La diferencia entre juzgar y condenar.
Muchos consideran que juzgar y condenar son lo mismo, aunque la diferencia es muy grande . La mera declaración en el sentido de una evaluación del bien y el mal, en realidad es solo la aplicación práctica de los principios revelados por Dios en la Biblia. La distinción entre el bien y el mal es importante tanto en asuntos relacionados con nuestra relación con Dios como en asuntos cotidianos. Para muchas personas, palabras como juicio evocan connotaciones negativas y requieren una mala actitud. Detrás del juicio, sin embargo, está el deseo de ver y aceptar la verdad acerca de una cosa y ayudar a otros en ella también. Sin esta motivación, una exhortación totalmente justificada y apropiada será una condena sin amor y sin piedad. La Biblia contiene varios pasajes que hablan en contra de esta conducta farisaica, autorrealizada (por ejemplo, Mt 9: 9-13, Luc 18: 9-14, etc.). Jesús quiere señalar con la siguiente advertencia bien conocida, pero desafortunadamente a menudo malinterpretada, solo este comportamiento sin amor .
"No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: “Déjame sacar la paja de tu ojo”, cuando tienes la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7: 1-5)"
Se desprende claramente del contexto que la persona a la que se dirige es un hipócrita altanero y que se auto justifica y que enfatiza los pecados de los demás sin querer ver los suyos. Jesús criticó esta actitud hipocrita y altanera y pidió una autocrítica honesta y humilde y una renuncia a los propios pecados. Lo que Jesús dijo aquí no significa que si se ve la paja en el ojo de otro no se la pueda pueda tocar Tener una paja en el ojo no es agradable para nadie. Sería un descuidado no intentar audar a quitarla.
En Lucas 6: 37-42 encontramos el paralelo a Mateo 7: 1-5:
"No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. (Luc 6:37)"
Aquí encontramos un paralelo entre la advertencia de Jesús para juzgar y la advertencia de condenación y el llamado al perdón.
Dos versículos más adelante Jesús pregunta: "¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? " Eso significa que uno que no reconoce sus propios pecados no puede recibir el perdón de Dios y, por lo tanto, no puede transmitir la gracia y el amor de Dios a los demás. Él no puede mostrar a otros la salida de sus pecados. Pero el que confiesa y se arrepiente de sus pecados recibe perdón, y por gratitud y amor deseará ayudar a otros a encontrar la reconciliación con Dios.
Por lo tanto, el pasaje de Lucas 6: 37-42 aclara aún más que la intención de Jesús en Mateo 7: 1-5 era advertir contra un juicio hipócrita y sin amor y alientar a su vez la crítica y el juicio sobrios.
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Iniciado por tosan
