Juan Antonio, desde aquel exilio español, se les ha recibido en México con los brazos abiertos. Aquí los españoles de aquella época se establecieron e instalaron ciertos negocios que después se volvieron «típicos», y con los cuales fueron identificados, por lo menos en la Ciudad de México. Emprendieron panaderías, mueblerías, vinaterías, farmacias y restaurantes, y evidentemente se sintieron cómodos y muy tranquilos, pues tras la caída del fascismo franquista, pudieron haber regresado a su tierra, pero no lo hicieron, decidieron quedarse.
Yo suelo evitar ese término, «gachupines», justamente por despectivo. Malinchistas los hay en todas partes, y seguramente asimilaron tal inmigración desde una óptica racista, pero habrán sido los menos. Durante el sexenio de Cárdenas se vivió una fortísima ola de patriotismo, yo creo que desde finales del siglo XIX, incluso, se había erradicado ya ese ímpetu imperialista malinchista que hizo tanto daño a principios de siglo.Los hispanófobos llamaron “gachupines” a los recién llegados. Los relacionaban con el “encomendero explotador” El grupo malinchista otorga calurosa bienvenida a lo que denominan “tranfusion de sangre hispana tan necesaria para la sociedad del momento”. Lo cierto es que el presidente Cardenas zanja la cuestión al declarar que hacen falta en Mexico obreros especializados en agricultura, pesca y tecnología.
La realidad (a mi juicio) es que esta llegada no se trata de personajes heroicos ni de sabios. Tampoco de gente temible con historial de asesinatos y robos. SE trata de gente del común que las circunstancias han obligado a inmigrar a Mexico.
Muy buena reflexión, Juan Antonio. Coincido en dos cosas, en que en España se desconoce la cultura mexicana, y en que algunos rechazan la aportación indígena al bagaje cultural mexicano. Algunos señalan a México simplemente como un producto español, sin considerar ni en lo más mínimo sus raíces prehispánicas.Hago esta observación porque la cultura mexicana es desconocida en España. Me aventuraría a decir que la prueba la tenemos en el Foro. En cambio por rechazo o exaltación (los menos) de lo que supuso “Nueva España “y la larga lucha por la Independencia, la “cultura española” esta viva. Unamuno, escribe:” Aquí en España realmente casi nadie se interesa en los asuntos de Hispanoamerica o concibe como algo importante a la gente de America. Los hombres de letras casi nunca abren un libro americano.-Los periódicos de America, si es que los reciben en España, no son leidos. Esta es la pura verdad (…..). Aquellos que hablan de la unión con Hispanoamerica usualmente no saben ni donde esta Paraguay o si Bogota es un puerto marítimo”.
La ideas de America estaban viciadas por el hispanismo. Se planteaba la existencia de una comunidad o “raza” trasatlántica que distingue a todos los pueblos que en un momento de su historia pertenecieron a la Corona española. Rechazaba las contribuciones aborígenes para la conformación de las nuevas naciones. Niega el valor de las culturas indígenas.
Hago la observación, de que al tomar apuntes para escribir el aporte, me encuentro con Salvador de Madariaga. Es un escritor español que residio en Mexico. De sus vivencias, salio uno de sus mejores obras “Corazon de Piedra Verde”. Lo cito aquí no por su obra literaria que merece espacio aparte. Lo hago por su denostado empeño en que Mexico se escriba con jota, en vez de con X. La sorpresa del encuentro no me permite el enjuiciar una opinión definitiva. Si aventuro la idea, de que es debido a equilibrar la cultura indígena con la hispana. Que el brazo de la balanza esa fiel hacia las dos partes y no se incline mas hacia el otro lado. Cuando escribia esto, el mundo se hallaba en plena etapa de “nacionalismos”. Debo hacer notar que Madariaga no estuvo en Mexico como inmigrante. Lo hizo como embajador de la Republica, cuando tomaban auge los facismos. Cuahtemoc (Aguila que desciende del Cielo…¡Cenando con Hernan Cortez!
Por cierto, ¿qué tal el café poblano?