¡oh, el jeu de société par excellence!

[MagAnna]

¡¡¡Jaume!!!
¡¡Me ha dejado el corazón en un puño, oiga!! ¿Pero cómo se puede visualizar tanto con sus palabras? Hasta he oído los tacones sobre el parquet, la puerta abrirse...
Ese Diplomatie... efectivamente, puede traer muchos recuerdos y por supuesto, da mucho juego...
En serio, me ha conmovido.
Y tanta niebla, todo tan gris...

[Jaume de Ponts i Mateu]

¡me ha dejado el corazón en un puño, oiga!

Creo, por eso, que NO es la primera vez que lo lee..; oi?

hasta he oído los tacones sobre el parquet, la puerta abrirse...

No había «parquet». Era (es aún) milenaria piedra en perenne gélida carne viva. Entonces, además, los becarios se encargaban de que ni una mota de polvo sobreviviese para devenir siquiera micra de alfombra. ¿Se imagina el gólgota cuando, con los pantaloncicos cortos, el castigo -merecido, of course- era de rodillas con los brazos en cruz?, ¿eh? Sí: hasta se prefería castigara el hermano más riguroso; el que, además, ponía bajo las rodillas purito tembleque piedrecicas. ¡Oh, no debe preocuparse por mí!; no es que fuera muy, muy, muy dócil y sumiso..; pero, eso sí: era lo bastante zorrico para, si acaso, tirar la piedra y esconder la mano con -quizá no está del todo bien que un servidor lo diga..; pero.., ¡es que es la verdad!- notable éxito. Sé, sí, ¡lo que era estar de TIRITANTES rodillas!; pero, ¡vamos..!, en analogía, ¡ni llegué a pasar el parvulario! Otros, ¡pobrecicos!, obtuvieron al respecto doctorados cum laude y hasta más de un Nobel! O sea, que..; tranqui conmigo, amiga mía: yo toreé bien ese toro.

ese 'Diplomatie'..; efectivamente, puede traer muchos recuerdos...

Concretamente a mí, chérie, CANTIDAD. ¿He de entender que también a usted?

y, por supuesto, da mucho juego...

¿Juega usted?

y, tanta niebla; todo tan gris...

Bueno..; usted ya sabe del clima allá... Pero, sea como sea, cuente con que mi recuerdo de aquel día está tamizado por los años, la experiencia y el amor, el cariño y el agradecimiento que siento por, SIN excepción, TODAS y TODOS los integrantes de, por así decirlo.., el dramatis personae de ese post. Entonces, ¡ya se imaginará..!, TODO tenía más ARISTAS.

Como es lógico y natural, claro está.

Siempre, en cualquier caso, a sus encantadores pies, mi muy querida amiga.

Jaume de Ponts i Mateu

post scriptum.-

¿cómo se puede visualizar TANTO con sus palabras (...)?; en serio, me ha conmovido...

sí, sí, sí..; usted siempre dispuestica a sacarme los colores.., ¿no?

[MagAnna]

Creo, por eso, que NO es la primera vez que lo lee..; oi?
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Efectivamente, así es.

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No había «parquet». Era (es aún) milenaria piedra en perenne gélida carne viva. Entonces, además, los becarios se encargaban de que ni una mota de polvo sobreviviese para devenir siquiera micra de alfombra. ¿Se imagina el gólgota cuando, con los pantaloncicos cortos, el castigo -merecido, of course- era de rodillas con los brazos en cruz?, ¿eh? Sí: hasta se prefería castigara el hermano más riguroso; el que, además, ponía bajo las rodillas purito tembleque piedrecicas. ¡Oh, no debe preocuparse por mí!; no es que fuera muy, muy, muy dócil y sumiso..; pero, eso sí: era lo bastante zorrico para, si acaso, tirar la piedra y esconder la mano con -quizá no está del todo bien que un servidor lo diga..; pero.., ¡es que es la verdad!- notable éxito. Sé, sí, ¡lo que era estar de TIRITANTES rodillas!; pero, ¡vamos..!, en analogía, ¡ni llegué a pasar el parvulario! Otros, ¡pobrecicos!, obtuvieron al respecto doctorados cum laude y hasta más de un Nobel! O sea, que..; tranqui conmigo, amiga mía: yo toreé bien ese toro.
.../...

