida nos da derecho al progreso, y por eso trabajamos. Ese trabajo, y ese progreso nos da el derecho de gozar de los bienes y comodidades adquiridos, ( sin amontonar ni atesorar egoístamente), pero tambièn nos da el derecho a respetar los bienes ajenos, no robando, ni substrayendo furtivamente, ni despojando con nuestra inteligencia.

    La previsiòn, (no el atesoramiento), es un ejemplo que nos dan ciertos animales, por eso, no es objetable que guardemos para la època de “las vacas flacas”, pero eso sì, no nos privemos por atesorar.

    Tambièn tenemos la obligación de pagar nuestras deudas materiales contraìdas, porque si no lo hacemos, esa tambièn es una forma de robarle al pròjimo.

    Pagar los impuestos, es una obligación. Con la contribución tributaria, estamos teniendo y dando facilidades para el progreso material e intelectual colectivo.
    Hay muchas personas reacias a pagar las contribuciones al gobierno central y a los municipios. Estos cristianos han olvidado la enseñanza de Jesùs que dijo: “¡Dad al Cèsar lo que es del Cèsar!”

    La caridad siempre y equivocadamente se la asocia con la limosna. Podemos hacer caridad sin dar limosna. La limosna ofende y denigra a quien la recibe. Poco a poco el ser se acostumbra a ella, y si no lo ha sido, se convierte en un limosnero, en un pedidor compulsivo, causàndole un perjuicio porque se acostumbra a ello. O sea que, muchas veces, dando limosna, no estamos haciendo caridad.
    Caridad, según Jesùs, y es bueno que todos los “cristianos” lo sepan, es: “Benevolencia para con todos, indulgencia con las imperfecciones de los demàs, y perdòn de las ofensas.”

    El amor y la caridad son complementos de la Ley Natural de Justicia porque a nosotros tambièn nos gustarìa ser amados y recibir caridad.
    “Amad a vuestros enemigos”, dijo Jesùs: Con eso no querìa decir que a los que nos causen daño fìsico, patrimonial o moral, tenemos que comèrnoslos a besos, sino hacèrles la caridad de olvidar el daño y las ofensas, lo que es una forma de mostrarles amor, y una forma de ser justos tambièn.

    En oportunidades, y cuando la limosna es necesaria, no la hagamos con fanfarria. Acuèrdense los cristianos de otra enseñanza de Jesùs: “Que no sepa tu mano izquierda lo que da tu derecha.” Eso es discreción. Antes se dijo que la limosna puede llegar a ser humillante para quien la recibe, pero es en sumo grado si se hace publicidad de ella.
    No se haga lo que hacen ciertas asociaciones de damas caritativas, o instituciones caritativas, o empresas caritativas, que cada vez que hacen caridad o dan limosna, el gesto es acompañado de una gran promociòn publicitaria.
    ¿Tiene mèrito ante Dios este gesto? ¡Por supuesto que no! Ya “el caritativo” està cobrando el gesto con la proyecciòn de su persona, de su institución, de su empresa, por la publicidad lograda.
    Con esta pràctica, no hay elevación espiritual, se està obteniendo solamente una proyecciòn material. ¡Eso es todo!
    La limosna y la caridad, cuando son sinceras son silenciosas, sin ostentaciòn.

    El ser humano no puede ser amoroso con el pròjimo si no lo es con su familia. Uno debe empezar por aplicar la Ley Natural de Justicia, Amor y Caridad, en su propia casa. Allì, con los suyos.
    ¡Claro! Hay algunos casos en que por afinidades y/o desafinidades los miembros de una familia se dan màs con los de afuera que con los miembros de su propia familia. Es muy conocido el dicho: Luz de afuera y obscuridad de la casa. ¡Eso es autèntico! Hay personas asì. ¿A què se debe este fenòmeno?.
    Generalmente los espìritus reencarnan una y otra vez en la misma familia. O grupos de espìritus que trabajan en grupo, una y otra vez y siempre estàn emparentados en la vida fìsica. Tampoco esto debe tomarse como una norma o per sècula ya que tarde o temprano, por Ley de Sociedad universal, tendràn que progresar junto a otros espìritus.

