Iniciado por
JoseAntonio1
Gabín, yo no pondría un diccionario a explicar lo que mejor hace una enciclopedia.
Vamos a ver si através de un diagrama visualizado se entiende mejor la definición del ateo verdadero.
"Gráfica que muestra la relación entre las definiciones de ateísmo fuerte y ateísmo débil. Los ateos explícitos y fuertes/positivos/duros (representados en color púrpura a la derecha) consideran que la creencia de que «al menos una deidad existe» es falsa(LA NIEGAN). Por otra parte, los ateos explícitos y débiles/negativos/suaves (representados en color azul a la derecha) rechazan(DESCREEN) o evitan la creencia en la existencia de cualquier deidad,
aunque no necesariamente declaran como falso(NO NIEGAN) que «al menos una deidad existe»".
En resumen: El ateo verdadero no cree en Dios, descree la existencia de Dios, pero NO LA NIEGA.
La definición de la DRAE que nos trajiste es muy generalizada y por desdicha es la del ateo fuerte, anti teista, o como le llama Zampabol del ateo militante. Por eso mejor leer de una enciclopedia antes que un diccionario para ver el detalle. Saludos,
Yo creo, Tigre, que te estás yendo lejos con esto, andas beating aroung the bushes en una cuestión poco sensata. Estás tomando una simple definición de ateísmo para meterla a la fuerza en los conceptos masticados en este foro de ateísmo y anti-teísmo.
Te lo pongo de esta forma, tal vez un poco purista:
Tú dices:
Iniciado por
JoseAntonio1
Hay una diferencia fundamental por eso entre negar y descreer.
y se desprende de esto que no aceptas la definición de ateo como "que no cree en dios" sino que más bien defines el concepto como "que descree en dios". Déjame decirte que el prefijo "des-" es un prefijo que entra en la formación de palabras con significado de negación, o sea, sinónimo de "no". Se deduce entonces que "des-creer" y "no creer" son, en esencia, lo mismo.
Aclaro que cuando menciono "dios" en el párrafo anterior, lo hago en el sentido de dios como ente y como idea, o sea como dios en si y como dios como creencia.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.