Será porque en mi colegio, era todo parquet que había que encerar, una y otra vez...
Para nosotras, todas niñas (con faldas), las monjas (¡qué pesadillas tuve siempre con ellas!) tomaban mucho cuidado en poner un palo de escoba en el suelo. Luego, las rodillas encima y los brazos en cruz. Y cuando parecía poco, añadían un libro en cada mano... (creo recordar haberlo contado por aquí, en alguna ocasión)
Yo era una niña muy buena, muy dócil... me sabía de memoria, pasajes enteros de las Santas Escrituras, hacía todas mis oraciones, y mis notas eran inmejorables, (de hecho, me saltaron un curso, que en aquel entonces, se ve que se podía hacer...) pero (siempre hay un "pero"), yo no consentía que nadie me cogiera algo sin pedirme permiso. Era algo que no podía soportar y de ahí, que tuve varios encuentros con la escoba y la madre superiora...
Esta última le decía a mi madre que yo era buena y generosa, y lo daba todo, pero que si me cogían algo sin permiso, que Dios se apiadara de aquella niña...

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Concretamente a mí, chérie, CANTIDAD. ¿He de entender que también a usted?

¿Juega usted?
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En París, se jugaba mucho al Diplomatie. Sinceramente, nunca he conocido juego en el que más se enfadara tanto la gente. ¡Había parejas que salían cada uno por su lado! ¡¡Y yo ya intentaba moderar entonces!!

Aquí, es España, me pasé al Risk, pero no es lo mismo, pues puede salir cualquier cosa al azar, y no hay tantos enfados... por lo tanto, quedan menos recuerdos que contar.

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Bueno..; usted ya sabe del clima allá... Pero, sea como sea, cuente con que mi recuerdo de aquel día está tamizado por los años, la experiencia y el amor, el cariño y el agradecimiento que siento por, SIN excepción, TODAS y TODOS los integrantes de, por así decirlo.., el dramatis personae de ese post. Entonces, ¡ya se imaginará..!, TODO tenía más ARISTAS.

Como es lógico y natural, claro está.

.../...

Y sigue conmoviéndome, aiiish...

Allá, en París, todo estaba siempre gris, lluvioso y gélido... no lo recuerdo de otra manera.

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post scriptum.-

sí, sí, sí..; usted siempre dispuestica a sacarme los colores.., ¿no?

Como usted bien dice, a menudo: ¡Nobody's perfect!
De paso, esos colores resaltarían, más si cabe, esos ojazos, Maestro (ya ve que insisto con la "M".) Por lo tanto, es algo bueno. :001_smile:

[Jaume de Ponts i Mateu]

en mi colegio, era todo parquet...

¡Qué lujo, chérie!

las monjas (...) tomaban mucho cuidado en poner un palo de escoba en el suelo; luego, las rodillas encima y los brazos en cruz; y, cuando parecía poco, añadían un libro en cada mano...

Tengo para mí, amiga mía, que las piedrecicas son, ¡vamos..!, MÁS. Cierto como hay sol y luna: NO he probado el palo de escoba (bajo las rodillas, se entiende) y soy consciente que una cosa son niñas y otra niños. Y, hablando ya de todo {y poniéndome -permita la libertad...- un poco el silencio de los corderos}, ¿aún tiene «pesadillas» con aquellas monjas?

yo era una niña muy buena, muy dócil; me sabía de memoria pasajes enteros de las Santas Escrituras, hacía todas mis oraciones, y mis notas eran inmejorables...

Un servidor aussi, mi muy estimada amiga. Mais, mi pero es que, respecto de lo bueno y dócil, bueno.., SIN duda lo parecía. Sospecho, por su redactado, que usted era REALMENTE buena y AUTÉNTICAMENTE dócil. Ya ve, pues, que todos/as tenemos un pero. Una cosa más: usted habría sido, SURE!, la nieta perfecta para ma iaia, a.c.s.

NO consentía que NADIE me cogiera algo SIN pedirme permiso; era algo que no podía soportar...