    En ocasiones, un espìritu es recibido en un grupo familiar con grandes afinidades, pero èl no guarda ninguna con ninguno de sus miembros. Esto con el sòlo propòsito de ser ayudado en su progreso, precisamente por aquello de la caridad. Es por eso que tambièn es frecuente observar a un miembro de una familia en eterna crisis con el resto de los miembros. Màs bien parece enemigo de su familia y no un integrante de ella.
    Es un claro signo de que ese espìritu està fallando en su propòsito, mostrando rebeldìa e ingratitud a los que amorosamente y caritativamente aceptaron su reencarnación con ellos, para ser ayudado en su progreso espiritual.

    En otros casos es por una expiación. El grupo familiar afìn, aceptò esa reencarnación porque en una vida anterior ese grupo familiar le causò un problema al espìritu en el que su rebeldìa se debe a una memoria extracerebral en la que el espìritu sin afinidad con la familia, puede tener recuerdos desagradables de los miembros que ahora son sus parientes.
    ¿Quièn falla en estos casos? El espìritu rebelde que no ha limado ese rencor del pasado. Y los que salen triunfantes de esta prueba o expiación, son los otros miembros del grupo familiar que a pesar de los inconvenientes familiares que el rebelde causa, ellos lo soportan sin chistar y le brindan amor, por la intuición tambièn de que tienen que soportarlo para salir de esa expiación por una mala conducta del pasado con un pròjimo.

    Pròximo escrito en este mismo tema: ¡NO DESTRUYAS!, (LEY DE DESTRUCCIÔN).

  6. #16
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    ¡NO DESTRUYAS!, (LEY DE DESTRUCCIÔN).


    La destrucción es una transformación con el objetivo de la renovación y mejoramiento de los seres. Por lo tanto, la destrucción es una Ley universal natural.
    Por supuesto, esto se refiere a la destrucción necesaria, no a la destrucción abusiva o innecesaria. Ejemplo:

    Cuando un agricultor, que cumpliendo con la Ley natural del trabajo, siembra una mata de lechuga, la abona, la cuida, y luego la saca para venderla para proporcionarse vestido, y alimento, para asì cumplir con la Ley Natural de conservación, al venderla en el mercado mayorista, sigue una cadena de reventas, y finalmente es destruìda para hacer una ensalada, y la familia que finalmente la hace, es para cumplir con la Ley Natural de conservación. ¡Eso es destrucción necesaria!.

    Pero si un vago e ignorante pasa por el huerto del sembrador, y sin necesidad arranca la mata de lechuga, la despedaza y la bota, eso es destrucción innecesaria. Pero al destruir innecesariamente esa mata de lechuga, ha pisoteado el huerto y al hacerlo, muchas matas han quedado destruìdas sin beneficiar a nadie con esa destrucción, eso es destrucción abusiva. ¡Eso es destrucción innecesaria. ¿Està claro?

    Pero la naturaleza produce tambièn sin trabajo, y de esta producción natural o espontànea se observa que muchos animales destruyen pero para su conservación, A la vez, estos animales, son destruìdos por otros, tambièn para su conservación.
    Esta destrucción necesaria para la conservación de ellos, mantiene un equilibrio en la naturaleza que no permite la superproducción de algunas especies vegetales y animales.
    Cuando algunas de estas especies vegetales o animales escapa del control de la naturaleza causando un desequilibrio en ella, allì està la mano del hombre que con su inteligencia equilibra esa falla natural.

    Recordemos el caso que sucediò en Australia hace algunos años, en que hubo que destruir sin ninguna utilidad a las liebres que se habìan convertido en plaga. Lo que aparentemente habrìa sido una destrucción innecesaria porque las muertes de esas liebres no beneficiaron a nadie para cumplir con las leyes naturales de la conservación y el progreso, fue necesaria porque estaban destruyendo cultivos que cumplìan las leyes naturales del trabajo, la conservación y el progreso.

    Si usted va a cazar y mata a uno o dos animales, y los aprovecha para su conservación, èsta es destrucción necesaria.
    Pero si usted mata por el gusto de matar, o probar su nueva arma, o alguna nueva municiòn, a doce animales y sòlo lleva a su casa uno o dos de ellos, y el resto quedan tirados en el suelo, eso es destrucción innecesaria y abusiva. Esto se aplica tambièn a los pescadores deportivos.

    La destrucción de los vegetales es justificable solamente para cumplir con nuestra conservación. La destrucción de animales tambièn, pero en este caso por dos facetas de la conservación: La alimentación y la defensa del ataque.

