Cansada de verme llorar
me dediqué a escribir...
Intenté no poner tu nombre,
borrar todo el pasado de ti...

No pude, te llamo aún “amor”
porque en lo escondido
de mi alma repugnante
queda la sombra de lo que fui.

La soledad carcome mi Ser
pudriéndome en el limbo
del desamargo, el ácido y la sed.
Sin ti...nada se puede.

Camino cual fantasma errante,
luchando entre el suicidio y la locura
...aún no decido cuál elegir...
... creo que hoy moriré por ti.

Carta póstuma a mi suicidio.