Cita Iniciado por Abysso Ver Mensaje
La moral y el resentimiento siempre me parecieron los principales antivalores ,y, ligados al alfajor doble sabor Culpa y Redención, también de ahí sale deuda, tenemos ya la receta para la debilidad. Los valores de la debilidad son los que llamo antivalores.
Virtudes o valores, no creo que al menos en Aristóteles sean tan diferentes.

Pero los valores que sí comparto son:

La sospecha, por ejemplo, para no caer en la ingenuidad del sentido común, y así poder dudar. Son valores respetables los que se inclinan a actitudes de afirmación de los valores vinculados a la vida en detrimento de los vinculados a la razón. Sí, la razón es importante pero el mapa no es el territorio: La cultura occidental a menudo ha dado primacía a la razón. Los ilustrados del siglo XVIII divinizan la razón: una herramienta que nos capacita para analizar y entenderlo todo. En el siglo XIX, con el positivismo, la razón científica quiere tener la última palabra. Como mapa todo bien con la razón. Pero hemos dejado opacado el deseo vitalista: es bueno el reconocimiento de la vida como valor fundamental y la convicción que la cultura occidental ha rechazado o temido la vida.
Algo que viene con Husserl, pero que se consolidará en las fenomenologías ¿Es así?

Todos los valores de nuestra cultura descansan en la presuposición que el sentido de este mundo está fuera de él. Dios cristi personifica ésta presuposición. Por eso su librillo promueve justamente los antivalores que señalé.

La moral de gente potente es noble, elevada y opera con la contraposición «bueno» y «malo»; bueno es todo cuanto eleva el individuo, todo cuanto lleva a afirmar la vida; bueno es igual a noble, poderoso, bello, feliz, grato a las potencias. La moral de esclavos es la moral del rebaño y de la mediocridad, una moral impregnada de instinto de venganza contra la vida superior; es la moral de la democracia: quiere igualar todas las personas; una moral que glorifica todo aquello que hace soportable la vida a los débiles; bueno será igual a pobre, carente, impotente, enfermo, feo, caridad, culpa y redención.

La humanidad venía bien con sus pluralidades y diversas formas de habitar el mundo, pero, se produjo la inversión de los valores morales: una rebelión de los esclavos obra de los judíos y el cristianismo que se inicia cuando el resentimiento deviene creador y genera valores basados en deuda y debilidad.
En torno a la democracia griega hay factores materiales interesantes, como el advenimiento de los hoplitas como un factor equilibrante contra las noblezas