    Las calamidades destructivas tambièn crean un equilibrio en la naturaleza. Lo que a nuestros ojos puede parecer una destrucción necesaria, està justificada para mantener el equilibrio natural.

    El equilibrio que sega vidas humanas, siempre tiene que ser natural, y no està justificado que sea por causas de guerras y asesinatos. Estas son imperfecciones humanas que nada tienen que ver con la destrucción necesaria. El asesinato y las guerras son destrucciones abusivas.

    Las guerras son el predominio de la naturaleza animal sobre la espiritual. Cuando el hombre sea justo, ya no habràn gobernantes orgullosos, egoístas y atrasados que traten de arreglar sus problemas, muchas veces individuales y no de estado, con una guerra.
    La humanidad ya està tomando conciencia de èsto, y ha protestado ante los gobernantes por la ligereza de estos “valientes”, (porque ellos no van al frente), en tratar de arreglar con guerras todos los problemas.

    El asesinato tampoco es la soluciòn para el arreglo de los problemas personales. Si bien està justificado en los casos de defensa propia, el ser humano no debe ser ligero en defenderse con la muerte sin haber tratado de hacerlo por otros medios, sin tener que matar.

    Hay religiones en las que se prohibe matar, hasta en defensa propia, Pero el que se deja matar, sòlo por no matar, ante Dios es un suicida. ¿Por què? Porque todos tenemos el deber de conservar nuestra vida y a no dejarse matar por no matar, para “agradar a Dios”.
    El pacifista que por leyes de un paìs es obligado a ir a un frente de batalla, y que cuando ve al enemigo no se defiende y èste lo mata, tambièn es un suicida ante Dios. El soldado no hace la guerra, èl sòlo es obligado por ley a ir a la guerra. La guerra es culpa de los que la causaron: De los gobernantes. Y ellos, solamente ellos, tendràn que responder ante Dios sobre la ligereza o necesidad real de una guerra. Pero el soldado, le haga no no gracia el conflicto al que ha tenido que ir, està allì, en el frente de batalla, y su obligación es la de defenderse y no dejarse matar por el enemigo. ¿Què en esa defensa èl matò para conservar su vida?, el problema no es de èl sino de quienes causaron la guerra. Culpable serìa si no se defiende y muere por “no matar” al enemigo por principios morales o religiosos.

    La crueldad es una manera de destrucción innnecesaria. En la actualidad, esa crueldad es practicada por policías ejecutores, especialmente de las denominadas “policías polìticas”.
    El terrorismo tambièn es una forma extrema de destrucción innecesaria.
    Las represiones al pensamiento por medio de censuras, y por la crueldad de las torturas, es un claro aviso de nuestro atraso espiritual.
    La crueldad animal, tambièn atenta contra la Ley Natural de destrucción, especialmente en los casos en que se practica como “deporte”, distracción, o secillamente por maldad.

    La pena de muerte, aùn vigente en muchos paìses, es una destrucción innecesaria que muchas veces esconde apetitos y pasiones personales. En los tiempos en que vivimos, ya no es procedente.
    Cada vez màs, la civilización trabaja para volver al delincuente un ser ùtil para la sociedad sin destruirlo.
    Hace unos años, la evoluciòn intelectual y espiritual de la humanidad se palpò ante el difunto Francisco Franco. La misma humanidad que callò y aceptò los millones de asesinatos por motivos religiosos, y la misma humanidad que callò y aceptò en su oportunidad los millones de asesinatos ètnicos/religiosos por parte de Adolfo Hitler, se rebelò y protestò por la muerte de cinco. Y sigue protestando por la destrucción polìtica innecesaria, especialmente en paìses del tercer mundo por parte de los gobernantes tercermundistas, generalmente dictadores.

    Caso curioso: Lamentablemente, contrastando con ese rechazo de la humanidad hacia la destrucción, especialmente con fines polìticos, mientras el caudillo español agonizaba, ya con la bendiciòn papal recibida, un obispo de Madellìn, Colombia, propuso al congreso colombiano la pena de muerte como medida transitoria a ciertos problemas de orden pùblico que atravesò la ciudad de Medellin. En esa època misma, la humanidad protestaba por la pena de muerte, pero con la actitud del obispo de Medellìn, parecìa que en los patios religiosos todavía tenìa, o tiene adeptos.

    Pròximo escrito bajo este mismo tema: NUESTRA REPRODUCCIÒN.

  7. #17
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    NUESTRA REPRODUCCIÒN


    Sin la reproducción perecerìa el mundo corporal. Por lo tanto, la reproducción es una Ley Natural. Al ser natural, es universal y ha sido establecida por el Creador. Sin esta ley, el progreso del espìritu no podrìa ser.

    La humanidad vive con el temor de una superpoblacion del globo, que podrìa llegar dentro de unos años a los ocho mil millones de habitantes. ¡Claro! Al hacer estas estimaciones, los expertos se basan en los datos demogràficos actuales, pero no se hacen otros tipos de consideraciones que entran en el orden natural: Guerras, plagas, hambres y otras calamidades, y en la actualidad, la preocupaciòn de paìses superpoblados que estàn siendo celosos con el control de la natalidad. Esto hace mantener un equilibrio en la población del globo que mantendría a raya una superpoblacion.

    Se observa que ciertas etnias tienden a desaparecer, pero mientras este fenòmeno progresa, tambièn progresa la evoluciòn de otras etnias.
    Las condiciones del globo van cambiando, y con ella cambian las razas, ya que las diferencias entre èstas se debe al acondicionamiento al clima y al medio en que viven.
    Todo es una contìnua evoluciòn en este planeta, y en todo el Universo.
    Las razas evolucionan, y eso harà que un dìa, digamos, dentro de cinco mil años, un blanco, un negro, o un amarillo, no sean tal como son en la actualidad, dando origen a otras razas por evoluciòn, y con la consiguiente desaparición de las ahora conocidas.

    Les decìa, sobre el equilibrio que se mantiene para no superpoblar al mundo, y nosotros formamos parte de ese equilibrio como entidades espirituales corpòreas en evoluciòn.
    Hace un siglo, y menos tambièn, era cosa corriente que en el hogar en donde no habìan nacido doce barrigoncitos, no se jactaba de buen hogar.
    La evoluciòn intelectual y moral de las personas de hace un siglo, que se fanatizaban por las religiones, y eras èstas las que regulaban la producción familiar con la ahora casi olvidada excusa de: ¡Los que Dios quiera! Aunque en realidad lo que debìa decirse: Los que la religión quiera,

    Pero la humanidad se sacudiò del yugo de reproducirse indiscriminadamente, y esto no denota ningùn atraso moral. ¡Al contrario! Ahora hay conciencia reproductiva y eso ha hecho que se le haga poco o ningùn caso a los dirigentes religiosos que anatematizan a los que controlan la producción familiar.

    El planificar la familia no denota ninguna inmoralidad, por lo siguiente: Una pobre e ignorante mujer, especialmente en paìses del tercer mundo, que no tiene sino para alimentarse ella a duras penas, de hacerle caso a los mandatos de su religión y se pone a parir como loca, vamos a ser optimistas y decir que solamente da a luz seis hijos, ¿què sucederà? Considerando que la generalidad de los padres de los paìses tercermundistas, vienen, preñan y se van: ¿Podrà alimentarlos bien? ¿Podrà educarlos bien? ¿Cuàl serà el resultado? Seis semi ignorantes, semi nutridos, con enfermedades crònicas en la madurez como consecuencia de una alimentación escasa y desbalanceada durante la niñez. Eso, si no se mueren en el camino, por los mismos motivos.

    Pero tenemos otra mujer, asì sea tercermundista, Estudiada, culta, de buenos principios morales. Ella piensa en los ingresos que tiene, desea que los hijos que va a tener, tengan una profesiòn universitaria, desea alimentarlos bien, vestirlos bien, cuidar de su salud, y de comùn acuerdo con su esposo, deciden que para lograrlo eficientemente, con los ingresos que tienen, solamente pueden tener dos hijos. ¡Y asì lo hacen!
    ¿Està errada esta determinación? ¿Es inmoral? ¡Por supuesto que no! La evoluciòn intelectual y moral de esta mujer la ha hecho tomar esa determinación. ¿Por què? Porque los padres que no piensan en lo bueno que quieren para sus hijos, los que pueden tener, son unos inmorales, asì sean religiosos.

    El matrimonio, que es el contrato legal para la reproducción, es uno de los mejores logros que ha tenido la humanidad.
    Hace unos años, se hablò mucho sobre el amor libre. Llegò como una plaga que no consiguió ambiente, y siguió su paso.
    Fue por la secilla razòn que nuestra evoluciòn intelectual y moral rechazò tal actitud que serìa retroceder a la època de la semi animalidad, y crèanlo: El hombre actual, està bien conciente de su progreso, y no le gusta retroceder en sus logros intelectuales y morales.

    Poco a poco, tambièn tiende a desaparecer uno de los vestigios de nuestro atraso espiritual: La poligamia. Por evoluciòn moral, el hombre ha comprendido que èl, es un hombre racional, no un macho animal.
    Que no es màs hombre el que màs mujeres tiene, y se va haciendo presente el verdadero concepto de la hombrìa: ¡LA RESPONSABILIDAD! La poligamia es irresponsabilidad.
    Por evoluciòn espiritual, cada vez màs, queremos ser ejemplos vivos para nuestros hijos.

    En resumen: La reproducción es una Ley Natural, pero indiscriminada y no controlada, por muy libre albedrìo que se esgrima en este sentido, denota atraso espiritual, o sea, ¡IRRESPONSABILIDAD!

    Pròximo escrito en este mismo tema: IGUALDAD ANTE DIOS, (LEY DE IGUALDAD).

  8. #18
    Fecha de Ingreso
    11-junio-2013
    Mensajes
    45

    Predeterminado

    Interesante toda esta corriente filosófica, pero en si que la distingue de religiones reencarnacionistas como el budismo o el hinduismo?
    Para que preguntar ¿Porque? cuando podemos preguntar ¿Porque No?

  9. #19
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    Dumah:

    Esto està siendo tratado en el tema LA REENCARNACIÒN en escritos ya publicados y en otros por venir.

    Gracias por leerme.

  10. #20
    Fecha de Ingreso
    04-marzo-2013
    Ubicación
    Argentina
    Mensajes
    388

    Predeterminado

    IGUALES ANTE DIOS, (LEY DE IGUALDAD).


    Al establecer en el Universo sus leyes para todos, ¡TODOS SOMOS IGUALES ANTE DIOS! Por lo tanto, la Ley de Igualdad es natural, y al ser natural es Divina.
    El Sol sale para todos, se oye decir corrientemente, y esa es una simple verdad, ya que todos gozamos de los beneficios del Sol sobre el planeta, asì tambièn, todos gozamos de los beneficios de las leyes Divinas.

    Para Dios no hay diferencias raciales. Para Dios no hay diferencias de credos. El que diga: Fuera de tal religión no hay salvaciòn; fuera de Jesùs no hay salvaciòn; fuera del espiritismo, o de tal o cual doctrina, no hay salvaciòn, està parcializando a Dios por una creencia, por lo tanto, està convirtiendo a Dios en un ser imperfecto.

    Cuando a uno lo llena espiritualmente y acepta una creencia, no puede referirse a ella como “la verdad”, y que fuera de ella no hay salvaciòn ¡No señor! Sòlo es “su verdad”. No aceptar las verdades de los demàs es fanatismo. Si Dios no se parcializa con las creencias de sus criaturas, menos se fanatiza por ellas. El quiere la salvaciòn de todos, no por lo que crean sino por sus actos.

    Para Dios no hay desigualdades sociales, econòmicas, raciales y de credos. Ya sabemos que igual se destruye, (muere), el cuerpo del pobre y del rico, del blanco y del negro, y de tal credo, o del otro.
    ¿Entonces? Tambièn los logros espirituales son para todos, y es por eso que vemos, ricos inmorales y pobres con moralidad. Pobres inmorales y ricos con moralidad. Blancos inmorales y negros con moralidad. Negros inmorales y blancos con moralidad. Un religioso inmoral y un ateo con moralidad. Un ateo inmoral y un creyente con moralidad. Un saludable inmoral, y un enfermo con moralidad. Un enfermo inmoral y un saludable con moralidad.

    La desigualdad de aptitudes es una consecuencia de la observaciòn de la Ley Natural de Progreso por cada quien, y por libre albedrìo, unos progresan màs que otros. Dios no tiene la culpa de ello. A todos, por Ley de Igualdad, nos da la oportunidad de progresar, pero el que algunos se queden rezagados, eso es asunto del afectado y no de Dios.

    ¡Claro! En ocasiones uno tiene ansias de progreso y no dispone de los medios, pero hay que analizar cuàl es el progreso que nos atrae, si el material o el espiritual. Para el espiritual, siempre conseguiremos los medios para hacerlo.
    Para el progreso material, puede ser que la dificultad de los medios para conseguirlo, sea nuestra expiación en esta vida, y eso porque en una existencia anterior se nos brindò esa oportunidad y la despreciamos.
    ¡Ademàs! Lo que nos eleva espiritualmente no es el progreso material; y podrìa ser considerado como una expiación, según la importancia que le demos a lo material. Pero entièndase bien una cosa: Nuestra meta, o el propòsito de una vida fìsica es el progreso intelectual y moral, y eso lo podemos conseguir en la pobreza y en la riqueza. Las dificultades, como se decìa, pueden deberse, si no a nosotros mismos en esta vida, a la Ley de Causas y Efectos.

    Las desigualdades por ser de una raza o de otra, son obra del hombre y no de Dios. Esas son imperfecciones humanas.
    Durante los años que fui investigador psìquico, siempre auxiliado por un equipo de mèdiums ya que yo no lo soy, dialoguè con espìritus que fueron reinas en esta vida, y llenas de dolor me decìan que al llegar al espacio y terminada su turbación, descubrieron que sirvientes de ellas, a quienes habìan maltratado de palabra y de obra, tenìan màs elevación espiritual que ellas. Que aùn con los maltratos que les habìan dado, caritativamente las habìan ayudado a salir de su perìodo de turbaciòn.

    ¿Se dan cuenta? En el espacio las jerarquìas no cuentan, sòlo el estado evolutivo de cada espìritu. No de la fortuna mas grande, ni del apellido màs grande, ni de la condiciòn social màs grande, ni del tìtulo màs grande que se haya tenido en la Tierra.
    Por expiación, si acaso abusò de su autoridad o condiciòn, sòlo para oprimir, el rey o la reina de hoy, seràn vasallos mañana. El de la èlite de hoy, serà el ignorado de mañana.

    La riqueza y la pobreza son desigualdades materiales vistos por seres imperfectos como lo somos, pero en realidad son duras pruebas de las que generalmente salen exitosos los pobres. No es que un rico, por el sòlo hecho de serlo, no tenga que salir airoso de la prueba de la riqueza.

    Hay ricos que son excelentes filántropos, pero son una lamentable minorìa. Otros, ocupados en atesorar, asì en ese atesoramiento exploten a la humanidad, no se van a descargar esa falla donando a instituciones religiosas. ¡No señor! Sòlo ganen lo justo. Bonifiquen a los empleados que contribuyen al engrandecimiento de su fortuna. Brìndenles asistencia mèdica y social, becas para el estudio de los hijos de los trabajadores. Esa es una gran manera de invertir lo que les sobre, y esa es una manera de agradar a Dios. ¿Dàndoles algo a cambio? ¡Nada! Sòlo se estàn ganando su progreso espiritual con estas acciones. Pasar airosos por la prueba de la riqueza. ¿Què màs?

    Al ser la igualdad una Ley Divina, la mujer y el hombre son iguales ante Dios. El espìritu no tiene sexo. Sòlo necesita del sexo del cuerpo humano para propòsitos de aprendizaje.
    El sexo es un accidente necesario para cada espìritu, por lo tanto, una entidad que reencarne en mujer, no tiene por què convertirse en inferior a uno reencarnado en hombre.

    La desigualdad del sexo, es una imperfección humana, no Divina. El hombre que cree que la mujer es inferior, dèjeme decirle èsto: La mujer, generalmente sale airosa en los propòsitos hechos por elegir el sexo femenino, mientras que la experiencia masculina es trabajosa de aprobar.

    Por ùltimo: Somos iguales para Dios ante la tumba frìa. Un entierro pomposo no nos va a dar ninguna concesiòn ante la Divinidad. Tampoco las novenas, ni las misas de cuerpo presente o ausente. Vamos a tener exactamente lo que merecemos de acuerdo a nuestra calidad humana.

    Pròximo escrito en este mismo tema: EL DIOS DEL UNIVERSO, (LEY DE ADORACIÒN).

Normas de Publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder mensajes
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •