Estoy de acuerdo con Yehoshua.
El bautismo ocurría en el nombre de Jesucristo, para distinguir a los que seguían a Jesucristo de quien, por ejemplo, seguía a Juan el Bautista ("el bautismo de Juan").
Usar el nombre de Jesús en el momento de la conversión indicaba que la persona bautizaba lo hacía bajo la dispensación de Jesús.
Siglos después, la gente se convertiría (ya sin inmersión en agua) con "Alá es Dios y Mahoma su Profeta" para señalar que lo hacía bajo la dispensación del nuevo Enviado de Dios.
La fórmula trinitaria parece a todas luces introducida deliberadamente, forzadamente, en los textos neotestamentarios, por quienes en su momento luchaban contra la posición estrictamente monoteísta, como la que defendería en su momento Arrio.