Lógico y natural, evidentemente.

de ahí que tuve varios encuentros con la escoba y la Madre Superiora...

¿CÓMO?; pero, pero, pero..; ¿que eran comunistas las monjas y consideraban la propiedad privada pecado capital o qué? ¡Me deja a cuadritos..!, ¡castigar a quien defiende lo suyo!

le decía a mi madre que yo era buena y generosa y lo daba todo; pero que, si me cogían algo sin permiso...

¡En mi cole quien estaría pasando vergüenza es el padre del niño que hubiese osado coger SIN permiso algo a otro niño! No sé si estoy comprendiendo bien..; porque.., ¡son muy raras esas monjas!

en París...

Bueno..; el internado donde un servidor estuvo es el de los Salesianos de Deustu (como sé que usted conoce Euskal Herria, en fin.., por eso le decía que sabía usted del clima). Sospecho que imaginaba que dicho internado estaba en tierra gala.., ¿no?

se jugaba mucho al Diplomatie (...); aquí, es «España»...

Un servidor también está aquí y juega...

¡Vamos!; ¡antes muerto que pasar con sucedáneos!

Y, a todo eso..; decirle con toda cordial franqueza que, por lo que dice.., usted NO debe ser una buena compañera jugando al Diplomatie por parejas. NO la veo todo lo IMPÍA e IMPLACABLE que hay que ser.

¡En el jeu, naturalmente!

SOLAMENTE en el jeu.

Siempre, en cualquier caso, a sus encantadores pies, mi muy querida amiga.

Jaume de Ponts i Mateu

post scriptum.-

sigue conmoviéndome (...); de paso (...), ya ve que insisto con la «M»...

ya veo, ya veo, ya veo...

nota bene.-

efectivamente, así es...

ya; era, en realidad, una pregunta retórica.

[Jaume de Ponts i Mateu]

¡Vamos; ma iaia, a.c.s.!; ras i curt: NO paró hasta conseguir un Diplomatie ella cuando vió ¡cuánto me gustaba el regalo de ma mare, a.c.s.!; pronto, pues, uno argentino pudo sacar para sugerirme jugar... Y, como siempre lo hacía lejos de mi habitación, el Diplomatie regalo de ma mare, a.c.s., fué, debo confesarlo.., abandonado en una estantería de un armario lleno de juegos a los que ya no solía jugar.

¡A mí me ENCANTABA jugar con ma iaia, a.c.s.! Y, no sólo porque jamás me aburría de ¡verle faltar a su palabra (ella, implacable, decía que "el joc és el joc")!

Siempre había muchos participantes y siempre había publique con ella. Era, ¡oh, sí!, PERFECTA para eso.

Anna ¡y hasta mon iaio, a.c.s.! se allanaban siempre a ser publique y mon pare, a.c.s. {"mai fas res amb el teu fill; i, això poc pot pas ésser"}, tuvo que aprender, al menos, a poder participar.

¡Y, su capacidad para organizarme entretenimientos daba para muchísimo MÁS!

Hijos/as y nietos/as de amigas fueron su objetivo principal: al poco tiempo, pues, todos/as ellos/as habían recibido un Diplomatie como regalo de cumpleaños, santo/a o lo que se terciara; y, claro está, ella siempre estaba dispuesta a que tales o cuales, enviados por sus madres o abuelas, vinieran a mi home a jugar al Diplomatie. Yo, que eso ya lo había captado.., cuando la veía allá con Anna que si con el zumo de naranja que si con las galletas, le decía que si quería jugar con nosotros. TODOS le decían que se quedara y que fuera, eso lo captaba cualquiera.., "el imperio austro-húngaro". A quien fuera, claro, también le encantaba ¡cuando faltaba a su palabra y decía aquello de "el joc és el joc"!

Cuando fuí haciéndome mayor, bueno.., a mis amigos/as, si no la conocían, ya les avisaba que, en fin.., si no se lo pedíamos ¡ella no nos pediría jugar con nosotros al Diplomatie siendo ella "el imperio austro-húngaro"! Pero mis amigos/as, si no la conocían, no más verla ¡ya le hubiesen dado cualquier cosa que hubiesen intuido o les hubiesen dicho pudiera placerla!

Ma iaia, a.c.s., siempre ENCANTÓ como encanta no un rayo de luz sino la REVELACIÓN. Ma mare, a.c.s., se murió proclamando que eso era porque era muy buena "comedianta" y porque la conocían de verdad MUY pocos; pero, ipso facto debo decir, noblesse oblige, que, de TODAS las personas que conocieron a ma iaia, a.c.s., ma mare, a.c.s., es la ÚNICA que ha dicho algo así.

¡Y, tenía una clase!

Cuando ya consideró teníamos edad para servirnos licores, cette éclosion!, yo me PAVONEABA delante de quienes yo sabía ¡JAMÁS hubiesen sabido si siquiera en los bares prusianos sirven algo más que el aguardiente que servían en un bar barcelonés!; y, sabía cuál sería el thema del día siguiente en clase cuando ella, dando las buenas noches con besos exquisitamente perfumados, prometía que la próxima vez probarían las delicatessen que le gustaban a la última zarina rusa. Peleas no porque se sabía ya que yo era muy selectivo y nada influenciable..; pero, ¡ganas de que les invitara a jugar al Diplomatie en mi home, oigan.., para parar un Talgo a plena marcha!

Y, porque ma mare, a.c.s., le PROHIBIÓ que en el instituto se comportara como se había comportado en el internado; que, ¡si no..!

ENCANTADOS que habrían quedado los profesores de que les invitase a jugar al Diplomatie con su nieto (o a lo que fuera, of course). Hasta me temo que hubiese su encanto BORRADO el encanto que, siempre y en cualquier profesor, dejaba ma mare, a.c.s. ¿Fué ésa la razón por la cual ma mare, a.c.s., le PROHIBIÓ ir jamás al instituto a NADA? Qui lo sà!, ¿verdad?

Sí: ma mare, a.c.s., me dijo muchísimas veces en la cara que a ver de qué le venía a ma iaia, a.c.s., TANTO interés y afición por el Diplomatie... Yo me callaba. Claro, claro, claro..; ¡ma iaia, a.c.s., JAMÁS!; pero, ma mare, a.c.s., sí que me preguntaba cuál de las dos pensaba yo jugaba mejor.

Yo SIEMPRE le dije la verdad (y; NUNCA le dije a ma iaia, a.c.s., que le decía eso).

Ma iaia, a.c.s., jugaba, ¡y de calle, vamos..!, muchísimo MEJOR: ma iaia, a.c.s., cuando le convenía faltaba a su palabra; ma mare, a.c.s., no lo hacía nunca; jugaba, pues, fatal y, para más inri, más aburrido.

Ma mare, a.c.s., me hizo repetir tal muchas veces hasta poco antes de morir. Sobre todo cuando tenía publique. Yo JAMÁS le negué este, sí, gusto.

Porque ella, que SÓLO jugaba al Diplomatie SIN faltar nunca a su palabra cuando jugaba conmigo, cette éclosion!, consideraba TRIUNFAL que, lo estimó así hasta su último suspiro.., quedase en evidencia que ella era MEJOR que "la vella" y, ¡desde luego!, había sido MÁS honrada dándome ejemplo.

Yo nunca lo ví así. Ni tampoco ahora lo veo.

Yo sólo veo a ma iaia, a.c.s., cuando, creciendo, buscaba alguien a quien importar y que me quisiese besar; cuando, como cualquiera, esperaba que se acordaran de mí en mis santos y cumpleaños; cuando, sintiéndome solo como sólo se sienten solos los niños, descubría, viéndola a mi lado, ¡que, NO era cierto!, que ella MATARÍA por mí, que NADA más que yo le importaba.

Cierto: ma mare, a.c.s., siempre supo qué veía yo {pero; nunca hizo otra cosa que mirarme IMPOTENTE y buscar, como fuera, otra cosa de lo que hablar} y yo siempre supe que ella lo sabía y sabía que yo sabía que lo sabía {pero, mi AMOR por ella fué siempre tan sincero y leal que jamás osé comentárselo}.

"Cada casa és un món..."; decimos en mi patria, sí...

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu